Ayude a Aliah con el vestido de novia, ya que tenía que subir la cremallera, aún no estaba ni maquillada ni mucho menos peinada, así que puse manos a la obra, se había olvidado de contratar a una estilista, pero comencé por maquillarla, un blanco destellante, brillo trasparente y rubor.
Aliah era así, sencilla y única, tome su cabello e hice un peinado que quede sorprendida, se veía preciosa en un hermoso recogido con una tiara en su cabello rubio, al verse en el espejo sus ojos estaban llenos de lágrimas, nunca había visto a Aliah llorar así.
Eso pasa cuando te casas con la persona que amas en verdad, estás enamorado y sientes nervios en todo tu cuerpo, todos tus recuerdos te hacen poner triste y feliz a la vez, ya que compartirás tu vida con alguien más, serán uno, en todo sentido.
—Calma Ali, hoy es tu día, así que solo sonríe y sé feliz, sabes que hoy es el día más importante de tu vida —comente sonriendo.
Mire el reloj y eran las 6:50 P.M., faltaba 10 minutos para la boda, Aliah estaba lista, acomode su velo y su madre la abrazo, unos golpes a la puerta hicieron que la abriera, del otro lado estaba el padre de Aliah, Terrens Montgomery.
—Kaylee, ¿eres tú? —cuestiono Terrens con sorpresa en su voz.
—Sí, soy yo —asentí sonriendo.
—En verdad que el embarazo te ha sentado, estás preciosa —confeso él abrazándome.
Correspondí su abrazo y al separarnos fue a saludar a su esposa e hija, Terrens era un gran padre como el mío, ambos atentos con sus hijos y cariñoso con sus esposas, Aliah era la única mujer y la menor, por ello su padre la amaba aún más que su hijo mayor Michael, el cual es un maldito idiota narcisista.
Al verla sus ojos se llenaron de lágrimas y sonrió, Aliah estaba preciosa, después de aquella escena Maddison nos apuró y nos fuimos para el lugar de la boda, esta seria sobre un barco el cual estaba al borde del mar, la idea había sido de los padres de Aliah para darle un toque marino, cosa que me causaba ternura.
En la parte de la entrada del hotel divisé a Benjamín, le hice señas para que se acercara y se veía realmente guapo con su esmoquin, se acercó a nosotros y nos fuimos detrás de Aliah la cual estaba un poco nerviosa, ella siguió caminando a paso firme al igual que nosotros, nos subimos a la limusina y emprendimos camino.
—Así que tú debes ser el famoso Benjamín Blair —comento Aliah mirando a Benjamín sonriendo.
—Sí, y tu Aliah Montgomery, la mejor amiga de Kaylee —espeto Benjamin un poco tenso.
—Así es, soy yo —asintió Aliah sonriendo mientras se señalaba.
Ambos sonrieron y el camino fue rápido, nos bajamos y ayudé a Aliah con su vestido, Benjamín iba con mi bolso, los padres de Aliah me miraban confusos, ya que ellos habían ido a mi boda y no era precisamente con Benjamín con quien me había casado.
—Genial, ahora tengo que lidiar con esto —pensé para mí misma.
Llegamos al lugar, allí estaban todos los invitados de los cuales conozco solo a la familia de Aliah las cuales eran tías y primas que conocía de años, me acerque a saludar a todos mientras que Paul se encontraba más allá, así que ya era hora de la ceremonia.
Todos entraron, estábamos solas con Terrens, ya que él entregaría a Aliah, subimos los grandes escalones, yo iba tras la novia sosteniendo su cola, nos acomodamos en la entrada y la marcha nupcial comenzó a sonar, solté la cola de Aliah y me enfoque en las flores tulipán y los anillos que llevaba en las manos para entregarlos una vez llegáramos al final del altar.
Comenzamos a caminar y todos se fijaban en Aliah, luego me miraban a mí y caminamos hasta el final, las damas de honor y los padrinos ya estaban allí, todos voltearon a ver a Aliah menos uno, Alexander.
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SIEMPRE TUYA ©
RomanceEngreído, prepotente y frío, pero sobre todo un empresario millonario sexy que arrasa con todo a su paso, eso define perfectamente a Alexander Harrison. Kaylee Williams, una chica soñadora, pero sobre todo inteligente, no estará dispuesta a dejarse...