[NAMJOON POV]
No puedo creer que ya esté cumpliendo un mes al lado de Jin, incluso, no puedo creer que he podido tener esa estabilidad emocional que tanto necesitaba. SeokJin definitivamente ha cambiado mi vida. A veces me da risa cuando me dice que soy cursi, pero sólo me nace, y más aún cuando se trata de él. Siento que nos complementamos tan bien, que nos tenemos mucha confianza y me hace sentir muy a gusto a su lado, puedo ser como soy normalmente. Lo que más rescato de todos estos meses que llevo conociéndolo, es que aprendí a ser paciente, a dejar de lado los impulsos y las tantas groserías que decía. SeokJin está sacando lo mejor de mí, ese lado que tuve oculto por tantos años. Siento que necesito estar con él en todo momento, sin llegar a ser cargante eso sí. Un mes no puede reflejar todo lo que siento por él.
No sé si le gustan los regalos, además, como piensa y me dice que soy muy cursi, me da un poco de inseguridad que me lo rechace. Ese día que fuimos a la feria junto a YoonGi y JiMin, me di cuenta cómo Jin se quedó mirando el peluche de Mario, así que al otro día, le pedí a HoSeok que me acompañara y lo compramos. Menos mal que el día que entró y se quedó en mi habitación no lo encontró. Quizá lo compré muy adelantado pero se notaba que el peluche era exclusivo. El día de hoy compré también dos paletas de chocolate, una para mí y la otra para él. Yo no era tan fanático de esas paletas, pero desde que me fijé que a Jin le gustaban tanto, no podía evitar no comprar una para mí también. A veces siento que se me están pegando sus costumbres, por ejemplo, últimamente me ha dado por pestañear repetidas veces, por comprar solamente jugo de uva, mover mi pierna cuando necesito ir al baño, hasta me han dado ganas de cocinar, y lo mejor es que ya no lo hago mal o no causo desastres, me he convertido en alguien cuidadoso.
[JIN POV]
NamJoon. Es el único nombre en el que pienso desde que lo conocí. Hace mucho tiempo no sentía algo tan fuerte por alguien, ya que desde que ocurrió aquello en la escuela, después siempre traté de reprimir cualquier sentimiento que comenzaba a surgir en mí. No hay nada más satisfactorio que alguien sienta lo mismo que yo y me corresponda. En realidad, no hay nadie como Joonie, no hay nadie que me haga sentir como me hace sentir él.
El fin de semana pasado, le pregunté a Jiminie y JungKookie si mi podían acompañar a alguna librería, ya que me gusta regalar cosas así, simples. Quizá más adelante le regale a Joonie algo más romántico, más de nosotros.
Cuando llegamos a la librería el día sábado, Kookie y JiMin me ayudaron a buscar muchos títulos, me preguntaban en cada momento si el que habían encontrado estaba bien, pero eran libros que yo ya había visto en el mueble de Joonie, así que los descartamos. Finalmente terminé comprando Joyland de Stephen King, el cual tiene justamente los géneros que a NamJoon le gusta, amor y suspenso, espero haber acertado. Cuando me dirigí a pagar, habían muchos separadores de páginas de Ryan y no dudé en comprar unos cuántos también, porque hace harto me di cuenta que ese personaje le fascina. Si no fuera porque en casi todas las fotos de sus redes sociales lo tiene, no me hubiera fijado.
[OMNISCIENTE]
NamJoon y SeokJin habían salido de clases, pero no se habían dicho ninguna palabra referente al tema de su cumple mes. Ambos tenían en sus mochilas sus respectivos regalos, esperando el momento indicado para entregárselos.
– ¿Quieres ir a almorzar a algún lugar, Jinnie? ¿O prefieres que cocinemos nosotros?
– Vamos a almorzar a algún lugar mejor, no tengo muchas ganas de cocinar Joonie. –dijo el menor mientras recargaba su cabeza en el hombro de NamJoon.
