Recuerdo veinticuatro

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(POV de Lucía)

No respondo. No sé que responderle. Quiero perdonarlo, quiero decirle que si, y así sentirme libre, sería un peso fuera de mi hombros. No es totalmente su culpa, está enfermo. Pero aún así, nos agredió, con o sin palabras. A Richard y a mí.

Y me quedo mirándolo. Pensando. Repasando una y otra vez aquella pregunta, tratando de buscarle una respuesta.

Y él me mira por igual. Analizando mis expresiones. Tratando de descifrar la revolución en mis pensamientos. Y ve que no he llegado a nada. Totalmente en blanco.

Suspira y deja caer sus manos en sus muslos. Mira al frente, mira pasar las personas. Y luego baja la cabeza.

- Quiero llevarte a un sitio.- Se levanta y voltea hacia mí. No me esperaba esto.

- ¿Ah? ¿A dónde?.- Balbuceo.

- No es lejos, ven.- Extiende su mano invitándome a pararme. Así que lo hago.

Caminamos. Él al lado de mí, con sus manos en los bolsillos de su abrigo, su cabeza baja, sus pies arrastrándose con pesadez al caminar. Y yo al lado de él, observándolo y dándome cuenta que éste no es el chico que había conocido aquel día en el elevador. Es otro. Una alma perdida.

Salimos del Central Park, caminamos por las calles repletas de personas en sus mundos.

Entramos a un bar. Tranquilo y oscuro. Muy pocas personas se encuentran aquí. Nos sentamos en la barra y esperamos a que un señor con una inmensa barba al igual que su barriga nos atienda.

- ¿Qué desean?.- Pregunta aburrido, sus ojos casi cerrándose del cansancio.

John se levanta y se acerca al hombre. Susurra unas palabras y él asiente. Se voltea e inspecciona las bebidas hasta alcanzar una, levantando los brazos y llevándose consigo la camiseta dejando ver gran parte de su barriga peluda. Se voltea con la botella en la mano y la pone en la barra, creando un gran estruendo. Observo a John al ver lo que el hombre puso en la mesa: ron.

- Soy menor.- Río nerviosa y miro a los hombres frente de mí, sin entender lo que sucede.- No beberé eso, John.

- No te preocupes, solo será un trago.- Se quita el gorro de su cabeza y revuelve su cabello más largo que la ultima vez que lo vi.

- John...- Alejo el vaso mirando desconfiada al hombre.

- Oye, niña. ¿Beberás o que?.- Dice el corpulento hombre frente de mí. Al no recibir respuesta, se ríe y rasca su barba, el sonido produce náuseas en mí.

- Solo bebe un vaso y listo, no te hará daño.- John agarra mi vaso y vierte el líquido en él. Lo pone frente de mí y espera a que beba. Lo miro negando con la cabeza pero lo cojo cuando él arruga sus ojos y sus dedos aprietan el vaso, exasperante.

Miro el vaso, miro a John, miro al hombre. Éste último retándome a hacerlo con la mirada. Así que lo hago. Bebo hasta el fondo. Hago una mueca de asco y carraspeo tratando de eliminar el picor en mi garganta. El hombre ríe y aplaude, coge mi vaso y vierte más líquido, luego me lo entrega. John me mira y asiente en mi dirección para que beba.

- Vamos.- Coge mi mano y guía el vaso a mi boca, haciendo que beba hasta la última gota.

Y así es hasta que siento mi cuerpo pesado. Así es hasta que van seis vasos de ron en mi interior. Así es hasta que me río de cualquier cosa con el hombre corpulento.

John está quieto, a mi lado. No ha bebido. No ha hablado. No ha hecho ni un movimiento. Pero no me importa. Estoy bien y me siento bien.

Soy yo esta vez la que coge el vaso y la botella, soy yo esta vez la que se sirve. Peter, el hombre corpulento, se sirve conmigo y disfrutamos del sabor.

