Capítulo 20

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Sigo sin entender cómo es que sucedió todo. De la nada apareció ese auto, y lo más extraño es que los frenos de la camioneta no funcionaban.

Tengo un dolor fuerte en la cabeza, siento la garganta seca; me duele cuando trago. Pero lo que más me asusta y me preocupa, es que no siento mis piernas.

Brando intenta calmarme, pero no puedo creerlo. Mis ojos se llenan de lágrimas y lo único que hago es llorar en silencio. Observar la nada misma y siento que todo se viene abajo.

¿Acaso nunca vamos a poder ser felices?

¿No podemos estar tranquilos?

-Mi amor, ya viene el doctor -me dice Brando. Lo miro a los ojos y puedo notar su preocupación, me quedo observándolo, pero no puedo hacer nada. Simplemente lo miro.

-No me puedo mover -intento decir, pero tengo un nudo en la garganta y me cuesta hablar.

-Tranquila Bonita, esperemos al doctor -deposita un beso en mi frente y luego me susurra un "te amo". 

No puedo entenderlo, estoy en shock. Jamás sentí algo similar. 

En eso veo como el doctor entra, observo como se acerca a la camilla y posa sus manos en mis piernas. Me doy cuenta que está haciendo presión con sus dedos, pero no lo siento, solo lo observo. 

Las lágrimas salen y salen, Brando sostiene mi mano. El doctor le dice algo a Brando y luego se va. 

-Bonita, vamos a hacerte un estudio. Tranquila mi amor, ya todo va a estar bien.

-Brando, no sé lo que me sucede, no comprendo cómo es que estoy así ¿Por qué no puedo mover las piernas?, ¿por qué no las siento?

-Mi amor, ya vamos a ver que dice el doctor, pero tenes que estar tranquila.

-No funcionaban los frenos -siento que se pone tenso, su mirada cambia, pero toma una respiración demasiada profunda para mi gusto, y simplemente me da un beso en la frente.

-Tranquila Bonita, ya me voy a encargar de eso. Ahora lo importante es que estás aquí conmigo

-Brando, no voy a poder caminar más, te vas a avergonzar de tener una prometida en mis condiciones. No vamos a poder follar.  Ya no sirvo para nada -lo último lo digo sollozando, Brando está bastante desconcertado.

-Olivia, ¿qué estás diciendo? Joder, te amo así como estás ahora y así como estabas antes. Para mi sos la mujer de mi vida, la madre de mis hijos. Camines o no, mi amor por ti no cambia, y yo sé que vas a volver a caminar -me da un pequeño y rápido beso en los labios- Jamás me podría avergonzar de una mujer como vos, jamás jamás. Sos hermosa, amorosa, sensible, sos todo. Olivia sos mi vida, sin vos me muero. No sabes lo feliz que estoy de que estés aquí conmigo. Cuando vi tu camioneta en la carretera, creí que todo mi mundo se derrumbaba. 

-Te amo Brando, pero no quiero atarte a mi en estos momentos. Vos necesitas estar con una mujer que te complete en todos los sentidos, yo no puedo hacer nada -cada palabra que le digo, me duele en el alma. Pero no lo puedo condicionar.

-Olivia, te amo a vos, ¿qué tanto no entiendes? ¿Acaso no lo demuestro? ¿No te es suficiente todo lo que hago por vos? Te amo joder, te amo. Y no me importa nada, vamos estar juntos para siempre, no quiero a otra mujer que no seas tú. No quiero a nadie más que no seas tú. Te amo a ti. Te amo demasiado, creo que la palabra no me es suficiente para explicarte todo lo que siento.

-Brando, yo te amo demasiado, no quiero condicionarte, nada más; es por tu bien -le digo mientras acaricio su mejilla- todo lo que hiciste por mi, todo lo que haces siempre te lo voy a agradecer, pero Bonito, simplemente no quiero ser una carga.

-Olivia, quiero que seas mi carga, siempre voy a estar a tu lado, en las buenas y en las malas. Mi amor, hasta siempre siempre vamos a estar juntos, quiero que de una vez te entre. Camines o no, yo te voy a amar igual y voy a querer estar con vos igual.

-Te amo.

-Te amo.

Y así dimos por finalizada la conversación, aunque me cueste entenderlo, si me pongo a pensar...yo haría lo mismo por él, pero tampoco quiero condicionar su vida. Tendré que sobrellevar esta situación, tendré que hacerlo, por más que me duela y me parezca extraño.

-Olivia, esto que te está sucediendo, es una de las consecuencias del accidente. Pero quiero que estés tranquila, lo más probable es que vuelvas a caminar cuando menos te lo esperas. Te daré una orden para hacer unas sesiones, así comienzas con la recuperación -dice el médico.

-Gracias doctor -respondemos Brando y yo al unísono. Luego de darnos la receta, y un asentimiento junto a un saludo, abandonó la habitación.

-Ves mi amor, ya todo se va a solucionar. Juntos siempre mi Bonita.

-Juntos siempre mi Bonito.





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