I can't touch the Sky [NamJin]

Nueve

[NAMJOON POV]

{Mismo martes}

Llegamos con los chicos a la universidad en mi auto. Y sí, lo tengo pero casi nunca lo uso.

El día de ayer JiHoon no me ayudó en nada con la tarea que el profesor nos dio y es por eso que estoy un poco decaído el día de hoy. Pensé que iba a darme créditos o algo por componer yo solo la estrofa. Él sí que es un niñito malcriado, ¿por qué está en Canto si lo único que hace es jugar con su guitarra? Porque ni siquiera la toca. Hasta a veces se pone a perseguir a sus amigos con la guitarra en alto, haciéndoles pensar que los va a golpear. 

Me siento deprimido. Lo peor es que no puedo hacer nada al respecto, la Universidad es así y le acabo de regalar una buena calificación a alguien que es un bueno para nada, sin importar que tenga una buena voz. Sin embargo, no debería ser tan egoísta, yo sé que todo se devuelve.

Y sobre la letra que escribí, si se lo preguntan, sí, la hice pensando en SeokJin. Pero lo hice inconscientemente. No me di cuenta hasta que en nuestro departamento, se las mostré a HoSeok y YoonGi.

{FLASHBACK}

- "[...]  Si nos chocamos al caminar, ¿sería eso destino?

O quizá nos cruzamos en nuestra otra vida.

Puede que nos hayamos cruzado en innumerables ocasiones. " 

-SeokJin.

Miré a los chicos un poco irritado cuando terminaron de leer en conjunto y voz alta las últimas líneas. Pensé que me estaban haciendo una maldita broma. Les quité el cuaderno de las manos y me equivocaba. No era ninguna broma, el nombre se encontraba allí, escrito a puño y letra por mí. Hice un borrador nuevo y guardé el original en el cajón de mi mesita de noche.

{FIN FLASHBACK}

La clase estaba a punto de empezar y no lo divisaba. Luego de cinco minutos, sentí un escalofrío cuando lo vi llegar tan vulnerable, tan desprotegido. Quise correr a abrazarlo y darle mi calor humano, envolverlo en mis cálidos brazos y que nos quedemos así por siempre. Pero ¿qué iba a pensar él? ¿O los demás? Ni siquiera he mantenido una conversación normal y civilizada con él. Apenas sé que se llama SeokJin, que le gusta el jugo de uva y que estudia Canto. Aparte, hay algo en mí que hace que no me acerque, que hace que no lo reciba con mis brazos abiertos. Le temo al amor de pareja porque nunca lo he sentido. 

Estoy muy confundido, últimamente ya no sé qué es lo que deseo. 

Por otra parte, no soy mucho de dar cariño en público, aunque si es por él, lo haría siempre -aquí de nuevo la confusión mental-. Tal vez me tacharían de ¿gay? Supongo que eso soy, o quizá soy bisexual, agh, no sé, ¿para qué ponerle etiquetas al amor?, aún me cuesta afrontarlo. 

Este chico hace que deje de lado casi todas las groserías que solía decir, hace que me preocupe más de la vida, hace que me sienta más vivo de lo que estoy. Y creo que estoy perdido, pero sin él.

Desde que se sentó con HoSeok no he despegado mi vista de SeokJin. Realmente me preocupa su estado. Menos mal a Hopie se le ocurrió pasarle mi abrigo que -accidentalmente- se quedó en mi asiento antes de ir donde JiHoon. Yo ya venía lo bastante abrigado como para necesitarlo, aparte, él lo necesitaba mucho más que yo y no dudaría en pasárselo. Poco a poco veo como va dejando de tiritar y es un alivio para mi cerrado corazón.

El día de ayer, HoSeok me dijo que SeokJin es una persona auténtica, y no lo dudo. 

En cuanto los llamaron a que presentaran su tarea, me sentía muy nervioso, mis manos sudaban y no podía dejar de mover mi pierna. Anhelaba con todas mis fuerzas saber cómo era su voz al cantar. O bien, simplemente saber cómo era su voz.

Y lo escuché.

SeokJin es un ángel. 

Creo que... Creo que me estoy enamorando sin haberlo conocido aún. Y de conocer, lo digo por querer hacerlo personalmente.

Mi corazón late cada vez más rápido al escucharlo cantar. Cierro mis ojos para disfrutar más y recordar este momento para siempre. Por hoy no me quedan palabras para describir lo que estoy experimentando, él me deja sin palabras y sin saber cómo volver a respirar. Cuando acabaron, me limité a dar unos cuantos aplausos, aunque él se merece mucho más que eso.

Finalmente, era mi turno y el de JiHoon. Me sentí aún más decaído cuando de reojo vi a SeokJin. Éste estaba mirando un punto fijo. Y cuando terminamos, sólo lo vi escribiendo en su cuaderno. Todo esto apesta, el no poder llamar la atención de un fascinante chico.

Como éramos los últimos en presentarnos, agradecí y salí rápidamente del salón luego de las órdenes del profesor. Llegué al baño y entré a un cubículo. Me froté el rostro un par de veces para después golpear la puerta causando un estruendo. El ahogo que sentía en mi pecho estaba siendo muy fuerte.

– ¿Monie? ¿Estás aquí?

– ¿Qué ha pasado, Nammie?

YoonGi y HoSeok -al fin- llegaron. No quería que me vieran derrumbarme. No de nuevo.

Solté un quejido y ellos supieron dónde estaba, saqué el seguro de la puerta y entraron. Sabían lo que pasaba y me abrazaron. Me agrada saber que ellos me conocen tan bien.

– Nammie... no está mal desahogarse de vez en cuando... No puedes guardar todo por mucho tiempo. Tarde o temprano terminarás explotando y será de una peor manera que ésta, y los tres sabemos que no queremos eso... –di un suspiro ante sus sensatas palabras– Diría que no te conocemos pero –HoSeok y YoonGi me sonreían, pude notar que sus ojos tenían un evidente brillo– ese chiquillo te tiene así –dijo en un susurro–, y muy bien que lo sabemos. Y está bien, está bien enamorarse aunque nunca lo hayas hecho. Está bien querer a alguien. Permítete ser tú mismo NamJoon. No hay necesidad de apresurarse, si sueñas con algo, llévalo a cabo, porque los sueños se construyen de emociones, de tus propias emociones.

Me sentía reconfortado y a la vez angustiado.

No había nada más en el mundo que me angustiara tanto. Debo dejar en claro que nada es culpa de SeokJin, sólo son confusiones mías. 

Y no me queda más que aceptar que me estoy enamorando de alguien a quien traté pésimo por un simple impulso. Aceptar que me estoy enamorando de alguien sin saber cómo sería él o cómo se comportaría conmigo.

Y no sabía que algo así podía ocurrir, pensaba que ésto sólo pasaba en las películas o en los libros más ridículos que he leído sobre el amor. Pero ya no es ridículo.

Y tampoco es algo superficial, estoy seguro de que no es así. Estoy enamorándome más allá de sólo su cuerpo, porque su mirada me ha entregado muchas más cosas que podría pedir alguna vez. Me hace sentir como un adolescente, y algo dentro de mí sabe que todo esto que estoy sintiendo es real.

Estábamos los tres sumergidos en un cálido y fuerte abrazo, de hermanos. Los tres éramos uno. Sólo me puse a dar sollozos bajos, pero ahora de alegría.

Estoy vivo, y si algún día llego a morir, sé que él estará ahí para revivirme. Él será el salvador de todos mis monstruos e inseguridades.