Cincuenta y ocho

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Nota: creo que nuevamente Wattpad no avisó del capítulo anterior (lo subí hace 3 días), por si no lo leyeron >:c

[OMNISCIENTE]

Era ya el penúltimo día del año. Éste se basaba en un frío -como siempre- sábado, en el cual la familia Kim debía hacer los preparativos para la cena de año nuevo.

Cuando el mediodía llegó, también llegaron NamJoon, YoonGi y HoSeok al hogar de los Kim. Los tres se habían ofrecido a ayudar para la celebración de año nuevo, pues habían sido invitados por el Señor Kim y querían poner de su parte para ordenar, dejar la casa bonita, comprar en el supermercado los ingredientes para la cena y dejarlos marinando para que tengan un mejor sabor a la hora de cocinarlos. De por sí habían muchas cosas que hacer el día de hoy.

NamJoon y SeokJin comenzarían por limpiar la salita de estar, ya que por culpa de Jjanggu y Rapmon todo estaba desordenado y con sus pelitos. Los demás limpiarían la cocina y el baño.

NamJoon prendió la aspiradora y comenzó a pasarla por la alfombra, mientras que SeokJin movía los sillones. Si iban a limpiar, querían que quedara todo limpio.

¿Qué es esto? –se extrañó el castaño cuando movió uno de los sillones– ¿¡TaeHyung!?

¡Yo no fui, fue Jjanggu y Rapmon! –respondió ilusamente desde el baño el menor de los Kim, claramente sin mirar a su hermano.

Ah sí, cierto que Jjanggu y Rapmon comen chocolate, papitas y jugos en caja. Cierto, qué tonto soy. –reclamaba un poco molesto SeokJin.

Oh, eso... fui yo, lo siento Jin Hyung... –dijo TaeHyung cuando llegó al lugar, sintiéndose bastante arrepentido, por lo que optó limpiar él mismo los envoltorios que había dejado "sin querer".

Cerca de las dos de la tarde, toda la casa ya estaba bastante reluciente, pero los cinco estaban tan cansados que cayeron agotados en la alfombra de la sala de estar -con los cachorros encima de ellos-, por lo que ni siquiera se esforzaron un poco en hacer almuerzo. Y por suerte aún existía la comida a domicilio.

{...}

¿Pavo de nuevo? –reclamó el mayor de los Kim mientras caminaba con el carro de supermercado.

Les quedó rico cuando fue la cena de Navidad, ¿por qué no hacerlo de nuevo? –insistió el Señor Kim.

Mejor variar. Yo voto por alitas de pollo marinadas. –contradijo SeokJin.

No es por estar en su contra, Señor Kim, pero también me gustaría comer alitas de pollo marinadas. –dijo con miedo NamJoon.

A mi también. –apoyó TaeHyung.

Ah, da igual, que sean alitas de pollo marinadas. –aceptó finalmente el Señor Kim un poco decaído.

Los seis andaban en el supermercado eligiendo las cosas para la cena de Año Nuevo. El señor Kim había salido del trabajo a las cinco de la tarde, así que él se fue directo al supermercado mientras que los demás se fueron en el auto con NamJoon.

Lo malo de haber ido los seis, era que les costaba demasiado en que se decidieran por cuáles cosas comprar, unos querían jugo de uva y otros de piña, unos querían arroz graneado y otros querían arroz normal. Finalmente eligieron las cosas jugando piedra, papel o tijeras, y pagaron entre todos.

Llegaron al hogar de los Kim a las siete y media de la noche, y SeokJin junto a NamJoon llevaron las alitas de pollo a la cocina para comenzar a hacer el marinado y así cocinarlas al otro día, pues querían que tuvieran un mejor sabor.

Cerca de las nueve ya estaban todos semi-acostados en los sillones. El día había sido bastante cansador, y lo único que todos querían era acostarse en sus camas y dormir, así que YoonGi y HoSeok se levantaron para irse solos, ya que sabían que NamJoon aún así iba a querer quedarse. Y no estaban equivocados.

Si quieres puedes quedarte a dormir aquí. –dijo SeokJin, poniendo esos ojos para que NamJoon no se negara.

Está bien, Jinnie.

El Señor Kim, TaeHyung, SeokJin y NamJoon se quedaron por un rato más sentados en los sillones, hasta que los dos primeros no aguantaron más el cansancio y se despidieron para ir a acostarse, por lo que los dos últimos también subieron a hacerlo.

El menor le prestó un pijama a NamJoon, ambos se cambiaron y rápidamente se metieron bajo las cobijas de la cama, ya que querían escapar del frío. Los dos se acostaron de costado, quedando frente a frente. La luz tenue de la lámpara de la mesita de noche los iluminaba, y ésta hacía que el color de la piel de ambos se hiciera más atractiva para sus ojos. SeokJin subió su mano hasta el lóbulo de la oreja de NamJoon para hacerle cariño, algo que causaba que el pelinegro cerrara sus ojos y disfrutara aún más del dulce tacto.

De alguna u otra forma, el estar a punto de celebrar la llegada de un nuevo año los hacía sentirse nostálgicos, y habían hartas cosas que querían preguntarse a veces, pero casi nunca se daba ocasión, a excepción de ahora.

Joonie... ¿extrañas a tus padres? –preguntaba preocupado el menor.

Lo hice algunas veces cuando era pequeño, pero dejé de hacerlo hace bastante. –respondió con parsimonia NamJoon.

¿Y no crees que deberías hacerlo? Quizá ellos no pudieron haber estado durante tu infancia, pero estoy seguro que todo era para un mejor futuro para ti.

Puede ser, pero tampoco llamaban aunque sea una vez, ni siquiera para mis cumpleaños lo hicieron.

Pero Joonie... podrías... acercarte tú, no hacer lo mismo que ellos hicieron contigo. No esperes que algo ocurra para hacerlo, y tampoco esperes demasiado si lo vas a hacer, ¿sí?

¿Lo dices por... tu mamá? –preguntaba NamJoon, sabiendo que aquel era un tema un poco delicado pero que debían hablarlo de vez en cuando.

Más o menos, aunque con mamá siempre fuimos muy cercanos. Quizá me hubiera gustado hacerle dicho una vez más que la amaba.

Pero estoy seguro que ella igualmente lo sabe. Y lo haré, Jinnie, buscaré a mis padres. –dicho ésto, el mayor dejó un beso en la frente de su novio.

Ambos estaban agradecidos de tenerse a sí mismos, de darse aquellos consejos y palabras reconfortantes cuando las necesitaban. Los dos siempre aprendían cosas nuevas del otro, y sabían que se tendrían siempre, en las buenas y en las malas.

NamJoon estiró su brazo hasta la lámpara, la apagó y volvió a taparse con las cobijas.

Hasta mañana Jinnie. –susurró el mayor dulcemente.

Hasta mañana Joonie, que tengas dulces sueños.

Los tendré siempre que duerma a tu lado. 

Ambos sonrieron, y aunque no podían verse, sabían que lo estaban haciendo, pues se delataron porque sus labios se habían juntado por inercia. Casi siempre senían que tenían algún tipo de telepatía cuando sucedían esas cosas.

Los dos cerraron sus ojos, se abrazaron al estilo "cucharita" y se durmieron, anhelando que el nuevo año llegara pronto para poder pasar nuevas festividades y momentos bonitos juntos. Momentos en los que no cabía duda que sucederían siempre.

~~~~~~

solo un capítulo maaaais y listoh ;(

Y ya está listo el final. ¿Lo subo hoy? ;-;

I can't touch the Sky [NamJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora