Llegue del trabajo bastante cansada, pues habíamos tenido un día ajetreado, mire mi vientre con 6 meses de embarazo y Jacob se movía mucho más que antes, era un bebe bastante hiperactivo, pegaba muchas patadas cuando tenía hambre o quería que Aliah le cantara con voz de ópera así cantara horrible como un pájaro mojado.
Entre al apartamento y divise a la rubia en el sofá comiendo sus porquerías con cebolla, estaba viendo una serie animada, me acerque a ella y la abrace por la espalda, ella se asustó y sonrió asustada, solo faltaba una semana para que se marchara, no quería que se fuera, pero tenía que hacerlo, aún no conocía Benjamín, puesto que el ahora anda de viaje con Sarah, su novia y prometida, así es, Benjamín se comprometió con su novia hace unos días.
Me parecen una pareja espléndida, él es muy tierno y ella se ve que lo ama, cosa que me agrada mucho, ya que aprecio mucho a Benjamín, me levante del sofá y fui a darme una ducha, era viernes así que descansaría el fin de semana, y era de noche, quería salir con Aliah a comer en la calle y quizás ir a cine, me despoje de mi ropa y me duche lo más rápido que pude, ya que la rubia quería salir a tomar un poco de aire.
Salí de la ducha y me enrolle en una toalla, me maquille levemente y cepille mis dientes, mi cabello estaba bastante enredado últimamente, ya una vez lista termine de salir, busque en el armario algo suave y cómodo, opte por un vestido rojo en seda, tome mis cosas y salí a la sala.
—Qué cambio el tuyo, chica, estás hermosa y el embarazo te ha sentado bastante bien, aunque estás gorda, tendré que llevarte rodando el día de mi boda —bromeo Aliah riendo.
—Ya cállate, levanta tu blanco trasero y vamos a salir esta noche nena —comenté sonriendo.
—Sabes, quiero ser mamá también, pero no sé si a Paul le agrade la idea de tener un clon de nosotros en la casa —confeso una Aliah nerviosa.
—Es mejor que esperes hasta después de la boda, no querrás quedarte sin novio solo por querer ser madre antes de casarte —la mire un poco seria mientras llamaba el elevador; —Paul te ama y sé que va a querer formar una familia contigo —añadí dándole ánimos.
—Quiero que sea también un niño y sea el mejor hermano para mi Jacob —agrego ella con ilusión de poder ver a nuestros crecer juntos.
—¿Y si sale niña? —cuestione divertida mientras la miraba.
—Serán novios, después se casarán, harán el amor y seremos abuelas de muchísimos bebes que serán hermosos como nosotras —espeto ella riendo.
Definitivamente, Aliah no tiene arreglo alguno, salimos del edificio y nos subimos al auto, conduje hasta un pequeño restaurante de arroz chino en la quinta avenida, estacione y bajamos, entramos al lugar y estaba bastante lleno, eso indicaba que era un buen restaurante.
Entramos y nos sentamos en una mesa, toda la gente hablaba y reían, otros comían mientras sonreían, había mucha gente en el lugar, nosotras nos dispusimos a pedir arroz chino y Coca-Cola, no me juzguen, soy una mujer embarazada, la chica se marchó y comenzamos hablar de cosas triviales.
—¿Te acuerdas de que te dije que tenías que acompañarme a buscar mi vestido?, pues cariño iremos mañana en la mañana —comento ella sonriendo emocionada.
—Está bien, espero que no sea un día pesado, ya que sé lo complicada que eres —negué riendo mientras ella mataba con la mirada, yo solo subí los ojos al cielo.
Sabía como era Aliah, por cualquier defecto, por chiquito que le viera un vestido, era motivo para arrojarlo a un lado y buscar en otra tienda, después de comer, pagamos y salimos a la calle, la gente iba y venía, nos subimos al auto y conduje hasta el Central Park, se había vuelto el lugar preferido de la rubia para venir a despejarse, nos bajamos y comenzamos a caminar en el frío mientras Aliah hablaba animadamente.
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SIEMPRE TUYA ©
RomanceEngreído, prepotente y frío, pero sobre todo un empresario millonario sexy que arrasa con todo a su paso, eso define perfectamente a Alexander Harrison. Kaylee Williams, una chica soñadora, pero sobre todo inteligente, no estará dispuesta a dejarse...