Recuerdo doce

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(POV de Lucía)

Abro la puerta de mi departamento y entro encendiendo las luces. No hay nadie en casa. De lo más seguro salió otra vez. Suspirando me dirijo a la mesa y dejo mis cosas ahí para luego ir a la habitación. Voy despojándome de mis zapatos y prendas. Cuando abro mi armario para buscar ropa cómoda, una caja marrón cae a mis pies abriéndose y revelando su interior. Está llena de papeles.

Recojo algunos ojeándolos. Son diagnósticos médicos. Cada uno con el nombre de John. Recojo la caja y me siento en la cama para leer lo que dicen. Son de diferentes hospitales, de diferentes doctores. Pero cada uno dice que John tiene una enfermedad. Esquizofrenia.

Ahora todo tiene sentido. Los días que el siempre se alarmaba y sudaba como sin razón alguna, para luego gritar que la habitación estaba llena de personas pero solo me encontraba yo junto a él. Los días que faltaba al colegio. Los días que su mamá no dejaba que jugará conmigo porque tenían cita en el medico. Pero nunca me dijeron la razón. Y el colmo es que nunca pensé que sería algo extremadamente serio. Siempre imaginé que era un juego.

- Nunca te lo dije porque pensé que te alejarías asustada y disgustada de mi.- Se encuentra apoyado en la pared a un lado de la puerta, mirando fijamente los papeles en mis manos. Su expresión nostálgica.

No sé que decir, me tomó por sorpresa. Junto los papeles y los entro en la caja. Me levanto para dejarlos en su sitio pero él se acerca rápidamente y me arrebata la caja para luego estrellarla en la pared. No para de vocear, no para de moverse de un lado a otro, no para de halarse el cabello. Está histérico. Vocea una y otra vez "cállense" pero la habitación está en un completo silencio.

Y luego para. Ya no más gritos, no más caminar de aquí para allá, no más histeria. Está tranquilo.

- Siempre me voy antes de que vengas a casa. Siempre me voy cuando se que mis ataques se avecinan. No quiero recibir tu mirada llena de lástima. No quiero que me veas en tal estado. Por eso nunca estoy aquí.

No me mira cuando dice eso. Tiene la espalda encorvada y la cabeza abajo. Sus manos se vuelven puño y luego se abren. Su respiración es agitada.

- Están hablando de ti. Todos hablan de ti. ¿Sabes lo que dicen?.- Mira hacia mí. Yo niego con la cabeza.- Dicen la verdad, me dicen todo de ti. Dicen todo lo que te dije esa noche.

Camina lentamente a mí. Yo retrocedo. Estoy asustada, no sé si me golpeará de nuevo, no sé si me ahorcara de nuevo.

- ¿Debo creerles, Lucía?.- Me pregunta. Está más cerca. Niego con la cabeza.- Dime una razón, solo una, para no creerles. Dímela.

Pero no pronuncio palabra alguna. Él, al no recibir una respuesta, se altera y agarra mis brazos para zarandearme. Yo chillo del susto y trato de apartarme.

- ¡Maldita, maldita, maldita!.- Sigue zarandeándome y luego me empuja. Yo choco contra el armario. Me quedó mirándolo hasta que decido correr.

Él me sigue por toda la casa. Me alcanza en la sala y me empuja al sillón para subirse encima de mí. Agarra mis muñecas para colocarlas por encima de mi cabeza, y grita un sin fin de cosas. Yo pataleo para liberarme pero no lo logro. No hasta que el se baja y camina hacia un rincón. Se sienta  con sus rodillas pegadas a su pecho y cubre su rostro con sus manos. Está llorando. Está desesperado. Todo lo que dice es "cállense" repetidas veces. También dice que está cansado de todo, que no puede más.

No me quedo más ahí. Corro a la habitación y busco mi celular por todas partes. Cuando lo encuentro llamo a Richard. Quiero irme de aquí, pero ya.

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John sigue en la esquina cuando Richard llega. Al abrirle la puerta, él entra en pijamas desesperado y enojado. Mirando a todos lados, hasta que encuentra a John. Se dirige a él, pero yo me interpongo en su camino.

- No le hagas daño, está enfermo.- Le susurro mirándolo a los ojos. El me regresa la mirada cargada de duda.

- ¡¿Trajiste a tu jefe y amante para burlarte de mí, maldita zorra?!.- John grita y se levanta corriendo, me empuja a un lado haciendo que caiga y que me cabeza golpee la esquina de una mesa.

Estoy mareada, veo todo borroso. Mis dedos tocan la herida detrás de mi cabeza, siento algo húmedo y tibio. Es sangre. Trato de ver mi alrededor cuando oigo puñetazos y gritos. Trato de pararme, y lo logro. Veo borroso pero eso no me detiene.

- ¡Se pudrirán en el infierno! ¡Yo me encargaré de eso!.- John grita y golpea a Richard en la cara. Éste le devuelve el golpe haciendo que John tropiece con sus pies y caiga al suelo.

Esto es increíble. John se levanta y saca una navaja de su bolsillo.

- ¿Ahora que harán?.- Pregunta apuntando su navaja a mi y luego hacia Richard. Está temblando.

Richard se pone delante de mi para protegerme y retrocede. Yo retrocedo por igual. John voltea su cara y susurra unas palabras, es como si una persona le acaba de hablar por encima de su hombro. Él sonríe cínicamente y camina lentamente hacia nosotros. Retrocedemos más.

- Los mataré. Primero a ti, Lucía. Por mentirme y usarme. Por humillarme y despreciarme. Y luego a ti, hijo de puta. Por ser cómplice de esa arpía. Los matare y será tan satisfactorio.

Cuando dice esto, agarro mi celular y marco al 911. Richard susurra por encima de su hombro que corra a la habitación y lo hago.

- ¡Ven aquí, maldita sucia!.

- ¡No le vuelvas a hablar así!.- Le vocea Richard.

Cuando llego a la puerta de la habitación, oigo un grito de dolor sobre la voz de la mujer del 911. Me paralizo en ese instante y giro. Camino hasta llegar a la sala y veo el panorama. John con sangre. John gimiendo de dolor. Miro a Richard. Está paralizado mirando a John. Después comienza a alejarse.

- Por favor, vengan.- Le digo a la muchacha de emergencias.

Recuerdos de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora