Mire por la ventana y el calor se apoderó de todo mi cuerpo, era un lunes en la mañana, como te odio maldito lunes, pero era un día asoleado, así que sería un excelente día, entraba a trabajar a las 8:00 A.M., me despoje de toda mi ropa con pereza para ducharme.
Me miré en el espejo y pude ver por primera vez que la Kaylee que era antes de conocer a Alexander Harrison, se encontraba allí de nuevo, con un brillo peculiar en sus ojos y con unas ganas de vivir inmensas solo por su hijo, con un nuevo comienzo, una nueva vida.
Me metí en la ducha y deje que el agua caliente cayera por mi cuerpo, hoy tenía la cita con Annett así que sabría el sexo de mi bebe, por fin había llegado el gran día, Benjamín y yo nos volvimos muy amigos, quería ayudarme en todo lo del embarazo, desde acompañarme a tiendas de bebe hasta ir a las dos de la mañana por mis antojos a las tiendas de comida.
Reí por mi pensamiento, salí de la ducha y me enrollé en una toalla para ir a closet, había seguido la regla de no utilizar tacones hasta dar a luz, pero no dejaba mi estilo de oficina a un lado, opte por una blusa de flores, un pantalón negro y una chaqueta de cuero café con unas plataformas bajas.
Nueva York estaba en un clima cálido últimamente, quizás porque ya casi entrabamos en verano, era el mes de marzo y tenía cinco meses de embarazo y mi vientre estaba más abultado a mi parecer o eso me decía Allison cada vez que me veía, cepille mi cabello, ya que estaba muy enredado, seguido de mis dientes, aplique un rimel junto a un brillo básico y salí del baño.
Camine hasta la habitación y tome mis cosas, mi bolso, un portafolio y las carpetas, desayune cereal con jugo de naranja con Copito a mi lado, últimamente mantiene más pegada a mí, quizás se deba al embarazo, le serví su comida y cuando termine baje hacia el estacionamiento, salude a Brad como cada mañana, me subí al auto y emprendí camino hasta la oficina, durante el trayecto pensé en decirle a Benjamín que me acompañara a la cita, no quería ir sola y Allison estaba enferma, al llegar solo estacione y baje, entre al gran edificio, el día estaba soleado, me gustaban esos días así cuando el sol inundaba la ciudad.
Entre al edificio, subí por el elevador junto a varios empleados, al llegar el sonido del elevador informo que habíamos llegado al piso diecinueve, Pamela siempre me miraba con rostro de pocos amigos, yo únicamente trataba de ignorar sus estupideces, llegue a mi oficina a paso firme, la oficina se sentía algo sola sin Allison, pero no había de otra, me senté en el escritorio de caoba y comencé con el trabajo de hoy.
Me encontraba haciendo la redacción sobre la última tendencia de moda y en la carpeta junto a las demás secciones de chismes se encontraban las noticias sociales, había una foto de Alexander junto a Alessa y esta tenía un vientre abultado, quede estática y un frío invadió mi columna dorsal al ver que estaba esperando un bebe de Alexander.
Se apreciaba a Alexander feliz junto a ella, unas lágrimas traidoras resbalaron por mi rostro, sabía muy bien que ya se habían casado y ella estaba embarazada de él, pero la gran pregunta es, ¿cuántos meses tiene de embarazo?, a mi parecer, unos 7 mese u 8 quizás, deje caer la carpeta sobre el escritorio y respire hondamente mientras secaba mis lágrimas mirando hacia la gran vista a la ciudad.
—Tengo que sacarte de mi mente Alexander, no te quiero más en mi vida —espete para mí misma mientras dejaba todo a un lado.
Volví a trabajar y las horas se hicieron eternas, tenía aquella foto sobre mi escritorio y la redacción, es decir, lo que acompañara la foto, estaba catalogado como el embarazo más deseado del año, ella posa su embarazo con orgullo, ella está con él y le dará un hijo, ¿por qué demonios soy tan masoquista al recordar siempre lo malo del pasado?, sé que mi bebe no tendrá un padre, pero me tendrá a mí, el problema es cuando crezca y comience a preguntar por su padre, ¿qué le diré?, ¿qué está muerto?, o ¿qué nos abandonó por irse detrás de la mujer que amaba?
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SIEMPRE TUYA ©
RomanceEngreído, prepotente y frío, pero sobre todo un empresario millonario sexy que arrasa con todo a su paso, eso define perfectamente a Alexander Harrison. Kaylee Williams, una chica soñadora, pero sobre todo inteligente, no estará dispuesta a dejarse...