BONITO

Capítulo 23

Belle no para de llorar, desde hace ya tres noches que le cuesta dormir. Estoy un poco agotada, esta situación me supera. Por suerte Brando es el mejor padre y prometido, novio, todo y me super ayuda con la pequeña. Fuimos con el doctor y dicen que son gases, es muy normal, pero si hay algo que no me gusta es ver a mis niños llorar; y siento que mi pequeña está sufriendo. 

Por eso estamos haciendo todo para que no sufra tanto. Compramos unas gotitas que nos recetó el médico, al parecer funcionan porque se las dimos la noche anterior y no lloró tanto. Durante el día algún que otro lloriqueo, pero de a poco va volviendo a ser mi pequeña princesa hermosa.

Por otro lado está Jude, él se está portando increíble. Está muy activo, jugando con todos los chiches que les trajeron sus abuelos de Argentina, está como loco con un auto rojo que le regaló mi padre. 

Tengo que viajar a Argentina, ver unas cosas de la empresa. Brando me va a acompañar con los peques, vendrá Lili con nosotras para ayudarme con los niños. No es muy necesario que vaya, pero quiero ir a ver como está todo. Los niños están grandes por suerte, dentro de dos meses cumplen un año. 

-Bonita, ven un rato a descansar, luego sigues con la compu -me dice Brando cerca de mi oído. Estaba tan sumida en mis pensamientos de todo lo que está pasando, que me olvidé completamente de que él se encontraba aquí. 

-Termino esta planilla y voy -le digo mientras sigo completando la tabla de descuentos. 

-Vamos amor, estás desde el mediodía, ya son las cinco de la tarde -cuando me dice la hora que es, no lo puedo creer. Se me pasó el tiempo volando.

-Ni cuenta me di que pasó todo este tiempo -me giro para observarlo- lo siento amor, el tiempo se me pasó volando -dicho esto le doy un casto beso en su carnosos labios. Apago la computadora y Brando me conduce a la cama. En ésta se encuentran acostados los peques, se ven que están muy dormiditos, ni se mueven.

-¿Hace mucho que se durmieron? -le pregunto a Brando, mientras me da pequeños masajes en los hombros. 

-Hace 20 minutos que los dormí, les di la leche y fueron cerrando sus ojitos -en verdad Brando me ayuda muchísimo, es un padre super presente.

-Gracias mi amor -le digo mientras me giro para poder observarlo a la cara. 

-No tienes por qué agradecerme cariño -me dice mientras que me da besos en la frente, pómulos y por último en la boca.

-Sí, quiero agradecerte por tratarme a mi así; por ser el hombre de mi vida, el padre de mis hijos, por ser mi todo, por quererme, cuidarme, respetarme y acompañarme en las buenas y en las malas -se me escapa una lágrima. Brando impide que caiga, dándole un beso. 

-Mi amor, te amo y es inevitable que no te ame, que no te cuide, que no te respete. Simplemente me sale desde lo más profundo de mi ser. Soy el hombre más afortunado del mundo de tenerte a mi lado.  Y no quiero perderte nunca, no quiero que les suceda nada a nuestros hijos, siempre los voy a cuidar, hasta que me muera -soy una jodida afortunada de tener a este hombre a mi lado, qué más puedo pedir...nada.

-Te amo Brando, te amo infinitamente.

-Te amo Oli, infinitamente.

Comenzamos a besarnos, los brazos de Brando van directos a mi cintura, están totalmente aferrados. Mis brazos están alrededor de su cuello, con una de mis manos le doy pequeñas caricias a sus cuero cabelludo.

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 Unos llantos me despiertan, puedo reconocer que es Jude el que está lloriqueando. Mis ojos se abren de apoco y observo a Jude, tiene hambre.  Así que lo tomo con mis brazos y lo acerco a mi pecho, me inclino un poco y ya sabe que tiene que hacer. Nos quedamos así en silencio, mientras tanto observo como Brando agarra a Belle, están dormidos, pero sé que Bel en cualquier momento se va a levantar. Se puede ver que de a poco se va moviendo, Brando lo nota y abre sus preciosos ojos y la mira, una pequeña sonrisa se le escapa y la acerca más a su pecho. Luego alza su vista y se encuentra con la mía, le sonrío y él me responde con su hermosa sonrisa. 

-Sos preciosa -me dice en susurro. 

-Vos sos precioso -le sonrío.

-Vos sos más.

-No, vos.

-Podemos estar toda la tarde así... -me dice mientras se acomoda a Bel en su pecho, boca abajo.

-Pero sabes muy bien que voy a tener razón yo.

-Estás equivocada muñeca, yo siempre tengo razón -ah bueno, lo último que nos falta, que se nos agrande el sultán. 

-Tranquilo muchacho, la mayoría de las veces yo tengo la razón -lo miro de reojo.

-Sí mi amor. 

-Te amo.

-Te amo

-Oli estuve pensando, y ahora que los niños están un poco más grandes podríamos empezar a ver lo del casamiento -me emociono al instante, y alguna que otras lágrimas se me escapan.

-Sí cariño, cuando quieras.

-¿Estás de acuerdo? ¿Todavía te quieres casar conmigo? -cuando me hace esa pregunta mis ojos se abren como platos, no puedo creer lo que acaba de preguntar.

-Sí mi amor, estoy más que segura. Cada día me lo confirmas más. Te amo, sos el hombre de mi vida, el padre de mis hijos; sin ti no podría vivir.

-Te amo Olivia, te amo jodidamente, te amo a más no poder cariño y quiero que nos casemos ya.

- Cuando tú quieras mi amor -se acerca a mi y nos damos un beso profundo.

-Okey, dentro de dos meses, ¿te parece? -es un poco pronto, pero tengo unas ganas de hacerlo.

-Okey, para ese entonces los niños ya tendrán un año. Después vamos a hablar con nuestras familia. 

-Me parece perfecto.

-Tengo que ver el tema del vestido. No me va a entrar ninguno, estoy hecha una ballena.

-Estás hermosa mi amor, vas a estar hermosa ese día. No veo la hora de que ya llegue.

-Te amo.

-Te amo.

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