La vida como madre era muy entretenida y caótica tal como lo había dicho mi hermano Chris, Jacob apenas tenía un mes de nacido y ya tenía la cada vuelta un manicomio con sus abuelos, Anny siempre estaba con él alzándolo y Gregg ni mencionar, no se cambiara por nada ni por nadie, él solo se reía mientras le hacían pucheros, en verdad estaban muy felices de la llegada de Jacob a la familia, Mía dormía conmigo para ayudarme cuando comenzaba a llorar en las madrugadas y dejarme dormir un poco ya se levantaba muchas veces a pedir leche, era un niño calmado, pero cuando tenía hambre su mal genio se notaba a metros, eso no solo lo había heredado de mí, sino también de su padre, por otro lado, Dereck hacía de mi hijo un consentido.
Era el vivo retrato de Alexander cuando era bebe, me parecía muy tierno ver la foto de mi hijo y de su padre en una sola, eran idénticos, hoy era lunes y era hora de volver a la empresa Harrison después de tanto tiempo, no mentía al decir que estaba muy nerviosa y aunque sé que era muy pronto la empresa tenía que seguir, puesto que Dereck es muy joven y no sabe nada de la empresa, aprendería siendo mi mano derecha, ya que yo conocía cada parte de Industrias Harrison, aunque me dolía dejar a mi bebe en casa tenía que hacerlo, estaría en buenas manos de su abuela y tía.
Toda mi vida había cambiado, deje mi trabajo en New York, al principio Benjamín no lo tomo muy bien, pero entendió que debía volver a Boston por mi hijo y por la familia, fue hace una semana en la cual tuve que viajar con Mía y Jacob en el auto para recoger lo que me faltaba de la casa, el Sr. Blair quedo bastante molesto con Benjamín en un principio, pero entendió y ya acepta a Sarah como su nuera al fin, Allison comenzó a llorar, decidí entregar el departamento y regalar algunas de las cosas que había comprado puesto en la mansión había de todo.
Ahora solo quería trabajar y seguir adelante, Copito había vuelto conmigo, había sido pésima ama, ya que tuvo que quedarse con Allison mientras volvía, ya tenía mi vida devuelta en Boston y no me arrepentía de haber vuelto, Aliah aún no se comunicaba conmigo, puesto que estaba muy ocupada viajando con Paul en diversos negocios, pero ya sabia del nacimiento de Jacob y le había mandado una foto del bebe, aún no podía creer lo idéntico que era a Alexander.
Estaba más que fascinada, Dereck aún no podía creer que era tío, pues Jacob hacía con él lo que quería, mis padres y mis hermanos viajarían la otra semana para conocer al bebe, morían de ganas por verlo y conocerlo, ya que únicamente lo habían visto por foto, estaban muy ansiosos por viajar.
Me levanté de la cama y me dispuse a ducharme, eran las 8:00 A.M., tenía mucha pereza de levantarme, puesto que no había dormido muy bien, pero tenía que ir y retomar mi trabajo de nuevo, después de salir del baño mire a Mía la cual dormía plácidamente con Jacob a un lado, sonreí por la ternura de verlos y me acerque despacio al closet, escogí un vestido ajustado y volví al baño, al menos podía utilizar ropa ajustada un poco.
Cepille mi cabello y mis dientes, aplique rimel y brillo, mi gran vientre ya no estaba y me sentía algo extraña, ya me había acostumbrado a estar gorda y agradecía que mi cuerpo no había quedado feo después del embarazo, sonreí por mi pensamiento y tome mis cosas, me acerque a Jacob y deposite un beso en su frente y luego a Mía en su cabeza, ya que era una excelente tía, se merecía el cielo por ayudarme a cuidar de mi hijo.
Baje hacia el primer piso y allí estaban todos desayunando, sonreí al verlos y me acerque a la mesa para luego sentarme junto a ellos, Cleare me trajo el desayuno y nos dispusimos a desayunar y hablar animadamente.
—Me alegro de que hayas decidido volver a la empresa hija, verás que será una gran oportunidad para que demuestres la madera de que estás hecha —espeto Gregg sonriendo.
—Cariño, quiero que estés tranquila, mi nieto estará en buenas manos y cualquier cosa que suceda nosotros te avisamos, el bebe estará monitoreado siempre —comento Anny sonriendo.
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SIEMPRE TUYA ©
RomansaEngreído, prepotente y frío, pero sobre todo un empresario millonario sexy que arrasa con todo a su paso, eso define perfectamente a Alexander Harrison. Kaylee Williams, una chica soñadora, pero sobre todo inteligente, no estará dispuesta a dejarse...