Capítulo 43 *

377 31 7
                                    

Paro respiratorio
(Narra Gerardo)

Estaba bastante preocupado, las cosas se estaban complicando de un momento a otro y me daba miedo tan sólo imaginar que lo que podía pasar de aquí en adelante. A pesar de eso me gustaba pasar con Regina y olvidarnos por un rato de los problemas

En un principio estuve con Regina en su despacho y la esperé mientras se ponía de acuerdo con Daniela sobre varios pendientes, decidí terminar de esperarla fuera del despacho. Me encontré con varios amigos y conocidos de cuando estaba en el Senado, platiqué con algunos y me animaron a que retomara mi carrera


- ¡Hey! - Daniela se acercó un poco divertida

- Hola, discúlpame no te vi - sonreí

- Me dijo Regina que quieres retomar tu carrera - asentí

- ¿Crees que puedas ayudarme con eso? - pregunté

- Dalo por hecho - Creo que a Daniela también le gustaba la idea - Te mantendré informado de que como está tu situación y de como podemos hacer para que te vayas integrando

- Si, muchas gracias Daniela - asintió y se alejó dejándome sólo otra vez.

Los minutos parecían horas cuando estabas sin hacer nada y esperando a que una mujer terminara sus pendientes. La puerta del despacho de mi amada por fin se abría

- Al fin - Exclamé al verla asomarse

- Que exagerado eres - rió - Solo fue un par de horas- cerró la puerta de la oficina

- Largas horas - bromeé

Nos dirigimos al estacionamiento, subimos a mi coche, pedimos al chófer que llevara el de Regina a casa y los guaruras de ambos nos siguieron

*****

Lo que un principio seria un almuerzo se había convertido en cena, ya era un poco tarde. Platicamos y cenamos a gusto, estabamos por retirarnos cuando una llamada al celular de Regina de un número desconocido nos interrumpió los planes, era muy extraño, ya que los números de Regina eran privados para cualquier persona que no sea de la oficina o de su familia

Regina decidió no contestar en un principio, pero la insistencia en las llamadas no nos dejaron otra opción, contesté yo

- ¿Si? - dije solamente

- ¿No es este el número de Regina Bárcenas? - la voz era de una mujer joven, una chica

- ¿Quién es? - evadi su pregunta con otra

- ¿Quién es usted? - ninguno de los dos respondía

- Usted es quien llamó, tenga la bondad de decirme con quién tengo el gusto - traté de ser amable pero me estaba irritando

- Mi nombre no importa, pero llamaba a la Sra. Bárcenas para algo importante - puse el teléfono en altavoz para que Regina escuchara también

- ¿Para qué? - pregunté preocupado

- Tengo conmigo a la Sra. Teresa Rivera y acaba de sufrir un paro respiratorio - mis músculos se tensaron y Regina se cubrió la cara con ambas manos - En su cartera encontramos un papel con contacto, creímos que podría ayudarnos - la chica insistía

- ¿En dónde está? - pregunté

- En el hospital central - era el mismo en el que estaba Ximena

- Vamos para allá - colgué la llamada

Un Amor Para Siempre || EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora