Habíamos regresado de Santa Mónica, mi hermana se había casado y aunque me incomodo que llevara mi vestido el día de su boda cuando ella aún podía escoger uno nuevo, decidió ponerse el mío, unque admito que se le ve mejor a ella que a mí, puesto que ella es más bajita y tiene un cuerpo precioso.
Allison y yo habíamos vuelto del viaje bastante cansadas, me encontraba ahora en la oficina, era martes, hoy tenía que salir temprano a una cita con la Dra. Annett Geller, la mejor ginecóloga y obstetra en Nueva York, ya tenía 4 meses de embarazo y sentía que el tiempo pasaba rápido, quería tener a mi pequeño o pequeña en brazos.
Termine de alistar, la última muestra que lanzaríamos hoy en la tarde de Cosmopolitan, Pamela, la chica de recepción, siempre me mira mal cuando llego, no había un solo día en que no me mirara de arriba a abajo, por lo que solo me limitaba a pasar para subir al elevador.
Camine hacia la entrada del edificio y salí de este hasta el estacionamiento, me subí a mi auto, ya me sentía bastante cansada por el embarazo, sentía muchas náuseas y a veces vomitaba, llegue justo a mi cita de las 1:30 P.M., con la doctora, estacione frente al edificio y baje, camine hacia el consultorio y entre hasta la recepción, mire a la recepcionista, era una chica bastante joven y bastante amable a mi parecer.
—Buenas tardes, soy Kaylee Williams y tengo una cita con la Dra. Geller —espeté, mirado a la recepcionista sonriendo.
—Pase Srta. Williams, la Dra. Geller la espera —respondió la chica sonriendo.
Entre al consultorio y la doctora se encontraba escribiendo en unos papales, al ver que entre alzo su vista y me brindo una leve sonrisa antes de hablar.
—Buenas tardes, Dra. Geller —comenté sonriendo tímidamente.
—Oh, tú debes ser Kaylee, Allison es amiga de mi hija Peage y me hablo mucho de ti, por favor siéntate —saludo ella sonriendo.
Asentí y sonreí amablemente, tome una silla y me senté frente a ella para poder hablar mucho más cómoda, se veía realmente bien el consultorio.
—Háblame de ti y de tu embarazo —pronuncio ella atenta mientras escribía en una carpeta.
—Trabajo en Blair's Publicity, tengo 23 años y tengo 4 meses de embarazo hasta donde sé —solté un suspiro sonriendo.
—¿Tienes pareja o el papá del bebe sabe que estás embarazada? —cuestiono ella atenta.
—No estoy casada, no tengo pareja y el papá de mi bebe no sabe de su existencia, no quiero que se entere de que estoy embarazada, él está por casarse —respondí un poco incómoda.
—Kaylee, solo puedo decirte que felicidades, criar a un hijo es lo más difícil que hay, lo digo porque crie a Paige sola cuando su papá decidió abandonarnos por una chica más joven —respondió ella sonriendo.
—Gracias Dra. Geller —asentí amablemente.
—Ahora levanta tu blusa y acomódate en la camilla, haremos una ecografía para saber como está tu bebe y te seguiré formulando las vitaminas prenatales, recuerda que el control es mensual y por nada debes dejar de asistir —comento ella sonriendo.
Asentí levemente, me levante de la silla y camine hasta la camilla, me recosté y subí la blusa dejando mi vientre un poco abultado a la vista, se sentía un poco extraño estar en una camilla acostada.
—Comencemos —me miro ella aplicando un gel en mi abdomen bastante frío.
Se comenzó a escuchar el latido y ya estaba más grande que en la primera ecografía que le había tomado el Dr. Miller cuando tenía casi dos meses de embarazo.
ESTÁS LEYENDO
SIEMPRE TUYA ©
RomanceEngreído, prepotente y frío, pero sobre todo un empresario millonario sexy que arrasa con todo a su paso, eso define perfectamente a Alexander Harrison. Kaylee Williams, una chica soñadora, pero sobre todo inteligente, no estará dispuesta a dejarse...