Ambos se encaminaron al auto y emprendieron su rumbo a algún restaurant de la zona. Demoraron un poco menos de quince minutos en llegar, se bajaron del auto y entraron al lugar. NamJoon tenía un muy buen gusto en momentos así, ya que quería que el menor conociera los mejores lugares de Seúl.
El restaurant no era ni tan moderno, ni tan antiguo. Estaba perfecto para el gusto de ambos. Mesas cuadradas, sillas, paredes y piso de madera, rústico pero muy acogedor. Música lenta, cantante con voz suave. Sentían que todo estaba siendo exactamente como lo esperaban. Todo especial, para un día especial.
Escogieron un lugar para sentarse, y NamJoon, como siempre tan atento, corrió una de las sillas para que SeokJin se sentara. Esta vez decidieron cambiar de menú para comer algo más simple e internacional, como ofrecía la carta. Sus platos no demoraron mucho en llegar ya que habían pocas personas en el lugar. Almorzaron entremedio de risas y sonrisas, algo que cada día ocurría entre ellos. Sentían felicidad.
Cuando ambos terminaron, se quedaron unos segundos callados, en los cuales solo se observaban y sus mejillas enrojecían.
– Un mes... ¿Lo puedes creer?
– Y yo que pensaba que nunca te iba a conocer Joonie.
– ¿Nunca pensaste en acercarte a mí?
– Me daba mucha vergüenza. Ni te imaginas cómo me sentí cuando te tiré el jugo encima. –ambos rieron a carcajadas acordándose del momento.
– Feliz primer mes, Jinnie. –dijo NamJoon de un momento a otro y acarició la mano de SeokJin.
– Joonie... Feliz primer mes. –dijo el menor con una sonrisa en su rostro.
Ambos solo podían mirarse el uno al otro, perdiéndose en el universo que entregaban sus miradas y caricias. Luego de unos segundos más así, bajaron al mundo real para pedir la cuenta. NamJoon quería pagar todo, pero SeokJin se lo impidió.
– Jinnie, ¿quieres ir al parque? El del lago.
– Está bien Joonie. –respondió SeokJin, pero NamJoon no sabía que el menor iría a cualquier lugar con él.
Llegaron al parque que tanto les gustaba, se sentaron en el pasto, a la orilla del lago, abrazados y apoyados en un árbol. El mayor comenzó a abrir su mochila, sacó de ésta el peluche, al cual le había puesto una cinta roja simulando un listón. En todo momento ambos se estaban observando.
– ¡Joonie, es el peluche! Eres el mejor, ¡el mejor! –exclamó SeokJin apenas vio el regalo, se abalanzó hacia NamJoon y llenó de besos el rostro de éste, agradeciéndole.
El menor paró de repente, acordándose que él también le tenía un regalo al pelinegro. Buscó su bolso, lo abrió y sacó de él el libro, al cual también le había puesto un listón rojo.
– Jinnie, ¿cómo supiste?
– ¿Qué cosa?
– Este era el único libro que me faltaba de Stephen King. –dijo el mayor a la vez que una sonrisa se expandía por su rostro.
– Es que soy un mago. –dijo el menor bromeando y esperando que NamJoon encontrara lo demás.
– ¡Es Ryan! Jinnie, ¡es Ryan! –exclamó ahora el mayor cuando encontró los separadores de páginas dentro del libro y abrazó fuertemente a SeokJin, rodeando con sus brazos la cintura de éste– Muchas gracias Jinnie, tú también eres el mejor.
Luego de entregarse sus regalos, se quedaron durante toda la tarde acostados, disfrutando del aire libre y de su compañía, algo que cada día les iba llenando aún más sus corazones.
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holis 💞 doble actualización porque sí c:
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I can't touch the Sky [NamJin]
FanfictionKim SeokJin entra a una nueva Universidad. Su timidez y desconfianza de sí mismo muchas veces le han jugado en contra. Era un chico con muy pocos amigos por culpa de sus inseguridades y baja autoestima, además de tener una vida amorosa casi inexist...