Ansiedad social

Capitulo 21

Nota del Autora:

Antes de comenzar este capítulo, quiero mencionar que algunas de las emociones y situaciones aquí descritas, como la ansiedad social y la depresión, son reflejo de mis propias experiencias, mientras que otra información ha sido adaptada de diversas fuentes. Aunque he intentado ser fiel a estos sentimientos de inseguridad y aislamiento, no soy una experta en el tema.

Si te identificas con estos sentimientos, te animo a hablar con alguien cercano que pueda brindarte apoyo emocional. Y si estas emociones persisten, no dudes en buscar ayuda profesional. No estás solo, y hay personas dispuestas a ayudarte.

Capitulo 21

"Otro..." Esa palabra, tan simple y dulce, me hizo sentir como si derramara un tarro de miel sobre mis labios. Acceder a su petición fue aún más delicioso; sentir sus labios temblorosos encajando con los míos era una experiencia sublime.

— Usako... — murmuré, frotando mi rostro para despejar la mente y volver la vista a la pantalla de mi portátil.

La fobia social es un trastorno de ansiedad bastante común y no debe confundirse con la timidez. Es un miedo irracional hacia situaciones de interacción social, donde la persona siente una ansiedad extrema al ser juzgada por otros o al estar en el centro de atención. Les resulta imposible hacer presentaciones en público, comer en restaurantes o frente a otros, asistir a eventos sociales, o conocer personas nuevas...

— Personas nuevas como yo... — Sonreí para mí mismo. Me alegraba un poco saber que su comportamiento hacia mí tenía una explicación. Aunque, por otro lado, me sentía algo estúpido por haberme comportado como un acosador.

El miedo es tan intenso que, en estas situaciones, la persona se pone nerviosa solo con anticipar el evento (ansiedad anticipada) e intenta controlar o suprimir esa ansiedad. Estas experiencias y otras situaciones similares hacen que se sienta acechada e incómoda.

No eres tú o lo que dices; no es que no confíen en ti, es que están aterrorizados. Tratar de entender esto es tan importante como ayudarles a no odiarse a sí mismos por las trampas que les juega su mente.

Su desconfianza proviene más del temor a quedar comprometidos o a ser considerados inferiores, que del miedo a recibir daño. Al conocer a alguien, evalúan todos sus gestos y movimientos, interpretándolos casi siempre de forma negativa, pues tienden a creer que están siendo criticados constantemente, lo que intensifica su miedo y malestar.

— Por eso siempre sale huyendo, como hoy... — Mi teléfono vibró, notificándome un mensaje. Era de Mina, para mi pesar.

— Una foto — murmuré, sintiéndome algo avergonzado al descargarla. La foto estaba acompañada de un mensaje: «Ella no quiso salir de su habitación, pero estará bien. No te preocupes». No estaba para nada preocupado; más bien, me sentía molesto. Todo iba tan bien hasta que ellas nos interrumpieron.

Resoplé al ver la foto. Era un recuerdo de nuestro beso, casi perfecto. Aunque no podía evitar sonreír al recordar su rostro lleno de vergüenza al ser descubierta.

No respondí el mensaje de Mina, ni mucho menos los de Rei. Pasaron dos días sin que supiera nada de Usagi. Quería hacer las cosas bien, esperé a que me diera una señal de vida, pero era absurdo esperar algo así de ella. Así que decidí acercarme de manera sutil, como siempre lo hacía, de manera casual, puesto que nuestros encuentros en su mayoría habían sido planificados por mi "yo acosador", del cual estaba tratando de deshacerme.

La vi, como siempre, en medio de su rutina en la caminadora. Mientras terminaba mi ejercicio, observé mi reloj, sabiendo que solo me quedaban unos minutos. Decidí acercarme, pero, como era habitual, él se adelantó.