Capitulo 17

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Capítulo 17

Días después de mi último encuentro con Usagi, la vida parecía fluir con más tranquilidad. Al llegar al gimnasio esa mañana, me encontré con ella y Mina en la entrada. Como de costumbre, Usagi se veía incómoda y nerviosa, pero ya había estado investigando sobre la ansiedad y podía entenderla un poco mejor. Me acerqué a ellas y les pregunté si pasaba algo. Mina, con su actitud acostumbrada, respondió de manera directa:

— ¡Tómalo! — dijo, extendiendo el reproductor de música hacia mí.

Miré el objeto en su mano y respondí, tratando de mantener la calma:

— No he traído el suyo.

Luego me dirigí a Usagi:

— Puedes quedártelo hasta mañana que te regrese el tuyo.

Usagi no respondió, y Mina, notando mi frustración, intervino de nuevo:

— No te preocupes por eso, ella puede usar el mío.

Tomé el reproductor y sentí el suave roce de las manos de Usagi contra las mías. La situación me resultó más complicada de lo que había anticipado. Miré el reproductor con una expresión pensativa.

— Hmm... Ya veo, no lo necesitas. — Lo apreté con fuerza en mi mano y, sin decir más, seguí mi camino.

Después de ese intercambio, no volví a verlas dentro del gimnasio. Sin embargo, me encontré nuevamente con Beryl, la pelirroja que me había robado un beso días antes, y a la cual intentaba evitar para prevenir cualquier malentendido.

Esa misma semana, Rei me comentó que habría un evento al que asistiría con Mina, relacionado con su novela gráfica, al final no pude asistir porque tenía trabajo y sabía que Usagi tampoco iría por obvias razones.

La tarde en el hospital había sido tranquila hasta que mi teléfono sonó con una llamada inesperada. Al ver que era Rei, noté un tono de urgencia en su llamada que me hizo dejar lo que estaba haciendo de inmediato.

— ¿Rei? ¿Qué ocurre? — pregunté, intentando discernir la gravedad de su tono.

— ¡Mamoru! Necesito tu ayuda, ¡es urgente! Mina se ha desmayado en el evento.

— ¿Desmayado? — repetí, sintiendo que el pánico se apoderaba de mí. — ¿Qué pasó?

— Estaba rodeada de gente y hacía mucho calor. Creo que se desmayó por eso. ¡Tienes que venir rápido! Y por favor, avísale a Usagi. No puedo contactarla y ella debería estar aquí.

— Entendido, Rei. Iré a buscar a Usagi primero y luego al evento — respondí, sintiendo que el tiempo apremiaba.

Colgué la llamada y salí rápidamente. No había mucho tiempo que perder. Dirigí mi coche hacia la casa de Usagi, tratando de no dejarme llevar por la ansiedad que sentía.

Al llegar a su casa, toqué el timbre con insistencia. Unos momentos después, la puerta se abrió y vi a Usagi, aún en pijama, con un rostro de sorpresa y preocupación.

— Mamoru, ¿qué pasa? — preguntó, su voz temblando.

— Rei me llamó. Mina se desmayó en el evento. Necesita ayuda. — Miré a Usagi, esperando su reacción. — Tienes que venir con nosotros.

Usagi se quedó inmóvil, claramente afectada por la noticia. Sin pensarlo demasiado, asintió rápidamente y salió de su casa aún en pijama, sin siquiera cambiarse.

— Vamos — Dije guiándola hacia el coche.

El viaje al evento fue en silencio, con Usagi mirando hacia afuera por la ventana, claramente nerviosa. Por momentos me sentí como una mala persona, al alegrarme cuando Rei me pidió el favor de buscar a Usagi. Solo me enfoqué en el hecho de que podría ver a mi pequeño tormento. Mientras conducía, no pude evitar desviar la mirada hacia ella, sentada justo a mi lado. Después de uno de esos encuentros incómodos en los que las palabras se ahogan en silencios, llegamos al lugar del evento. Vi salir a las chicas del establecimiento, pero no le permití a Usagi salir del auto. Aún estaba en pijama, y parecía que ella ni lo había notado, tal vez por la preocupación.

Ansiedad socialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora