[OMNISCIENTE]
Ya era la última semana de Septiembre y también la semana de los primeros exámenes de la Universidad. NamJoon y SeokJin pensaban que era una lástima que esta semana haya llegado, ya que ambos solo podían pensar en lo ocurrido el día sábado y sabían que aquello los distraería de sobremanera durante las evaluaciones.
Como debían presentarse a las ocho de la mañana durante toda la semana, NamJoon decidió que pasaría a buscar a SeokJin todos esos días, empezando por hoy, lunes.
El menor se encontraba en la mesa del comedor desayunando tranquilamente unas tostadas con mermelada de damasco y una taza con leche caliente. Por su mente seguían pasando, una y otra vez, las imágenes de ese día, sonrojándose y sonriendo sin darse cuenta. Ahora no sabía cómo actuar frente a NamJoon sin ponerse nervioso o sin sonreír, porque a pesar de sentir tanta vergüenza, quería que se repitiera.
Y por otro lado, nadie podía borrar la gran sonrisa que NamJoon tenía. El mayor pensaba y sentía que aquel día había sido un nuevo paso que ambos habían dado, y que ahora más que nunca, nadie los podría separar.
Eran las 07:40 AM y la puerta del hogar de los Kim había sonado. SeokJin se levantó, saliendo de su ensoñación pero entrando a otra cuando abrió la puerta y vio quién se encontraba tras ésta. Fue en ese instante en el cual se preguntó que cuándo iba a dejar de sentirse como en un sueño cuando veía o estaba con NamJoon, porque el menor pensaba que las personas como el pelinegro las podía encontrar sólo en eso, en sueños.
O quizá al otro lado del mundo, siendo algo inalcanzable.
Pero el mayor se encontraba ahí, frente a él y más radiante que nunca, más hermoso de lo normal. SeokJin pensó que definitivamente se había ganado la lotería.
– Jinnie... –fue lo único que alcanzó a decir NamJoon, ya que unos carnosos labios habían llegado a los suyos, quitándole todas las palabras y dejándolo casi inmóvil.
Al separar sus labios, SeokJin abrazó con todas sus fuerzas a NamJoon, poniendo su cabeza en el pecho de éste, sintiendo sus acelerados latidos. El mayor correspondió el abrazo y depositó un beso en el sedoso cabello del más bajo.
– Jinnie, debemos irnos ya. –volvió a hablar NamJoon, preocupado por el exámen y porque sabía que ninguno iba a querer separarse del otro.
– No tengo ganas de ir, quiero quedarme así por todo el día, por favor Joonie.
– Yo también quiero que nos quedemos así, pero no quiero reprobar el exámen y tampoco quiero que tú lo hagas.
– Pero Joo-
– Damos el exámen y nos venimos, ¿está bien? –propuso NamJoon mientras besaba la frente de SeokJin, quien sólo asintió con un leve rubor en sus mejillas.
Luego de unos segundos, TaeHyung bajó por las escaleras efusivamente y todos se despidieron del Señor Kim para ir rumbo a sus instituciones.
{...}
– Si terminas antes que yo, espérame bajo el cerezo, y si yo termino antes te estaré esperando allí, ¿está bien? –decía NamJoon como si SeokJin fuera un niño pequeño.
– Está bien.
– Éxito en el exámen, Jinnie.
– Y para ti también, Joonie.
Esas fueron las últimas palabras que se dijeron antes de que el profesor pasara entregando las hojas con las preguntas.
El exámen fue sencillo, pero SeokJin siempre se los tomaba con calma, algo que NamJoon no hacía, razón por la cual estuvo bajo el cerezo -el árbol ahora tenía sus hojas rojas debido al otoño- casi por veinte minutos.
Ambos finalmente se encontraron y se fueron en el auto al hogar de los Kim. Durante el corto viaje, SeokJin veía por la ventana cómo el viento hacía que las hojas de los árboles se esparcieran por casi todas las calles, sintiendo indirectamente frío por su cuerpo, también muchas ganas de tomar chocolate caliente y acostarse bajo las cobijas. Quizá no había lluvia, pero por el solo hecho de sentir que el frío se acercaba, le daban ganas de estar así, y más aún disfrutarlo en compañía de NamJoon.
Llegaron y entraron a la silenciosa casa, ya que el Señor Kim se encontraba trabajando y TaeHyung en la escuela.
SeokJin entró y fue de inmediato a la cocina seguido por NamJoon. Este último se sentó y comenzó a ver cómo el menor hacía chocolate caliente para los dos.
– Joonie, ¿puedes sacar galletas del mueble?
El mayor se levantó y buscó las galletas de mantequilla, las cuales eran perfectas para acompañar al chocolate. Cuando las encontró, sacó un pocillo y las echó allí, degustando una y dándole otra al castaño.
Luego de unos pocos minutos, SeokJin ya tenía listas las tazas, las tomó y NamJoon tomó las galletas para ir juntos en dirección a las escaleras. Subieron y entraron a la habitación del menor, se sentaron en la cama bajo las cobijas y comieron tranquilamente mientras veían la televisión, conversaban y reían, justo como SeokJin lo había estado pensando.
Al acabar su aperitivo, ambos se acostaron, y el menor puso su cabeza sobre el pecho de NamJoon, escuchando los suaves latidos del corazón de éste.
Los dos se daban mimos y sentían que querían estar así para siempre, demostrando su amor de distintas maneras sin ser necesario lo sexual.
Y con tanta tranquilidad que había dentro de la habitación, además de abrigarse entre sí, los dos se quedaron profundamente dormidos, anhelando que sucediera así durante todos los días que quedaban de la semana.
Aunque también querían que aquello sucediera durante todos los días de sus vidas.
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¿esperaban lemon? pues no hubo 🙄
Quiero que vean y que se den cuenta que no todo en una relación se trata de sexo, y que quizá en unos capítulos pongo algo de nuevo, pero no lo esperen con ansias, ¿si?
Y espero también que se hayan dado cuenta que la relación de ellos es netamente de ternura y amor, algo sumamente cursi y que por eso me es difícil poner por ahora algo de lemon
eso, ¡gracias por entender si es que lo hicieron!
💕
PD: son super porfiadas algunas, yo puse en el capítulo anterior que si eran menores de edad no lo leyeran sfjlfs y después tienen el descaro de decirme sus edades asfkljs ÍDOLAS
WEON VIENE SEVENTEEN POR LA XUXA ;-;
Y YA ME VEO GRITANDO AHÍ 😆
todo gracias a mi mami (? xDDDD
PD 2: amo el gif 😍
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I can't touch the Sky [NamJin]
FanfictionKim SeokJin entra a una nueva Universidad. Su timidez y desconfianza de sí mismo muchas veces le han jugado en contra. Era un chico con muy pocos amigos por culpa de sus inseguridades y baja autoestima, además de tener una vida amorosa casi inexist...