Recuerdo dos

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Inserto las llaves para abrir la puerta. ¿A que demonios huele? Es como chocolate negro, exquisito pero abrumador. Totalmente incomodo. Este olor esta esparcido por todo el departamento y para colmo las luces se encuentran apagadas.  Me adentro más en el espacio, y vaya sorpresa me llevo. Velas, velas esparcidas por toda la sala, y en medio de estas está la mesa de noche que encima de ella hay una mujer, acostada, y desnuda. Totalmente desnuda, totalmente incomodo. Esta mujer tiene esparcido chocolate por su piel, no hay ni un espacio en blanco.

Dejo caer estrepitosamente mi maletín y las llaves al suelo, para que esta mujer desconocida se sobresalte y mire en mi dirección. La noto desconcertada, no más que yo, pero se recupera, yo aún no lo hago. Se para de un salto de la mesa y camina hacia mi. No la reconozco ya que lleva la cara llena de chocolate.

- Pensé que nunca llegarías.- ronronea. Conozco esa voz. La serpiente Nancy. Amiga de la niñez, increíblemente insoportable, pero buena en la cama.

- ¿Qué demonios haces aquí? ¿Como demonios tienes las llaves de mi departamento? ¿Qué... qué...?.- No paro de mover las manos señalando su cuerpo, todo desnudo y con chocolate. 

- Quería darte una sorpresa, hace mucho que no nos veíamos y cuando me respondiste ayer pensé que querías que nos viéramos y saliéramos. Pero lo pensé mejor y me dije "que tal si lo sorprendo con chocolate" pero no quería comprarte un pastel o una barra, así que se me ocurrió esta deliciosa idea.- Dice la serpiente, y me refiero a serpiente por cosas como estas: consigue todo lo que quiere, seduce a cuál sea, es el pecado y demonio en forma humana, puede aparecerse inoportunamente donde sea, como ahora. Es una serpiente.

- Pero esto es demasiado. Estás en mi apartamento, no sé cómo. Desnuda con chocolate, no se con que razón. Estás... estás aquí. ¿Puedes vestirte, por favor?.- No encuentro palabras para expresar lo que siento, pero nada tiene que ver con excitación o algo por el estilo.

- Ay, no seas tonto, estoy desnuda por una razón, y cubierta de chocolate por esa misma razón. Nos divertiremos.- Dios, no puedo creer que esto me esté pasando, ¿cómo le digo que no sin herir sus sentimientos?.

- Nancy, definitivamente cruzaste la línea, solo quítate todo ese chocolate y vístete, ¿si?. No puedo...- Me detengo al sentir mi celular vibrar. Le digo a Nancy que me espere y señalo su ropa en el piso para que se la ponga. Me alejo y atiendo al celular. Es un mensaje.

"Hola, es Lucía, la chica del ascensor. Quería decirle que mañana seré su nueva asistente. Su jefe me dio su número de celular, no vaya a creer que soy una acosadora o algo. Entonces, ¿está usted de acuerdo con esto?"

Mmm, ¿pero que tenemos aquí?. Esto va de mejor a estupendo. Lucy, Lucy, Lucy. La muchacha precisa siendo mi asistente.

"Me parece grandioso" Le respondo rápido. "Te veo en la empresa a las 6 a.m. Nos vemos, Lucy."

Guardo mi celular y me giro. No puedo creer que aún siga desnuda. Camino hacia ella, recojo su ropa del mueble y se la paso.

- No me acostare contigo, Nancy. No lo haré.- No lo haré porque tengo a ojos verde-grises en mi mente ahora mismo, quise decirle.

- ¿Quién era el del mensaje? ¿Era una chica?. Me brillaron los ojos y una sonrisa apareció en mi rostro. ¿Quién es ella?.- Exclama Nancy.

- ¿Qué... qué... pero qué demonios, Nancy? ¿Puedes ya ponerte la ropa e irte de mi apartamento, por favor? Y eso que te lo estoy pidiendo, porque si no fuera caballeroso estarías desnuda y con chocolate en la calle. Así que muévete ya.

- Conseguiré su nombre, ya verás.- Esta mujer está loca, no sé cómo fui su novio.

- Adiós, Nancy.- digo antes de cerrar la puerta en su cara.

Solo espero que no vaya a armar un escándalo con mi muchacha preciosa.

Recuerdos de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora