I can't touch the Sky [NamJin]

Tres

[JIN POV]

Llegué a mi casa y me encontré con TaeTae jugando con sus cartas al memorice. Desde que nuestra madre falleció, siempre se dedica a jugar para no pensar mucho en aquello. Nuestra madre siempre fue la que lo ayudaba a tener una mejor concentración y cuando falleció, a TaeTae le costó mucho seguir sin ella al igual que a todos nosotros.

Ya llevamos casi cinco años sin ella, además papá no pasa mucho en casa debido a su trabajo, él solo quiere darnos lo mejor y lo entendemos al cien por ciento.

Lo bueno es que almorzamos todos los domingos en familia. También cenamos todos los días juntos los tres y eso es lo más preciado para nosotros.

Nuestra madre falleció por un ataque cardíaco, siempre tuvo complicaciones con eso. A veces creo que fue un poco egoísta porque la primera vez que le dio uno, logró salir de la operación y le prohibieron seguir fumando. Después de eso, pasaron cinco años y le dio otro, del cual no pudo salir con vida. A los meses después de que falleció, nos enteramos que seguía fumando. Quizá por eso le tengo un enorme odio al cigarro.

Tae y yo de vez en cuando debemos hacernos exámenes y electrocardiogramas para saber que nuestro corazón está en buenas condiciones, aunque siempre ante situaciones de mucho nerviosismo sufrimos de unas suaves taquicardias, pero no es nada más grave que eso. Espero que no hayamos heredado los problemas al corazón.

{...}

Como todos los días, hice la cena y esperamos a papá. Cuando llegó nos sentamos los tres y comenzamos a comer.

– Jinnie, ¿cómo te fue en la Universidad hoy? ¿Ya hiciste amigos, hijo? –mi padre me habló, lo miré y de pasada miré a TaeTae, los dos tenían esa carita de esperanzados.

– Sí papá, tengo dos amigos nuevos, fue raro porque, no sé... Siempre me ha costado tanto relacionarme y ellos llegaron de la nada. ¿Y saben qué fue lo mejor? ¡Yo dije mi nombre primero! Fue el mejor día de mi vida. –me sentía tan feliz de poder hablar esto con tanta facilidad.

– ¡Qué bien Jinnie! –mi padre me respondió con una enorme sonrisa en su cara. TaeTae estaba igual de contento– Y a ti Tae, ¿cómo te fue hoy?

– Bien... Aunque siempre me regañan por ser muy distraído. Lo de siempre.

– No te preocupes Tae, sólo intenta concentrarte un poquito más en lo que hablan.

Mi padre lavó los platos y nos despedimos para ir a dormir.

Como todas las noches, revisé mis redes sociales. Hoy no había nada interesante, como siempre.

{...}

Sonó mi despertador a las seis y media de la mañana, a las siete y media debía estar listo porque entraba a las ocho a clases. La mayoría de las clases que nos tocan siempre son compartidas con los de Composición, solo hay dos de seis clases que no compartimos con ellos. Y para qué mentir o evitarlo, el hecho de tener que ver al chico de hoyuelos de nuevo me ponía bastante ansioso.

TaeTae y yo comimos el desayuno, lo pasé a dejar a su escuela ya que queda de camino a mi Universidad. Las dos instituciones quedan cerca de nuestra casa así que nos vamos caminando.

Al llegar a la Universidad, inmediatamente me encontré con Jimin y JungKook que me estaban esperando en la entrada, eso de verdad lo aprecio mucho.

– ¡Jin Hyung! –gritaron al mismo tiempo tirándose hacia mí.

– Hola, ¿cómo están hoy? –me gusta mucho que seamos así de cercanos siendo que solo llevamos un día de conocernos.

– Bien Hyung. ¿Están preparados para las clases? Compartimos clases con los de Composición hoy. –nos dijo JungKook con su movimiento enérgico de cejas. La ansiedad volvía a mí.

– No seas así Kookie, sólo creemos que son bonitos y ya está, no es como si fuéramos a tener algo en un futuro con ellos. –al decir JiMin aquello, se me revolvió un poquito el estómago. A mí sí me gustaría tener algo con el chico bonito de hoyuelos.

