Capítulo 26

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Me encuentro acostada, Brando está re dormido, su brazo rodea mi cintura. Aún no le dije nada del embarazo. Tengo muchas ganas de decírselo, pero a la vez una parte de mi tiene ciertos temores, como por ejemplo...cuando me ponga redonda como una ballena, no me va a querer ver más. Me encuentro acostada, observando el techo de la habitación, tengo unas náuseas tremendas. Pero si me muevo Brando se va a despertar, y mañana tiene que levantarse temprano para ir a la empresa.

Pero las ganas de vomitar que tengo son más fuertes, como puedo saco el brazo de Brando y me levanto. Me mareo un poco cuando mi pies tocan el piso, voy directo al baño, y ahí saco todo. Esto es lo que detesto de los embarazos, los vómitos, las náuseas. Odio vomitar, no creo que a nadie le guste hacerlo... Mientras que estoy inclinada en el inodoro, siento la mano de Brando en mi espalda, sosteniendo mi pelo y dándome caricias. Odio que me vea vomitar, me veo fea, lo que largo de mi cuerpo es feo. Salen lágrimas de mis ojos, no sé por qué tengo ganas de llorar.

-Tranquila Bonita, aquí estoy -dice mi amor.

-Brando, no quiero que me veas así -le digo como puedo. 

-Mi amor, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad -cuando me dice eso, me pongo a llorar. Es tan dulce.

Una vez que terminé, me quedo un rato sentada. Cuando intento levantarme, con la ayuda de Brando, me mareo. Brando me sostiene, luego vuelvo a esperar unos minutos y al fin me puedo sostener; no lo puedo mirar a los ojos, me da vergüenza. Cuando me miro al espejo, veo que estoy espantosa. Qué horror, puedo sentir la mirada de Brando penetrarme por la espalda.

-Olivia, ¿qué ocurre? -una vez que me limpié la boca y todo, ahí me digno a mirarlo a los ojos. Lo primero que me encuentro es preocupación, no quiero que esté preocupado mi bonito.

-Brando tengo que contarte algo... no es de la forma que te lo quería contar, pero bueno ahí voy - Brando me observa y su cara se va transformando, pero no puedo descubrir qué es lo que le pasa por la cabeza. 

-Olivia, me estás asustando -ay mi bonito está preocupado.

-Estoy embarazada.

Dos segundos luego de decirle la noticia, siento que estoy en el aire girando. Las manos de Brando se encuentra en mi espalda, sujetándome fuertemente. 

-Bonita, ¿enserio? -tiene una sonrisa hermosa en su cara.

-Sí mi amor -le digo mientras que me agarro de su cuello.

-Ay mi amor, qué alegría, me haces el hombre más feliz del mundo -me dice mientras que siento como mis pies tocan el piso y ahora mi bonito es el que me pasa a mi, volví a quedar pequeña a su lado. 

-¿Me vas a seguir queriendo aunque sea una ballena? -le pregunto un poco triste, siento como mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas.

-Bonita, no quiero que vuelvas a decir eso, sos hermosa así. Y te pones más hermosa cuando estás embarazada mi amor, estoy completamente enamorado de vos. Solo tengo ojos para vos, así que chiquita, a mi me excitas embarazada o no -dicho esto, me agarra del cuello y estampa sus labios junto a los míos. Menos mal que me lave los dientes. Comienzo a perderme en este hermoso beso, siento como las manos de Brando recorren todo mi cuerpo. Ya mis bragas se mojaron dos veces como mínimo. Este hombre me puede prender tanto, sus fuertes brazos cada vez están más tonificados, ni hablar de su estomago duro. Pero lo que más me excita de todo, son esos aritos que tiene en las tetillas acompañados de sus tatuajes. Mi bonito es todo un chico malo y es completamente mío.

Y así pasamos la noche, haciendo el amor y festejando la nueva llegada del nuevo peque. Soy la mujer más feliz del mundo, no puedo creer cómo es que mi vida cambió tanto. No necesito a nadie más, con mi familia lo tengo todo y estoy completamente agradecida. 

BONITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora