Capítulo 10

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Brando no lo duda ni un segundo y se va corriendo hacia nuestra habitación, para buscar los bolsos y las cosas que preparamos.

Se estarán preguntando qué es lo que pasó....ROMPÍ BOLSA... y tengo contracciones cada vez más seguidas, pero los doctores me pidieron que esté tranquila. Intento tomarlo con calma, ¡pero mierda! 

-Bonita respira hondo -dice Brando mientras baja las escaleras un poco agitado. 

Comienzo a respirar como me dijo el doctor y por momento el dolor disminuye un poco, pero cuando regresa, ¡Dios!, ¡sáquenme a mis peques YA!

-Cariño, ya está todo listo, vamos al hospital. Carlos ya se comunico con el doc, las camionetas están listas y también llamé a tus padres -dice mientras me ayuda a salir del interior de la casa, pero antes de irnos, escuchamos cómo entran las chicas por la cocina.

-Olivia, usted tiene que estar tranquila, todo saldrá perfecto -dice una de las chicas, la más amorosa. Me da un beso rápido y se corre un poco.

-Olivia, por favor, haga lo que le dijo Mary que todo saldrá espectacular -me dice Lucy y hace lo mismo que Mary.

-Olivia tendremos todo listo para cuando regresen, estuvimos practicando las respiraciones y demás, usted esté tranquila. Todo saldrá fenomenal -Lili me da un beso en la frente y un pequeño abrazo y nos vamos.

Brando me da caricias mientras nos encaminamos hacia la camioneta de Carlos. Me sorprendió, pensé que íbamos a ir con Brando.

-Cariño, ¿por qué no manejas tu? -le pregunto mientras que me siento en el asiento trasero, estiro mis piernas y continúo respirando. Brando toma mi mano y se coloca de costado, para estar más cerca mio y poder mirarme.

-Porque te quiero cuidar y si estoy manejando no voy a poder hacer nada, ya que voy a estar manejando -me dice con tanta ternura que me derrito. Me acerco un poco y junto nuestros labios, Brando me responde al instante y comenzamos a besarnos. Mi bonito me da pequeños besos, de una forma muy tierna y cuidada. Toma parte de mi cara con una de sus manos y me da pequeñas caricias en los pómulos, nuestras lenguas finalmente se encuentran y yo lo necesito más cerca, así que me acerco un poco más y hago lo mismo que él. Coloco mi mano en su rostro y le doy caricias en su pómulo, puedo sentir como la barba le está creciendo. 

Pero una fuerte contracción, hace que le muerda el labio inferior a mi Bonito. 

-Cariño tranquila, falta poco, estamos casi en la esquina del hospital -dice para tranquilizarme en su tono "tranquilo".

-Cariño me duele mucho -le digo "calmada". Tengo unas ganas inmensas de gritar y morder todo, apretar las cosas fuertes, no sé, ¡quiero que este dolor se calme ya!

-Vamos Oli, tranquila. Ya llegamos -me ayuda a bajarme de la camioneta, pero antes de irme, observo a Carlos por el espejo y él me guiña un ojo, le digo te "te quiero" y ahí sí tomo la mano de mi Bonito y me siento en la silla de ruedas, el vientre está tan grande que ya ni caminar puedo. 

Brando me lleva hacia el interior del hospital y como vine tantas veces, todos me reconocen, me saludan y me felicitan. Intento sonreirles, pero se me complica un poco...  

De la nada aparece el doctor, apenas lo veo una sonrisa inmensa aparece en mi rostro. Brando me da una linda caricia en mis hombros y rápidamente le tomo la mano y seguimos derecho, hasta que nos encontramos al Doc, con una sonrisa inmensa.

-Olivia, Brando, qué alegría verlos -dice. Nos da un lindo saludo y luego me llevan a la habitación donde voy a estar por unos días. 

Una vez que ya estoy acostada en la cama, con el suero en mi brazo izquierdo, Brando se acerca a mi y comienza a darme besos en la frente.

-Hermosa, hermosa mía. Sabes cuánto te amo y también sabes cómo voy a cuidar de ti y de mis peques. Sos lo mejor que  me pasó en la vida y sabes una cosa -dice, mientras me regala esa sonrisa que tanto me gusta y me da una caricia que tanto me completa- lo que más me enamora cada día más, es tu fortaleza, tu manera de enfrentar los problemas, tu forma de amarme a mi y a mi familia. Sos todo lo que nunca pensé que iba a tener y míranos ahora, estamos aquí los dos esperando a nuestros peques. Te amo Olivia, jodidamente te amo y nunca me voy a cansar de decírtelo -estoy llorando a mares, estoy tan emocionada. No puedo creer que esté con él, que sea el padre de mis peques y el hombre de mi vida.

-Te amo Bonito, te amo mucho, mucho. Gracias por ser como sos, por tratarme así, por hacerme sentir la mujer más feliz del universo, por amarme, respetarme, por todo. No sabes lo agradecida que estoy de que seas el padre de mis peques, de que seas el hombre de mi vida y de que me ames, tanto como yo te amo a ti -le digo entre las lágrimas. Brando me limpia un poco las pequeñas gotas que salen de mis ojitos y mientras tanto me regala esa mirada que tanto me gusta, esa sonrisa que tanto me encanta.

-Olivia, llegó el momento -dice el doctor, entonces Brando se coloca a mi lado y comenzamos con el trabajo de parto. Siempre Brando me sostiene la mano y me da caricias y aliento.











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