Capítulo 21 *

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¡Problemas!
(Narra Regina)

El día después de salir del hospital no salí de casa, pues no tenía nada urgente que hacer y no quería dejar a Gerardo, me di un baño mientras él conversaba con Xime y cuando salí aproveché para hablarle a Daniela, tenía que agendar algunas citas para el día siguiente, era urgente arreglar la situación de Gerardo


Entró él justo a la habitación en ese momento y se sentó a mi lado — ¿Cómo estás? — Me arrecosté a su brazo

— Angustiado — respiró un poco — pero bien contigo a mi lado — besó mi cabeza

— Te entiendo, yo estoy igual — dije — pero el tenerte aquí cerquita de mi, me transmite una tranquilidad increible que siento que no necesito nada más — lo abracé más, se sentía tan bien estar así con él, me sentía en paz, quería quedarme así para toda la vida

Acarició mi brazo — ¿Cuándo fue la última vez que Alonso estuvo en esta casa?

— ¿Te preocupa que entre a la casa y te encuentre aquí? — dije en tono de insertidumbre

— ¡No! — respondió rápido — No es eso, pero me intriga saber que anda por ahí haciendo de las suyas — se creo un silencio incómodo — Dime algo, ¿Tu divorcio con el quedó concretado? — me atrajo más hacia él

— Por supuesto — senti como su cuerpo se alivió — después que todos pensaron que estabas muerto, él firmó el divorcio sin oponerse a nada, la casa quedo a mi nombre y algunas otras propiedades que teníamos y después de las elecciones Alonso desapareció

— ¿Qué crees que pase cuando se sepa la verdad? — Seguia preocupado

— No lo se, pero lo que sea lo vamos a superar — Le dije y le di un beso

— Estoy preparando algo para ti — Sonrió cambiando el tema

— ¿Qué cosa? — Pregunté entusiasmada

— Es sorpresa, debes esperar — Me dijo y note que la preocupación había desaparecido de su rostro

— Llevas cinco horas fuera del hospital y ¿ya estás preparando algo? — Levanté una ceja y no pude evitar reirme

— Tengo mis cómplices — dijo y me tumbó a la cama, segundos después estaba sobre mí, me miró y sonreímos, finalmente nos besamos

La respiracion de ambos era agitada pero decidimos parar, queríamos esperar un poco, Gerardo acababa de salir del hospital y yo quería que se recuperara por completo

— Te amo — dijo agitado

— Yo a ti

Las noches ahora serían distintas, eran fantásticas, dormir entre sus brazos era mágico, y era la primera de tantas que venían

Un Amor Para Siempre || EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora