Un Amor Para Siempre || Editada

Capítulo 29 *

Renunciar a la Presidencia
(Narra Gerardo)

Estábamos a tan sólo 15 minutos de empezar la transmisión en vivo y en redes sociales, éramos trending topic a nivel nacional, no siempre anunciaban tanto las entrevistas de Regina como lo habían hecho hoy por lo que la gente estaba atenta y muy ansiosa por escuchar la gran noticia que les daría su Presidenta

Regina por su lado estaba impaciente y muy nerviosa me acerqué a ella para tratar de calmar sus nervios, tomé sus manos y me las lleve a los labios para darles un beso

- Tranquila Regina, confía en mí - le dije

- Yo confío en ti, pero me da pánico pensar en la reacción de los demás - Sus ojos verde olivo que tanto amaba estaban cristalinos, las lágrimas no tardarían en caer, suspiré profundo y la abracé muy fuerte

- No me gusta verte así - Se removió entre mis brazos alejándose de mi

- Si las cosas no salen bien, ya se lo que haré - Me preocupó su cambio de humor tan repentino, su mirada ahora firme, como si una maravillosa idea hubiera llegado de repente

- Estoy seguro de que las cosas saldrán bien - dije preocupado por su seriedad - ¿Qué harás? - pregunté curioso

- Renunciar a la Presidencia - me dejó frío, sin palabras

Esta no era la Regina fuerte que había luchado contra todos y todo, estaba asustada y la mente le estaba jugando sucio

- ¡Claro que no lo harás! - le reprimí, Hernán se acercó

- Entramos al aire en 2 minutos, Regina - mencionó Hernán

- Ya hablaremos de esto - me aleje de las cámaras mientras Regina se preparaba para empezar

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Escena Especial
ENTREVISTA
(Narrador Omnisciente)

- 3,2,1, estamos en Vivo

- Buenas tardes al país entero que nos sigue desde sus hogares, tengo invitados de honor que hoy decidieron contar su historia, Sra Presidenta bienvenida

- Buenas tardes Hernán - sonrió Regina amablemente - Si, hoy traigo una historia que contar

- Gracias una vez más por permitirme ser parte de esto y sin más que decir, la escuchamos - las cámaras enfocaron a Regina

- Bien - Regina suspiró muy profundo, en el fondo de la habitación sin que las cámaras lo notaran estaba Gerardo junto a su hija, Daniela tenía sus manos unidas como si estuviera rogando por que todo saliera bien y Emiliano se unió a ellos para escuchar a su madre - Primero quiero decir que todo lo que van a escuchar hoy se resume en una sola palabra, Amor, todo lo que hacemos es por Amor, hacia ti mismo, hacia tu familia, quiero que no me juzguen y que traten de ponerse en mis zapatos, quiero que a pesar de todo abran sus mentes y se pregunten ¿Que haría yo? - hizo una pausa y la sala permanecía en completo silencio - Todo empieza hace algunos meses, no recuerdo exactamente cuántos, pero para esto yo aún era parte del Senado, caminaba de salida y fui interrumpida por un amor del pasado o eso creía yo, Gerardo Martínez, que en ese tiempo al igual que yo, servía a su país como Senador se la república, me felicitó por mi propuesta de la ley de asignación y desde ese día nuestros encuentros en el Senado se volvieron más frecuentes y nuestras pláticas tomaban nuevos temas, hablabamos de nuestras familias, nuestros hijos que eran de la misma edad, nos pusimos al día después de tantos años sin vernos, yo estaba en un caos total en lo que respectaba a mi vida privada, mi matrimonio era un fracaso aunque yo quisiera aparentar lo contrario, Alonso y yo ya no compartimos ideales y la relación con mi hijo era cada vez más difícil, era un adolescente con problemas y yo no sabía como afrontarlos. Gerardo llegó y revolvió mi vida más de lo que ya estaba, pero no para mal como todos quisieron hacerlo ver, en él encontraba el apoyo que necesitaba, no niego que en varias ocasiones tuvimos diferencias pero era sencillo arreglar las cosas con él, todo era más fácil

- ¿Fue entonces cuándo surgieron los rumores de que tenían una relación? - preguntó Hernán

- Si, exactamente en ese tiempo. Gerardo tenía problemas similares a los míos y creo que eso nos unió más, su hija adolescente y una ex esposa un poco complicada y obsesionada con él - Regina sonrió un poco - Tiempo despues, Gerardo me confesó que seguía enamorado de mi como cuando estábamos en la Universidad

- ¿Habían tenido una relación antes?

- Si, cuando estábamos juntos en la Universidad tuvimos una relacion que no duró mucho tiempo, pero esa es otra historia que si quieres después te cuento - Hernan asintió mientras sonreía - Con el pasar de los días y a pesar de que evité a toda costa que mis sentimientos me dominarán, me di cuenta de que lo amaba intensamente y de que no podia estar separarme de él otra vez, pero todo eso era imposible, nuestras vidas estaban expuestas a la crítica y yo seguía casada con un hombre que ya no toleraba, había muchos obstáculos y me decidí a intentarlo el día que descubrí que Alonso me engañaba, ese día dejé de pensar en los demás y pensé en mi felicidad, debo confesarte que después de eso, Gerardo y yo nos veiamos a solas de vez en cuando, pero nuestros momentos no duraban mucho ya que siempre había algo que impedía que nuestra felicidad durara. Enfrenté a Alonso en lo personal y en lo político, porque fue ahí que los tres presentamos nuestras candidaturas

- ¡Increíble! - exclamó Hernan que estaba muy atento a cada una de las palabras de Regina

- Si, imagínate, Alonso, Gerardo y yo éramos candidatos a la Presidencia de México, recordaran entonces que Gerardo fue detenido injustamente por una falsa acusación de parte de su ex esposa quien dijo haber sido golpeada por él, esta detención le costó su candidatura, su reputación, y varios golpes causados por reos pagados por Alonso. En el juego de poder quedábamos solo Alonso y yo, para ese tiempo yo contaba con la ayuda política de el gran señor Escalante a quien todos incluida yo creiamos una persona integra y de buenos principios - Regina bufó - Lo que yo no sabía es que este señor era uno de los líderes más grandes de la corrupción y el narcotráfico en México, me engañó para así usarme en sus negocios sucios, cuando se vio descubierto me amenazó, mandó a matar a Gerardo, me llevó donde lo tenía rodeado de hombres armados dispuestos a cumplir cualquier orden, me sentía desesperada y le propuse hacer un trato, Escalante que estaba lleno de odio, no me escuchó, me apuntó con un arma amenazandome de muerte, fue ahí cuando Gerardo intervino y sacó fuerzas para coger un arma y dispararle por la espalda. Escalante cayó al suelo muerto, pero Gerardo no pudo salir libre tampoco, los hombres que trabajaban para Escalante le dispararon a Gerardo más de una vez también por la espalda y al quererse interponer Ignacio cayó al suelo sin vida, segundos después entró la Policía pero ya era un poco tarde para algunos inocentes, corrí sin importarme nadie más que Gerardo en ese momento, lo tomé entre mis brazos, él aún respiraba y estaba consciente pero su vida se apagaba con cada segundo que pasaba, me pedía que cuidara a su hija y yo sentía que se estaba despidiendo, mi corazón sentía que una parte de mi se apagaba con él - lágrimas rodaban por el rostro de Regina