Ansiedad social

Capítulo 9

Capítulo 9

"Hola, extraña."

Envié el mensaje sin pensarlo demasiado. Al final, era una palabra que había captado su atención, y era probable que con eso obtuviera una respuesta. Y así fue: poco después, ella contestó con un simple "hola", lo cual, para mí, era mejor que nada.

De inmediato, busqué maneras de mantener la conversación. Hice preguntas sobre la historia, los personajes y así, seguimos platicando durante mucho tiempo.

En ocasiones, ella parecía un poco renuente, pero eso no impidió que la conversación fluyera. Tanto así que un día se convirtió en varios días, y los días en semanas.

Faltaba solo un día para Nochebuena, y mi casa estaba llena de regalos, lazos y papel de envoltorio por todas partes. Por supuesto, eso no era obra mía; una vez más, esa chica había invadido mi espacio. Era algo habitual, así que solo trataba de ignorar su presencia, especialmente cuando estaba cariñosa con su novio. A veces, sentía una especie de odio hacia ellos.

— Si tienen tantas ganas, deberían ir a un hotel.

— Venimos de uno. — Contestó Jedite, y junto a Rei comenzaron a reír.

— Déjalo tranquilo. Seguro está amargado porque su ciber novia no le ha escrito hoy.

— Senpai, ¿ya la viste? ¿Es bonita? — El tono de voz de Jedite era extremadamente gracioso, sobre todo cuando me llamaba Senpai, sabiendo que lo hacía solo para molestar a Rei.

— Wow... Creo que no se podría ser más gay.

— ¿Celosa? — Le pregunté en tono de broma.

— Me reservaré mis comentarios. Seguramente me querrás molestar por lo que dije antes.

— Solo platico con alguien en internet. Creo que es algo normal.

— Para un adolescente, tal vez.

— Habló la niña que lee mangas y novelas gráficas.

— Ya no puedes ganarme con ese argumento, Príncipe Endymion. — Dijo, mostrándome la lengua en un gesto de burla.

— Ya, Rei, deja de molestar. Reserva esa energía para mí. — Jedite le envió una mirada lasciva, y ella rodó los ojos, sonriendo.

— Qué idiota eres, Jedite. Por cierto, ¿qué me regalarás? — Sus últimas palabras iban dirigidas a mí.

— Déjame pensar... Jedite. — Él volteó a mirarme. — Ven aquí. — Hice un gesto con la mano para que se acercara, y al tenerlo frente a mí, tomé un moño de regalo y lo coloqué en su cabeza. — Aquí tienes, Feliz Navidad.

— Senpai, creo que no eres muy bueno con esto de los regalos. Sé de algo que a ella le gustaría más. — Quitó el lazo de su cabeza para colocarlo en la mía. — Feliz Navidad, mi querida Rei.

— Ustedes dos... de verdad son muy desagradables. Deberían estar juntos, son el uno para el otro.

— ¿Cuál te gusta más? Sé que te morías por un Mamoru. — Dijo Jedite acariciando mi pecho con su dedo.

— ¿En serio? Yo pensé que querías un Jedite. — Respondí, mirándolo a los ojos como si fuésemos un par de enamorados. Sabíamos cómo hacerla enojar, aunque en el fondo ella lo disfrutaba.

— Senpai, estás equivocado...

Rei solo nos observó, arqueó una ceja y cruzó los brazos con un gesto de molestia mientras nosotros reíamos y seguíamos burlándonos de ella.

En medio de la conversación, escuché la alerta de un nuevo mensaje en mi portátil. Dejé a Jedite con su desastre y me alejé riendo mientras escuchaba cómo Rei le pedía que se apartara.