Capítulo 16

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Capítulo 16

— Entonces ella lo besó. — La morena asintió con la cabeza dandole respuesta a mi amiga. — Lo sabía, mi instinto nunca me falla.

— ¿Me pasas la mermelada? — Mientras Mina y Rei seguían inmersas en su charla, me concentraba en mi desayuno, tratando de ignorarlas.

— ¿De veras no te interesa? — Rei giró para mirarme, deteniéndome justo cuando estaba a punto de morder una tostada.

— ¿Podrías no mirarme mientras como? — La morena frunció el ceño y pasó la mirada hacia Mina, quien se encogió de hombros.

— Nada personal, a ella tampoco le gusta que yo la mire. — Mina sonrió, y Rei la acompañó en la risa.

— Bueno, tal vez te interese saber que me preguntó qué significaba el chocolate que le diste. Le dije que era un giri-choko, pero creo que no se lo creyó del todo.

Masticaba lentamente, tratando de deshacer la tostada en mi boca. Sentía que mi garganta se cerraba mientras seguían hablando de uno de los momentos más embarazosos que había vivido.

— Te dije que era demasiado, debiste comprar unos en una tienda.

— ¡Solo fue un chocolate! — Mi tono alterado las hizo sentir incómodas por un momento. Tomé un sorbo de jugo para tragar finalmente, y luego susurré con melancolía: — Tal parece que todo lo que hago está mal.

— Todo está bien. — Mina me miró con una sonrisa, y respondí con una mueca, sin creer del todo lo que me decía. — Lo que hiciste estuvo bien, algo exagerado pero...

— Los hombres suelen interpretar erróneamente los chocolates en ese día, incluso si hubieran sido de una tienda. — Rei interrumpió.

— Es cierto. Suelo dar giri-choko a mis colegas, y muchos responden bien el White Day... — Rei se carcajeó — ... y luego quieren salir conmigo.

— Mina, eres malvada. — La morena no podía parar de reír.

— Soy cínica, lo sé. Me gusta cuidar mis intereses. — Mina mordió la punta de su lengua con picardía.

— Bueno, ya basta. — Rei limpiaba las lágrimas de risa. — Cambiando de tema, Jedite me dijo que encontraron un donante para tu padre.

— Lo sé, hablé con mi abuela anoche.

— ¿Qué? No me dijiste nada. ¿No serás tú la donadora? — Negué con la cabeza.

— Con tantas cosas, olvidé decírtelo. Soy compatible, pero... — Exhalé con fuerza — ... Él me ha rechazado. Por suerte, mi tío Rubeus también es compatible.

— No me dio tiempo de hablar con Mamoru sobre esto. Tal vez no lo sepa; ayer fue su día libre. — Dijo Rei.

— Lo sabe. Anoche me escribió. — Respondí.

— Ah. ¿Te dijo algo más? — Volví a negar con la cabeza.

— Qué maleducado, ni siquiera un "gracias". — Mina hizo un gesto de desagrado y diversión al mismo tiempo.

— ¿Por qué debería dar las gracias? — Pregunté, algo fastidiada.

— Por el... — Mina hizo comillas con sus dedos — giri-choko. — Rei no pudo evitar reír de nuevo ante el gesto de Mina.

— ¿Saben qué? — Tomé un sorbo de jugo, me levanté de mi asiento y dije — Tengo cosas más importantes que hacer que escuchar sus charlas. — Mina y Rei rieron juntas, y yo fruncí el ceño mientras me alejaba para refugiarme en mi estudio.

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