Un Amor Para Siempre || Editada

Capítulo 19 *

¡Pronto a casa!
(Narra Gerardo)

Desperté primero que Regina, había dormido lo suficiente por seis largos  meses, sentía una paz al tenerla dormida entre mis brazos, la observaba y puedo jurar que era lo mejor de la vida, esta vez estaríamos juntos para siempre, me encargaría de eso.

Regina empezó a despertar y me miró con sus preciosos ojos verdes y su bella sonrisa que me llenaba el alma — Buenos días — dijo con voz soñolienta

— Buenos días, señora Presidenta — respondí mientras besaba su frente

— Que bien se siente despertar así — me abrazó

— Acostumbrate, porque no te dejaré — Reí

— Tengo mucho que hacer hoy, pero estaré aquí para hablar con el doctor sobre tu alta — hizo un puchero

— Está bien — suspiré un poco — ¿Cuándo diremos la verdad? — pregunté y su expresión cambió, suspiró profundo y se levantó, se sentó en el sofá a lado de mi cama

— Cuando tu quieras

— Se que esto te preocupa, y a mi también pero créeme que entre más rápido es mejor — se acercó a mi de nuevo

— Lo sé, y al igual que tú también quiero que esto se sepa pronto —  Me regaló una sonrisa y luego me besó, hasta que el doctor interrumpió

— ¡Buenos días! — saludó — ¿Cómo amanecieron? — se acercó a examinar a Gerardo

— Yo feliz — dije mientras acariciaba la mano de Regina

— Muy bien doctor gracias — respondió Regina mientras me miraba y se reía

El doctor hizo su chequeo diario, por suerte no encontró problema alguno, y al parecer los resultados de los exámenes del día anterior también habían arrojado resultados favorables para mi

— Revisé los exámenes que te hicimos ayer — se aclaró la garganta — El hemograma salió bastante bien, tus glóbulos rojos estaban un poco bajos pero nada grave, estás muy bien Gerardo

— ¿Me lo puedo llevar hoy entonces? — Preguntó Regina

— No tan rápido Regina — rió el doctor — necesito que esté unos días más aquí, hoy empezaremos la rehabilitación y después puedes seguir tu tratamiento en casa para que estés más cómodo — Respondió el doctor y mi corazón se lleno de emoción

— A las 3 pm te llevaremos porque necesitamos corroborar que no hayas sufrido daños cerebrales — Regina se tensó un poco — Yo no creo que sea así, pero son procedimientos que hay que seguir

— Está bien doctor — dije y apreté la mano de Regina haciéndole saber que todo estaría bien

— Cuando te de el alta puedo ponerte una enfermera para que te ayude con los tratamientos

— No creo que sea necesario, en casa tendré lo que necesito y estaré mejor — dije sonriendole a Regina

— Muchas gracias doctor, Gerardo tendrá su terapeuta pero la enfermera no será necesaria — el doctor sonrió

(Narra Regina)

Salí del hospital e inmediatamente me dirigí a casa para bañarme y cambiarme, desayune junto a los chicos y les conté que Gerardo estaría pronto en casa. Salí y me dirigí al hospital a dejar a Xime, no entré porque después no salía de ahí, la dejé en la puerta y fui directo a una junta que tenía.

— ¿Todo bien? — preguntó Daniela

— Todo muy bien — le contesté — Necesito ir al refugio antes de las otras reuniones

— Justo eso te iba a decir, te acompaño — salimos casi corriendo

En el camino de regreso le conté a Daniela que queria estar en el hospital para escuchar los resultados de los estudios de Gerardo, me propuso cambiar una reunión con los ministros para las 6 y acepté, también tenía un almuerzo con el Gobernador de Chiapas, al que de por sí ya iba con minutos de retraso, con él quería tratar asuntos sobre la remodelación de varias escuelas de una localidad, por mi cabeza también pasaba el lío que se me venía encima cuando contáramos la verdad sobre Gerardo