Capítulo 48.

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Había sido una semana bastante pesada desde que paso lo de la loca de Alessa, primero estaba el plan para atraparla a ellay, por otro lado, habíamos decidido que Alexander dejara la gran mansión para que se viniera a vivir con Isabelle a la mansión que Gregg y Anny nos habían dado de regalo de bodas la cual ya estaba terminada, era bastante amplia, pero la duda me carcome, ¿estaré haciendo lo correcto al irme a vivir con el bajo el mismo techo?, aún siento que no he perdonado a Alexander del todo, pero era mejor que viviera en un lugar seguro mientras planeábamos lo que teníamos para Alessa y claramente la mansión Harrison ni la mansión de Alexander eran lugares seguros por el momento hasta que ella cayera en la cárcel, aunque la mansión Harrison estaba con demasiada seguridad.

Suspire frustrada y tome la última maleta que faltaba para la mudanza, baje a la primera planta y allí estaban todos, Mía sostenía a Jacob en brazos y le pase la maleta a Charles, todos estaban bastante tristes, puesto que nos íbamos nosotros también a vivir a la nueva mansión.

—Kaylee cariño, te vamos a echar de menos, pero todo sea por la seguridad de nuestro hijo Alexander y de nuestro nieto —comento Anny sonriendo débilmente.

—Anny estaremos bien en la mansión, no te preocupes por nada —respondí abrazándola.

Ella solo correspondió a mi abrazo y después de separarnos miré a Gregg sé que él no quería que me fuera, pero entendía que era lo mejor para su hijo Alexander y su nieto por el momento, no estábamos seguros acá y mucho menos con el bebe.

—Sabes que me parece algo loco que te vayas a vivir con Alexander viendo que él aún sigue casado con esa mujer, pero primero está la seguridad de mi hermano y de mi sobrino, solo tengan mucho cuidado —comento Dereck abrazándome.

—Estaremos bien, solamente cuida de tus papás y de Mía en casa, yo me encargaré de que Alexander y que mi hijo estén bien con Isabelle —confesé separándome de él.

Todos estaban muy tristes, me despedí de los Harrison y salí de la mansión, Jacob estaba por cumplir sus 2 meses y estaba muy hermoso, nos subimos al auto y emprendimos camino hacia nuestra nueva casa, al llegar la mansión estaba llena de escoltas que Gregg y el mismo Alexander habían contratado, Charles estaciono en la entrada de la mansión, había un auto el cual era muy conocido para mí, era Alexander quien estaba allí.

Había escoltas junto a tres camionetas blindadas rondando por el jardín delantero, trasero y la entrada principal, entramos a la mansión y estaba Alexander hablando con dos hombres grandes que parecían gorilas, cosa que me dio un poco de miedo, el chofer entro las maletas y después de que aquellos hombres se marcharan Alexander poso su mirada sobre mí, se acercó atento, al fin había tomado el valor para abandonar la mansión donde vivía con Alessa.

—Por fin llegan, estaba preocupado —dijo él sonriendo con alivio en su voz.

Asentí sonriendo y él se acercó a nosotros, deposito un beso sobre en mi mejilla y tomo a Jacob en brazos, el bebe estaba atento a todo con su chupete, le pedí el favor a Charles que subiera el equipaje hasta la habitación que Alexander indicara y asintió, Isabelle se asomó por el muro que daba al recibidor y tímida se aceró a mí, al verme sonrió emocionada y me abrazo con fuerza, realmente la extrañaba después de tantos meses sin verla.

—Mi niña Kaylee, que bueno verte después de tanto tiempo —comento ella en un susurro, por lo que me dio ternura.

—Nana, te extrañé mucho, también me alegra verte —respondí sonriendo genuinamente.

Después de separarnos su mirada se posó sobre Alexander quien cargaba a nuestro hijo, Isabelle se acercó a ambos y observo detenidamente al bebe de arriba a abajo mientras unas lágrimas cayeron por su rostro, estaba llorando de felicidad al conocer a Jacob, no sabía ni siquiera de su existencia hasta hoy.

SIEMPRE TUYA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora