Capítulo 29

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Esa misma noche nos reconciliamos, pasamos una noche hermosa. Todo mi enojo se fue lejos lejos. Con Brando está todo increíble, pero con mi padre, con mi madre y mi hermano las cosas no están bien. Yo no puedo creer que me hayan mentido durante toda mi vida y no me digan nada, ni siendo mayor de edad. Lo único que recuerdo es que mi madre, alguna que otra vez, me ha dado a entender que hay cosas que yo no sé, pero jamás pensé que era esto. Es algo que no lo puedo creer, ya voy a hablar con mi madre. 

Me encuentro acostada en mi cama, sola. Brando tuvo que ir a la empresa a resolver unos asuntos. Decido levantarme, me mareo un poco, pero luego continúo hasta el baño tranquila. Me observo en el espejo y veo como mi vientre crece y crece. 

Prendo la ducha y me doy un baño rápido; el agua está tibia como a mi me gusta. Una vez que ya estoy lista, salgo y me seco el cuerpo. Enciendo el secador de pelo y comienzo con mi rutina. Una vez que mi pelo está seco, voy con las cremas para el cuerpo y la cara. Intento hacer todo rápido así veo a los pequeños y a Melody. Salgo del baño y voy al vestidor, según el clima de mi celular, hoy va a estar templado. Así que escojo un jean oscuro, agarro una remera manga corta blanca con unos detalles en colores cálidos en los hombros, una sandalias en mis pies y estoy lista.

Salgo de la habitación y me dirijo al cuarto de mis pequeños. Están dormidos, aún es temprano para que se levanten; aprovecho y me dirijo con Melody. Me acerco a la puerta de su dormitorio, toco dos veces y siento que dice "pase". Cuando paso, la encuentro sentada en la silla observando la ventana, en la mesa pequeña frente a la ventana se encuentra una bandeja con el desayuno, sin tocar. 

-Melody, ¿te gustaría ir a caminar por el jardín? -espero que me responda.

-Bueno -no puedo creer que aceptó la propuesta. Se levanta de a poco, por suerte tiene una ropa distinta; al parecer se ha bañado.

Cuando nuestros ojos se encuentran, me da un fuerte abrazo, yo simplemente intento contenerla. Lo que está viviendo es muy difícil y bueno estoy aquí para apoyarla. En silencio nos separamos y nos vamos de la habitación. Bajamos las escaleras y la casa se encuentra en silencio, Melody toma iniciativa y sale al jardín. Yo antes de salir, le digo a Lili que voy a estar en el jardín con Melody hablando, Lili comprendió todo. 

Ahora sí me dirijo para el jardín, Melody ya se encuentra sentada en una de las sillas, me dirijo a mi silla y simplemente me quedo en silencio observando el paisaje. De vez en cuando miro a Melody, tiene la mirada perdida en el horizonte.  

-Olivia, yo amo a tu hermano. Siempre estuve enamorada de él, desde el primer día que lo vi supe que él era el hombre de mi vida. Lo sentí en la piel, en el cuerpo, en el corazón. En ese entonces me encontraba con Mateo, y supe que ya no lo amaba como un hombre, como mi pareja. Pero a la vez sabía cómo era tu hermano, y también me enteré que estuvo con alguien de la empresa; entonces nada, fue como una especie de amor platónico. 

Melody sigue mirando el horizonte, se le caen algunas lágrimas mientras me cuenta cómo es que se enamoro de mi hermano. Mientras tanto yo la escucho atentamente.

-Y ese día que nos confesamos todo, que ya ninguno estaba en pareja, que solo eramos él y yo, mi vida cambió para siempre. Mis sueños se cumplieron, él estaba enamorado de mí y yo de él. Desde ese día nunca nos separamos, siempre estuvimos para adelante y afrontando todas las situaciones. Nos fuimos a vivir juntos, luego quedé embarazada de este precioso niño que dentro de poco estará aquí con nosotros. Pero esto que sucedió, me destrozó, me tomó desprevenida. Millones de pensamientos se me cruzaron por la cabeza, quizás se le fue el amor, quizás encontró a una mujer más linda, quizás se aburrió. Tengo millones de quizás y cada uno de ellos me lastima más. Se fue así como si nada, sin despedirse, sin dejar una carta, algo. Ni siquiera se comunicó en estas dos semanas. 

Melow estaba contándome cómo se sentía, cuando en un momento se escucha cómo mi hermano Lucas grita su nombre. Giramos nuestros cuerpos hacia el comedor, y nos encontramos con un Lucas, con unos moretones en la cara, viniendo corriendo hacia donde estamos nosotras. Melody se queda quieta, ni una lágrima se le cae de sus preciosos ojos, no se mueve. Mi hermano solo tiene ojos para ella.

-Melody, por favor mi amor, necesito que me escuches -Lucas se encuentra arrodillado frente a Melody, ella simplemente lo mira a la cara. 

En estos momentos decido levantarme e irme hacia el interior de la casa. Me encuentro con Brando y los peques en sus brazos. Están jugando con su cara, Brando me mira y yo simplemente le sonrío. En verdad estoy preocupada por mi hermano, jamás lo vi con un moretón, y como se presentó hoy a casa me dio un escalofrío en todo el cuerpo. 

-Bonita, no estés preocupada, ya todo acabó -me dice mi Bonito mientras que se acerca a mi y me da un beso en los labios. Le correspondo el beso y siento como Bel agarra mi pelo y tira de él. 

-Princesa, por favor, no me agarres el pelo fuerte -le digo. Sé que no me entiende nada, pero bueno, me gusta hablarle.

-¿Cómo te fue, Brando? -le pregunto mientras que agarro a mi pequeña traviesa y la apretujo toda. 

-Bien, pudimos resolver estos problemas; fue un error de uno de los contadores, pero ya lo resolvimos. 

-Me alegro mi amor -le contesto, me siento en el sillón y él hace lo mismo al lado mío. 

-¿Cómo te sientes amor? -me pregunta. Jude no para de tocarle la cara.

-Bien, ésta mañana no sentí nauseas ni nada, simplemente un poco de mareo. 

-Al parecer se está portando bien mi pequeña.

-¿Piensas que es una nena?

-Siento que sí.

-Seguro será hermosa como el padre.

-Seguro será hermosa, buena, cariñosa, como su madre.

-Ay Bonito, como estás -le digo mientras que me acerco y le doy un beso.

-Te amo Olivia.

-Te amo Brando.

Nos quedamos los dos juntos observando el jardín y vemos como mi hermano y Melody se abrazan. Al parecer se arreglaron, y eso es lo que más me importa. Ya voy a hablar con Lucas, que no crea que va a ser tan fácil escaparse de esta. Y lo que le espera a mi padre...no pienso dejar las cosas así. Pero primero están mis pequeños, se encuentran más juguetones que nunca. Cada día están más grandes, los dientitos comienzan a formar sus hermosas sonrisas. Sus cabellos crecen y crecen, sus manos, pies, su rostro, todo crece de una manera muy rápida.





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