[OMNISCIENTE]
{Miércoles 26 de Julio, vacaciones día 10}
Las vacaciones seguían pasando mientras que NamJoon y SeokJin seguían construyendo un amor sincero y puro, a pesar de que a veces, los besos pasaban a ser un poco subidos de tono. Las veces que no se veían, hablaban la mayoría del día por mensajes. Sentían que se necesitaban el uno al otro, saber cómo estaban. Con todos los meses que llevaban conociéndose, cada día sabían algo nuevo sobre ellos, aunque NamJoon se seguía preguntando el porqué faltaba una figura materna en la casa de los Kim, y tampoco quería ser inoportuno al preguntar, así que esperaría a que el menor le contara.
Ayer por la noche, ambos se pusieron de acuerdo para salir y aprovechar los días que les iban quedando de vacaciones.
Como siempre, NamJoon se subió al auto y fue en busca de SeokJin. Cuando llegó al domicilio de los Kim, el pelicastaño se encontraba esperándolo en la puerta. Cada vez que se veían, sentían unas cosquillas aparecer en sus estómagos. NamJoon se bajó de su auto para saludar al menor, quien inesperadamente sintió que el pelinegro, con su mano, le levantaba el mentón para darle un casto beso en los labios que no dudó en responder.
Al llegar al cine, iban caminando tan cerca que sus manos rozaban, por lo que NamJoon tomó de inmediato la del contrario y comenzó a hacerle cariño con su pulgar, gesto que estremecía a Jin. Llegaron a la boletería, compraron sus entradas para ver "Por siempre Alice" y luego pasaron a comprar palomitas de maíz. Se supone que no dejan entrar comida que no sea comprada allí mismo, pero NamJoon se las arregló para entrar con los jugos de uva y las paletas de chocolate.
Entraron a la sala y decidieron sentarse en la última fila de asientos, supuestamente, para ver mejor toda la gran pantalla. En un momento, cuando iban subiendo las escaleras para llegar arriba, SeokJin tropezó y casi cae al suelo, y casi, porque NamJoon había reaccionado rápido y lo tomó por la cintura para evitar que saliera lastimado. Llegaron a los asientos y la película comenzó a los cinco minutos después. Se acomodaron, el menor puso su cabeza en el hombro de NamJoon y éste pasó su brazo por la espalda de SeokJin hasta llegar a su cintura, en la que de vez en cuando, acariciaba con suavidad. Comieron todas las palomitas del bote, luego el mayor sacó las paletas y le entregó una a SeokJin.
En un momento, el menor levantó un poco su cabeza, encontrándose con el cuello de NamJoon. Pensó en todas las veces que lo miraba cuando viajaban en auto, o cuando lo tenía así de cerca y no se atrevía a besar esos lunares que pintaban el cuello del mayor, y que tanto le gustaban. Esta vez, con ayuda de la oscuridad que yacía en la sala del cine, posó una de sus manos en el pecho de NamJoon, cerró sus ojos y con sus ya húmedos labios, comenzó a besarle el cuello casta y pausadamente. Ante tal roce, el mayor se ladeó, dejándole al pelicastaño más lugar para besar. SeokJin dejaba pequeñas manchas rojizas, que luego de unos minutos, no se podrían notar. Ambos tenían sus ojos cerrados, disfrutando del momento tan embriagador y sintiendo esos escalofríos que, como siempre cuando estaban juntos, recorrían ahora con más fuerza sus cuerpos, dejándolos en un trance, uno del que ninguno de los dos quería salir.
Luego de unos segundos más, NamJoon dejó de percibir el roce en su cuello, abrió sus ojos y vio cómo SeokJin volvía a descansar en su hombro.
– Jinnie...
– ¿Mmh? –respondió SeokJin con un bajo quejido sin mirar a NamJoon.
– Mírame.
El menor levantó un poco su cabeza y se encontró con el rostro del pelinegro muy cerca del suyo, sin llegar a tocarse. Sentían el dulce aroma del chocolate provenir de sus labios. Les gustaba tentar al otro al estar tan cerca, aunque ninguno de los dos podía resistirse. Sus ojos divagaban por sus rostros, buscando alguna señal de que podían ceder y así, poder entrar a ese mundo en el que sólo ellos podían encontrarse. En un momento, epontáneamente, ambos cedieron al mismo tiempo. Comenzaron un beso desesperado, uno adictivo. NamJoon hacía cada vez más fuerte el agarre en la cintura del menor, algo que los hacía jadear, pero aún así, no querían detenerse. Sentían un leve calor viajar desde sus mejillas hasta sus orejas, las que eran pintadas de un suave color rosa y disimuladas por el ambiente.
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I can't touch the Sky [NamJin]
FanfictionKim SeokJin entra a una nueva Universidad. Su timidez y desconfianza de sí mismo muchas veces le han jugado en contra. Era un chico con muy pocos amigos por culpa de sus inseguridades y baja autoestima, además de tener una vida amorosa casi inexist...