Llego la primera semana de diciembre, junto a Mía y Dereck estábamos decorando toda la mansión de navidad, incluyendo los jardines, estábamos riéndonos, ya que Mía se había puesto un gorro de reno bastante tierno mientras hacía como oveja, Anny y Gregg habían salido todo el día porque estaban en una reunión de la empresa bastante importante por lo que estábamos nosotros en casa terminando todo para la temporada navideña.
—¡Kay! —exclamo Dereck llamando desde el recibidor; —es urgente, ven rápido —añadió gritando.
—¿Qué sucede? —cuestione comiendo un trozo de galleta mientras respondía.
—¡Aliah está aquí! —grito más duro.
Camine hasta donde estaban y la rubia al verme me abrazo con fuerza desde que supo lo del embarazo Aliah venía a diario a verme, agradecía que no estaba sola en este proceso por lo que estaba pendiente de mí en todo momento.
—Te traje una caja de helado para alegrarte el día —sonrió estirándolo.
—¿De vainilla o chocolate? —cuestione curiosa.
—Chocolate —espeto pasandome el pote.
—Gracias Aliah, eres la mejor —sonreí abrazándola.
Aliah sabía que yo adoraba el chocolate, caminamos hasta donde estaba Mía colocando las últimas luces del árbol de navidad, nos sentamos en el sofá de la sala de estar y nos dispusimos a contar anécdotas de cuando éramos pequeños en navidad, para mi suerte tengo muchas con mi familia y Aliah.
—Les contaré algo que ustedes no saben —espeto Aliah misteriosa.
—¿Qué es? —cuestiono Mía curiosa.
—Cuando Kaylee y yo éramos pequeñas, ella adoraba ir a montar a trineo, una vez fuimos con su hermano Chris a tirarnos desde una gran montaña que había cerca a la casa, ella fue la primera en tirarse y cuando casi llega a la bajada se tiró porque había un perrito enterrado en la nieve, fue el acto más hermoso que ha hecho —espeto Ali sonriendo.
—Oh, recuerdo eso, ese cachorro lo adopto el Sr. Michael's con su hijo Lou, que por cierto — sonreí; —solo que Aliah estaba enamorada de él desde que lo vio —me reí sonoramente.
—Cállate —chillo fuertemente la rubia.
Todos reímos mientras que Anny y Gregg entraban por el recibidor, nos brindaron una sonrisa amplia, nos saludaron y fuimos a cenar, era de noche y el frío se hacía presente, ya que estaba nevando fuera de la casa, nos sentamos mientras que Anny comentaba que mañana irían a un refugio de niños.
—Cada año voy con Gregg y Mía a un refugio de niños, pensaba que quizás Kaylee quiera ir con nosotros —comento ella sonriendo.
—Me encantaría ir, nunca he ido a un orfanato —asentí emocionada.
—Entonces mañana iremos —sonrió Gregg asintiendo; —saldremos a las 11:00 A.M., Kaylee así que tan pronto estés lista baja —espeto él con una amplia sonrisa.
Asentí levemente y cuando terminamos de comer solo nos levantamos, Aliah se despidió de todos, ya que Paul venía por ella, mientras que Mía nos acompañó afuera a despedir a la rubia, nos sentamos en una banca un poco fría, sonreímos temblado mientras mirábamos la nieve caer.
Una vez llego Paul por Aliah entramos nuevamente a la mansión, me despedí de todos y subí a la habitación, entre y cerré la puerta tras de mí, últimamente tenía muchos mareos, pero debía tener cuidado de que ninguno de los Harrison se enteren de mi embarazo.
Me senté en la cama mientras pensaba en que debía hacer, quería irme de Boston, pero dentro de mí quería quedarme junto a Gregg y Anny, pero por ahora no podía hacerlo, suspire pesadamente y me cambie mi vestido por una pijama cubierta, entre al baño y cepille mis dientes.
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SIEMPRE TUYA ©
RomanceEngreído, prepotente y frío, pero sobre todo un empresario millonario sexy que arrasa con todo a su paso, eso define perfectamente a Alexander Harrison. Kaylee Williams, una chica soñadora, pero sobre todo inteligente, no estará dispuesta a dejarse...