Ya faltaban cinco minutos para que comenzaran las clases y entramos al salón.

Y ahí estaba él, pero algo se removió en mí.

Estaba con una chica besándose.

Y pues, claro, digo ¿quién se fijaría en mí? Si soy todo lo que nadie quiere.

[NAMJOON POV]

Y yo pensaba que me había deshecho de Ailee. Después de lo que le dije igualmente está aquí, conmigo. Y yo el muy imbécil respondiéndole un asqueroso y baboso beso.

Llegó el profesor y de vuelta a la rutina. Escuchar, tomar apuntes y aprender alguna cosa nueva. Y así fue durante el transcurso de la mañana, además de soportar a los de Canto.

Ya era la hora de almorzar y con Yoongi y Hoseok íbamos de camino a la cafetería cuando vimos un anuncio pegado en uno de los tantos paneles. Al fin anunciaban la fiesta de bienvenida a los alumnos nuevos.

– Iremos, ¿cierto? –pregunté a los chicos con una sonrisa de súplica en mi cara.

– Claro Monie, ¿quién se perdería una oportunidad así? –me respondió un sonriente Hoseok.

Seguimos caminando a la cafetería y almorzamos tranquilamente. Al salir, la puerta era un poco estrecha y un chico chocó conmigo dándome vuelta su jugo en mi ropa. Era alto, casi de mi porte, tenía el pelo castaño y los hombros un tanto anchos. En estos dos días nunca lo había visto por aquí. Pero... ¿A quién mierda se le ocurre chocar con Kim NamJoon, y encima voltear un jugo en él? Este chico está muerto.

– ¿Que acaso no miras por donde caminas, niño? ¿Ahora qué hago con esta ropa toda mojada? –le dije enfurecido y él me miró muy miedoso, con ojos ya cristalinos.

– Monie ya está, no fue nada... No lo trates así. Yo tengo una polera de cambio y te la presto por hoy. –al decirme eso Hoseok, el niño se fue corriendo por los pasillos, y dos niños más lo siguieron.

– Oigan... ¿No era lindo el chico de ojitos pequeños? ¿Saben cómo se llama? ¿O qué estudia? –miré a Yoongi un poco desconcertado. ¿Por qué se fija en el amigo del niño estúpido?

– Cállate y vámonos. –les dije y me siguieron.

Me cambié y entramos a la última clase de la tarde. Desafortunadamente ahí se encontraba el niño estúpido junto a los dos otros niños. Seguramente formaban parte de los de Canto. Me senté y esperé a que acabaran las clases, ya no soportaba la estrecha y colorida polera de Hoseok.

Salimos e inmediatamente nos fuimos a nuestro hogar, y sin querer queriendo, le pegué o empujé, no sé, con mi hombro al niño estúpido.

Ya habían pasado unas horas después de que llegamos al departamento y pedimos delivery para cenar. Las pizzas llegaron rápido.

– Oye Nammie... Creo que no deberías ser tan rudo con el chico que te derramó el jugo, se notó que lo hizo sin intención. –me dijo Yoongi un tanto preocupado– Además... vi cuando lo empujaste con tu hombro, su cara me dió mucha pena. Y aparte, su amigo era muy bonito, ¿no lo viste? Podrías hacerte amigo del chico y sus amigos, y así luego me presentas al chico de ojos sonrientes, digo yo.

– Yoongi, sólo actué por impulso. Y no. No me haré amigo de un niño estúpido que no ve por donde camina. Soy lo bastante inteligente para hacer algo así y juntarme con alguien tan estúpido como él. Si quieres ve y búscalo tu, a mi no me metas. –le dije esto y me miró un poco triste.

– Nam, tampoco fue para tanto. No lo trates tan mal. –Hoseok y su solidaridad, a veces me estresa demasiado que sea tan buena persona.

Tomé el último cigarro que quedaba y salí al balcón. El niño estúpido por alguna razón no se iba de mi mente, ¡sólo me tiró jugo en la ropa! ¿Por qué pienso en que fui muy duro con él?  Siempre he sido así y nunca me ha importado en lo más mínimo. Maldito niño estúpido, debe ser por todas las cosas que me han dicho YoonGi y HoSeok.