Había pasado más de una semana desde el viaje de Alexander, todo estaba más tranquilo por lo que mi trabajo había avanzado mucho, tenía la agenda al día, las muestras de las revistas y todo listo para cuando el ogro de mi jefe llegara de Seattle, lo cual sería en pocos minutos. Tomé una de las carpetas de la revista Nature, observé todo lo que debía llevar la muestra y la voz de Jess hizo que levantara mi vista para observarla con una leve sonrisa.
—Kaylee, recuerda que este fin de semana es la gala, tenemos que contratar el organizador para el evento —me recordó Jessica sonriendo.
—Lo tengo presente Jess, es una lástima que el Sr. Harrison ya no esté aquí —comenté un poco triste mientras organizaba la carpeta.
—Estará allá, sabes que nunca se pierde esos eventos —mencionó Jessica mirándome atenta.
—Lo sé, lo digo porque sería bueno que él estuviera a cargo de la empresa como antes —espeté mirando hacia el ordenador.
—Sería genial, pero ahora tenemos que soportar a su hijo —chistó ella un poco aburrida.
—Lo sé, pero ahora debemos aceptar que Alexander es nuestro jefe —vocifere mirándola atenta.
Volvimos a trabajar hasta que llegó el susodicho bastante serio, al parecer el viaje con su novia no había salido del todo bien como él esperaba, era lunes en la mañana por lo que supuse que estaría más enojado que nunca porque este era el peor de sus días en la semana.
—¿Alguna junta Srta. Williams? —cuestionó mirándome serio, cosa que ya me daba igual.
—Sí, señor, tiene una junta con el Sr. Smith y vendrán los clientes de Los Ángeles para cerrar una campaña de publicidad de Composture —dije mirando su agenda; —además, vienen algunos inversionistas del proyecto de New York —continué leyendo sin quitar la mirada de la agenda.
—Que nadie me interrumpa, si viene Alessa, por favor hágala pasar —ordeno entrando a su oficina.
Me volví a sentar mientras que trataba de trabajar, pero me era imposible por el hecho de que mi rutina volvería a ser igual, sabía que lidiar con Alexander no era algo fácil, suspiré levemente y el día pasó rápidamente, eran las 4:30 de la tarde, la chica con la que estaba Alexander en el escritorio el otro día se acercó de manera demandante mientras su mirada denotaba mucha superioridad, sus ojos azules me miraban con odio.
—¡Oye tú! —dijo ella mirándome con cara de pocos amigos, de arriba abajo con cara de asco y señalándome; —que nadie nos interrumpa —continuó mirándome con superioridad.
—Sí, señorita —asentí levemente mirándola.
Entró a la oficina y Jessica la miró con cara de pocos amigos, ambas nos miramos confundidas con cara de que no entendíamos nada, negué con la cabeza mientras acomodaba un mechón rebelde tras mi oreja.
—La famosa Alessa Wells, la hija del gran y prestigioso empresario Jeremy Wells y novia de nuestro querido jefe Alexander Harrison —espeto Jessica riendo, así que esa chica era la novia de Alexander.
—No sabía que era su novia —pronuncie sorprendida.
Quedé pensativa unos minutos, no sabía que la chica del incidente y la tal Alessa Wells fueran la misma mujer que es la novia de Alexander, después que decían que era un Don Juan en todo el sentido de la palabra. Continuamos con el trabajo, después de un rato salió la tal Alessa muy despampanante meneando su cuerpo de un lado a otro, paro frente a mí, me miró con asco y siguió por el elevador, fruncí mi frente confundida.
—Kaylee, hablé con el organizador de eventos, dice que para este fin de semana estará listo todo para la gala —espeto Jessica, sacándome de mi trance, emocionada.
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SIEMPRE TUYA ©
RomanceEngreído, prepotente y frío, pero sobre todo un empresario millonario sexy que arrasa con todo a su paso, eso define perfectamente a Alexander Harrison. Kaylee Williams, una chica soñadora, pero sobre todo inteligente, no estará dispuesta a dejarse...