Capítulo 30

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Luego de la desaparición de mi hermano, pasaron unos días y llegaron mis padres. Yo seguía ofendida con todos ellos, porque nunca antes me habían contado. Mi hermano el día que volvió nos contó todo, simplemente a mi y a Melody. Por mi parte, no podía creer que mi hermanito estuvo en ese mundo; jamás me lo hubiese imaginado, pero en esta vida todo me sigue sorprendiendo. Ese mismo día perdoné a mi hermano, no puedo estar peleada con él, por supuesto que le dije unas cuantas cosas; pero solucionamos todo. 

Melody cambió radicalmente cuando mi hermano le contó todo. Al principio estaba enojada, pero luego mi hermano supo como endulzarle y bueno, así terminaron, dándose besos y diciéndose cosas lindas. 

Por otra parte, me voy poniendo cada vez más ansiosa, el tiempo pasa y mi casamiento se asoma. Mis padres viajaron para España y aquí estuvimos todos en familia. Con mi padre tuvimos un larga charla y pudimos solucionar las cosas, al igual que con mi madre. Las cosas vuelven a encaminarse, mis peques como siempre hermosos y cada día más grandes.

Para ser exactos ya estamos a menos de un mes, mi vientre crece y crece, pero aún no sabemos el sexo del bebe. Estamos muy ansiosos todos. Ninguno tiene preferencia, lo único que nos importa es que llegue al mundo con amor. Si es por Brando y por mi, tendríamos un equipo de rugby, pero vamos tiempo al tiempo. 

-Olivia, vamos que sino llegamos tarde -me dice Brando desde la puerta del dormitorio. 

-Ahí voy, no sé que ponerme, estoy muy fea -casi que lloro, no encuentro nada que ponerme, en todo me veo gorda y fea. Brando se acerca y me agarra mi cara gigante.

-Bonita, no digas más esas cosas. Vos sos hermosa joder, y más cuando estás embarazada. No me hagas hablar amor, sino no nos vamos más. Te amo joder y sos preciosa, ¿no te diste cuenta cómo te mira la gente por la calle? Sos un fuego estando embarazada o no. Pero lamento decirles a todos los hombres, que sos completamente mía.

Y así Brando termina de decirme todas esas cosas lindas, con un beso muy lindo, fogoso y lleno de amor. 

-Ahora mi amor, quiero que te cambies y nos vamos volando porque sino Marixa nos va a matar.

-Bueno, te amo.

-Te amo Olivia.

Y así me deja sola en el vestidor, viendo que ponerme. El día está soleado, corre un poco de aire fresco. Decido ponerme un vestido de esos que me gustan a mi, hasta los pies, con unas sandalias con un poco de taco. Lentes de sol; mi pelo está suelto, y cada día más largo. Maquillaje rápido y conciso. Delineado, bronzer, labios, y listo.

Intenté hacer lo más rápido que pude, ya que Brando tiene razón. Marixa es la que nos está ayudando con la organización del casamiento, la parte del catering, lugar, decoración, etc; y no le gusta que lleguemos tarde. Es amiga de mi madre, a ella la conozco prácticamente desde que nací. Son amigas desde pequeñas, del colegio, y bueno no se separaron nunca. Marixa además está casada con un amigo de mi padre, todo está en familia. Somos una especie de clan.

Salgo del vestuario y ahí se encuentra Brando en la cama, acostado con su celular. Cuando me ve, levanta la vista y me mira de arriba abajo; me puse nerviosa. Se levanta de la cama y viene conmigo. Piensa que estoy espantosa.

-Olivia, estás hermosa, carajo. ¿Acaso te viste?, ¿viste cómo te queda el vestido? Que me condenen si no me gusta, joder.

Okey, no esperaba eso. Para mí parezco una bolsa de papas.

-Ay Brando, no seas exagerado...

-Olivia, estás jodidamente hermosa, perfecta. Tus pechos, tu culito sexy. Mi bebé, joder, todo. Tengo ganas de hacértelo ahora mismo.

Mis bragas ya se mojaron y más como me está tocando el culo, Dios, me está dando besos sutiles en el cuello y me dice lo hermosa que soy. 

-Brando, amo que me toques el culo y que me des besos en el cuello, pero cariño tenemos que irnos, sino vamos a estar en problemas.

-Lo sé, pero joder, estás hermosa y no me puedo contener.

Y ahí es donde se va todo al cuerno, porque yo tampoco me puedo contener.

-Brando yo tampoco -intento decirle, mientras algunos gemidos se me escapan.

-Entonces nena, esto será rápido, pero te prometo que a la noche te lo recompensaré. 

-Hazlo Bonito, por favor.

-Infiernos que lo voy a hacer.


Luego de ese momento de lujuria, hermoso pero rápido, salimos volando. Saludamos rápido y nos fuimos al deportivo de Brando, ya que los peques están con sus abuelos jugando en el jardín con Toby y sus tíos.

-Nena, estás muy sexy. 

-Brando, basta que no vamos a llegar más.

Me da un fugaz beso y acelera. Maneja rápido pero con cuidado, ya que estamos esperando a nuestro tercer hijo; y además ya conocen a Brando, cómo se pone con el tema de la seguridad y bla bla bla. Obvio que vienen algunos muchachos con nosotros.

Por suerte esto es lo último que tenemos que hacer, es probar la torta y esas cosas. Tenemos que dar el okey a la comida y listo. Las invitaciones están repartidas y está todo en marcha. Los trajes y vestidos de todos ya están, me falta ir al día de spa con mi madre, Melody, Vera y la pequeña Sere y listo.

Menos mal que el lugar nos queda muy lejos...llegamos más rápido de lo que yo esperaba. Brando me ayudó a bajar y nos dirigimos al restaurante, ellos se van a encargar de todo el catering. Marixa nos está esperando y comenzamos a degustar. En verdad me gustó todo, a Brando también y le dijimos a todo que sí. 

Lo que más me gusta es la torta, es preciosa, simple; pero preciosa y deliciosa. Sin faltar el chocolate, por supuesto. Fue la única condición que puse, después que ellos hagan y pongan lo que a ellos les parezca. Es uno de los restaurantes que más me gusta de aquí de España.

Una vez que terminamos con todo, le dijimos a Marixa si quería venir para casa, ya que vamos a tomar el té en el jardín con todos; de paso compramos algunas delicias de la pastelería que está al lado. Dijo que sí, justo su marido estaba esperándola en el auto, así que vino también Oscar, con su BMW. Por supuesto que Brando investigó al hombre, antes que nada. Y bueno, parece que está limpio, como diría Brando. Nos vamos a nuestro hogar, mi madre se pondrá contenta de ver a su amiga y mi padre igual con su amigo. Yo tengo unas ganas de estar con mis hijos que quiero ir corriendo. 

Brando decide llamar a Vera, para decirle si quiere venir con Sere y Emanuel. Vera aceptó dudosa y yo sé por qué. Y para su desgracia, Bastián está en casa. Se llevan muy bien con mi hermano, cosa que me sorprendió. Estos chicos se conocen desde hace mucho tiempo, y yo no tenida idea de nada; pero bueno, el mundo es pequeño.


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