~ Broken Candy ~ Suga - BTS

Parte 31

En el descanso me di a la tarea de buscar a Hwa In. No supe ni por dónde empezar, no conozco sus horarios ni los lugares los cuales frecuenta. No le pedí a SaNa que me ayudara porque yo quería quejarme por mi cuenta.
La cafetería, el patio, la azotea, la cancha de básquet... las gradas, me sentí como aquellos días donde yo buscaba a Yoongi. Hwa In no es como Yoongi entonces tuve que cambiar un poco aquellos sitios regulares por los no regulares.

Los baños del primer y segundo piso, el laboratorio, la sala de maestros, no debí entrar en ese último, casi me meto en problemas. ¡El salón del club de canto!

-¡Jimin!-

-Dodo, ¿qué haces aquí?-

-¿Por qué saliste del club de canto?-

-No es importante. ¿Buscas a SaNa?-

¿No es importante? Ahora veo a Jungkook y Taehyung saliendo de ahí también.

-Oh, no.- me pareció sospechoso que Tae dijera eso en cuanto me vio.

-Los tres salieron de ahí.- señalé la puerta.

-Nos pidieron mover el piano, eso es todo.- aclaró Jungkook. No le creí.

-¿A ustedes tres específicamente?-

-Sí.- Tae respondió y yo fruncí el ceño.

-Saben, sé que ustedes dos están en el taller de canto pero me intriga un poco verte allí a ti, Jimin.-

-Ese piano es muy pesado.- mi mejor amigo sonrió. -¿Ya comiste?-

-¡Ya comí! Creo que están ocultándome algo.-

-Ah, ¡sí! Nos descubriste, Doyeonnie.- ¿Oh, Jungkook?

-Sabes que pronto será el cumpleaños de SaNa, ¿verdad? Solo practicábamos una canción para ella y solo pedíamos la opinión de Jimin.-

-Ah, es eso.- suena razonable.

-Sí, sí, es eso.- habló nuevamente Jimin. Posó su brazo sobre mis hombros y me incitó a caminar con él, lejos del club. –Y a propósito, tenemos qué hablar sobre lo que pasó en la fiesta, ¿eh?-

Cielos, buena manera de atacarme de vuelta.

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No tuve la suerte de encontrarla. Hasta pregunté por ella a algunos chicos de primer año pero ellos pasaban de mí, me veían tan extraño. Supuse que la mayoría se enteraron de mi estado aquel viernes, incluso reían a mis espaldas, qué molesto.

Llegando a casa cambié las banditas de mis dedos. Oppa solo tiene banditas de las normales.
Comí sola, hice tarea sola, no me atreví a llamar a Yoongi. Supuse que no respondería, Oppa sigue insistiendo en que está muy ocupado. No sabía que escribir, componer y producir canciones fuera un trabajo bastante pesado. Sobre todo para Yoongi quien incluso piensa en letras mientras duerme, él lo dijo.
Tampoco he sabido de Youngjae.

Esa tarde fui sin compañía a mi clase de ballet. Creí que al llegar podría ver a Hwa In pero ni una sola señal vi de ella. Jugamos a las escondidas.
La señorita Han me ha reprendido por mis numerosas faltas de la semana anterior, me sentí mal por aquello, y por mis dedos, que no pude tomar bien la clase. Eso bajó mis ánimos.
No hay desempeño, dice la señorita Han. Y me llamó niña de nuevo, no me gusta cuando lo hace.

En fin, cuando se dio por terminada la clase fui a los vestidores.
Había chicas ahí, en las regaderas y los casilleros.
Dejé mi mochila en un banco cerca la entrada y comencé a buscar mi vestido, hasta que alguien dijo mi nombre detrás de mí.