Cuando Peter y yo cantamos el coro de una canción en la radio, mi celular suena. Me río del galillo de Peter y busco mi celular en la cartera. Lo veo al fondo, pero la llamada termina así que lo saco y lo dejo encima de la barra.

Pasa una hora, entre cantos y risas, entre bailes, entre llamadas sin contestar en mi celular y muchos más tragos. Y John sigue igual que antes, solo que ahora está más atento a mí.

- Lucy, creo que ya es suficiente.

Estoy parada, bailando y riendo. John agarra mis brazos y trata de sentarme en la silla. Pero me separo y pongo mis puños frente mi cara, en señal de defensa. Lanzo puñetazos al aire y oigo a Peter reír. John agarra mis muñecas y me voltea pegando mi espalda en su pecho. En ese rápido movimiento, veo a alguien. Vuelco mi cabeza en esa dirección y trato de enfocar la mirada. Lo veo borroso pero distingo un cabello pelirrojo.

Peleo con John para que me suelte. Quiero hablarle a esa maldita perra. Quiero saber que hace aquí. Mi celular suena en la barra, John maldice en voz baja y se acerca para cogerlo. Camino como puedo a donde vi a Nancy, pero no la encuentro. A lo lejos escucho a John hablar por mi celular, no lo presto atención.

Me rindo al no verla por ningún lado. Camino devuelta a la barra y me siento para servirme más. John también ha desaparecido. El bar está más lleno. Miro a la ventanas, ya es de noche.

Unos minutos después, llega John. Se sienta a mi lado. Luego, la campanilla de la puerta del bar suena. John desaparece de mi lado, literalmente lo hace. Me volteo rápido para ver que ha sucedido. Richard ha cogido a John por los hombros y lo ha jalado para atrás, haciendo que caiga de la silla al piso con un fuerte estruendo. John hace una mueca de dolor, Peter salta la barra, o eso trata de hacer ya que su gran barriga apenas lo deja, para defender a su amigo, pero Ian lo detiene con un gran puñetazo en la cara.

En ese momento, me paro y tambaleo para atrás. Richard ve de reojo mis movimientos y se voltea para agarrarme antes que caiga sobre mi trasero. Pero de reflejo veo a John levantarse y jalar por los hombres a Richard, lo voltea y atesta un puñetazo en su mejilla derecha.

Termino cayendo al suelo. Gimo de dolor y gateo hacia la barra para apoyarme de ella y levantarme. Veo a Peter caminar para el baño mientras se tapa la nariz y maldice. Ian está sentado en una mesa mientras se bebe una botella de agua y mira a Richard y a John pelear.

Esperen, Richard y John están peleando. Camino hacia ellos entre empujones ya que la gente corre a la puerta, asustados. Pero me detengo al ver de nuevo a Nancy. Ella al notarme sale rápidamente, pero no la sigo. Llego a donde están John y Richard.

John lanza un puñetazo en dirección a Richard, pero éste lo evade y lo golpea en la barriga haciendo que John se doble y tosa. Richard camina para atrás y choca conmigo, se voltea y agarra mis brazos.

- ¿Estás bien?.- Me pregunta, su respiración agitada.

No llego a responderle al notar un rápido movimiento a nuestra derecha. John lanza un puñetazo pero éste no le da a Richard. Sino a mí. Siento un inmenso dolor en mi nariz, un mareo que hace que me tambalee para atrás y caiga al suelo golpeándome fuerte la cabeza.

Siento dolor, mucho. Siento mis ojos cerrarse, y mi cuerpo sin fuerzas. Siento un liquido salir de mi nariz, recorrer mi mejilla izquierda y terminar en la cima de mi cuello.

Trato de abrir los ojos. Veo, borroso, como Richard se encuentra encima de John, ahorcándolo. Ian aparece en mi campo de visión y grita zarandeándome. Pero no puedo distinguir lo que dice, no llego a comprenderle porque mis ojos van cerrándose. Mi cuerpo se siente más pesado y mi cabeza vibrar del dolor. Hasta que quedo dormida.

Recuerdos de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora