Capítulo 24
No quería hablar con Mamoru presente. Parecía que no le gustaba hacerme sentir mal frente a otra persona.
— Quiero que cuides de ella.
— ¿Qué? — pregunté, confundida. No entendía a qué se refería.
— A tu hermana. Quiero que la cuides.
— ¿Mi hermana?
— Pensé que siendo hija mía, serías un poco más inteligente. Pero parece que no lo eres. ¿Qué es lo que no entiendes?
— No entiendo nada. ¿De qué me estás hablando? ¿Cuidarla?
— ¿Por qué estás aquí?
— Hotaru me llamó, estaba llorando y no sabía qué pasaba, así que decidí venir.
— Te dije que no debes preocuparte por mí. — «No lo hago, pero a diferencia de ti, no soy una monstruo que ve a una niña llorar y no hace nada por solucionarlo.» Eso nunca lo diría en voz alta; no quería avivar más la llama.
— No lo hago. Solo no quiero que me sigan buscando. Quiero que Zafiro se mantenga alejado de mí, él...
— Zafiro lo único que ha hecho siempre es cuidar de ti.
— No es cierto; él es la razón por la que me fui de aquí.
— No digas tonterías. Te fuiste de aquí porque eras infeliz. Me abandonaste, al igual que tu madre.
— Mi madre no te abandonó. Ella murió. ¿Acaso no lo recuerdas?
— Ella decidió morir. Podría haber estado más tiempo conmigo si hubiera seguido su tratamiento al pie de la letra. Pero prefirió pasar tiempo contigo, temiendo que el tratamiento no funcionara. Ni siquiera le dio una oportunidad, ni siquiera me dio a mí una oportunidad.
— Nada de eso es mi culpa. Aún así, me hiciste pagar por ello, y lo sigues haciendo. Ni siquiera crees en mí. Zafiro miente, deberías creerme. Él... — Me interrumpió.
— El que huyeras sin más no te hace la persona más confiable, Usagi. No te llamé para hablar de Zafiro. Ya te dije, quiero que cuides de Hotaru. Su madre se ha ido, Zafiro nunca se ha hecho responsable de ella, y yo, ya sabes lo que va a pasar conmigo.
— ¿Por qué me pides esto a mí? Ni siquiera conozco a esa niña, ni sabía que existía. No puedo hacerme cargo de ella. Me siento enojada solo con verla, y después de lo que dijiste en el hospital, ya no soy parte de tu familia. Recuerdas que prefieres quedarte con el hombre y la mujer que me torturaban de niña. Si son tan buenas personas, ¿por qué no se quedan con ella y me dejan en paz?
— Usagi, sigo siendo tu padre. Me gustaría que me respetaras y me escucharas cuando te hablo. No me importa el pasado, estoy muriendo, ¿lo entiendes? Ya debes madurar y superarlo. ¿No quieres cumplir mis deseos? Bien, entonces te puedes ir, y ya no necesito que vuelvas a este lugar.
— No me estás escuchando. Quiero que me escuches al menos una vez en la vida. Quiero que me entiendas, quiero tu apoyo. Quiero que me creas cuando te hablo. No quiero que me juzgues por llegar aquí con alguien. ¿Crees que está mal encontrar a alguien que quiera estar conmigo? ¿Porque tú me desprecias piensas que todos los demás harán lo mismo? ¿No puedes sentirte aunque sea un poco feliz por mí? ¿Cómo esperas que cumpla tus deseos si no has hecho más que despreciarme por algo que ni siquiera es mi culpa? Soy tu hija, no soy mamá. No te abandoné; me obligaron a irme.— Lo escuche suspirar como si mis palabras le pesaran y al mismo tiempo no le importaban.
— Toda mi vida estaba en este lugar, pero tú no hiciste nada para que me quedara. — Segui con mis discurso ahora mas alterada, podía creer que mi dolor, no tocara nada en él — Ya no podía más. Él hacía cosas que nunca se deberían hacer con una niña, y no entendía, pero ahora lo sé, y tú no me protegiste. Ahora quieres hacerme sentir mal por no cumplir tus deseos. El que está mal eres tú. — Terminé ya casi sin aire.
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Ansiedad social
Fiksi PenggemarUna joven con ansiedad social se encierra en su mundo para evitar el dolor de las relaciones. Su vida transcurre en soledad, protegida por muros invisibles que levantó para no ser herida. Por otro lado, un hombre, impulsado por una curiosidad inquie...