Capítulo 25
— Juro que no vi nada.
— Eso no tiene importancia. ¿Acaso no sabes con quién estamos tratando?
— Lo sé. Lo siento, ya me... — Rei titubeó, algo raro en ella — ...voy — Terminó, señalando la salida con su dedo índice.
Rei parecía extremadamente nerviosa, lo cual me extrañó; quizás fue la mirada de reproche que le dirigí, sabiendo que si hablaba, me arrepentiría de lo que dijera. Suspiré, consciente de lo que ahora tendría que enfrentar, y subí las escaleras. Al llegar, la encontré moviéndose frenéticamente por la habitación.
— ¿Qué haces? — Pregunté, y ella se detuvo por un segundo, como si la hubiera sorprendido haciendo algo indebido, pero rápidamente retomó su actividad.
— Usagi, todo está bien. — Aún no me respondía, así que me agaché a su nivel y tomé una de sus manos. — ¡Hey! Mírame. — Sus ojos estaban llenos de lágrimas. De repente, me empujó, haciéndome caer al suelo, y me miró aterrada. No me hizo daño, estaba muy cerca del piso.
— Lo siento. Lo... siento. — Comenzó a repetir sin cesar.
Intenté detenerla, pero seguía evadiéndome, pidiendo disculpas. «Otra vez ese comportamiento», pensé, temiendo lo que pasaría si no lograba calmarla. Entonces recordé que Mina una vez usó una canción para consolarla, una infantil que apenas recordaba. Me puse a cantar, sintiéndome estúpido, pero desesperado por ayudarla.
— No. No. — Me hizo callar; de todas formas, no sabía cómo terminaba la canción. Se levantó y corrió al baño. Escuché cómo cerraba la puerta con fuerza.
Esperé un momento y toqué la puerta antes de abrirla. Ella estaba enjuagando su boca, seguramente para quitarse el mal sabor de boca de haber devuelto el estómago. Le pasé una toalla de manos para que se secara el rostro, y suspiré.
— ¿Esto sucede muy seguido? — Ella negó, aún con la toalla en la cara. — Entonces es por mi culpa. — Dije, abrazándola y aprisionando sus brazos en el proceso. — Lo había olvidado, soy una causa de estrés innecesario para ti. No sé cómo Mina te hizo sentir mejor; debo aprender esa canción.
— No. — Sentí cómo negaba con la cabeza, y la apreté con más fuerza.
— ¿Entonces no puedo hacer nada? — Ella negó de nuevo, y mis brazos se relajaron, pero ella se aferró a mí, hundiendo su rostro en mi pecho. — Todo está bien. — Repetí, esperando calmarla un poco.
— N... No... encontré... mi ropa interior — Susurró.
Sonreí para mí mismo. Así que eso era lo que buscaba con tanta desesperación. Una parte de mí se alegraba de que no la hubiera encontrado, aunque me sentía culpable por disfrutar de su sufrimiento.
— No la encontré. — Hundió más su rostro, y su cuerpo temblaba levemente. — Ayu...dame — Susurró nuevamente.
Inmediatamente comprendí que esa petición iba más allá de sus prendas; sus demonios la estaban atormentando. Usagi nunca era clara al hablar, pero hacía todo lo posible por descifrarla. Sabía que para ella era muy difícil expresar lo que sentía en voz alta; no era la primera vez que ocurría.
Su rechazo no era por mí, sino por ella misma. Era su manera de protegerse, de evitar que sus propios pensamientos la consumieran. A veces sentía que su mente era un enigma, incluso para ella misma.
— Lo haré. Te lo prometo. Recuerda lo que dije antes: no le des poder. Seguramente estás pensando en mil cosas que crees que pensaré de ti, pero no es así. No me iré a ningún lado, aunque me hagas caer de culo. — Traté de reírme para aliviar la tensión, pero creo que ni lo notó.
![](https://img.wattpad.com/cover/89942255-288-k505309.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Ansiedad social
FanfictionUna joven con ansiedad social se encierra en su mundo para evitar el dolor de las relaciones. Su vida transcurre en soledad, protegida por muros invisibles que levantó para no ser herida. Por otro lado, un hombre, impulsado por una curiosidad inquie...