~ Broken Candy ~ Suga - BTS

Parte 35

Cielos, Oppa tenía que acompañar a mamá a Gwangju.
Gwangju, lo que significaba que mamá estaba más que decidida a irse.
Aun no comprendía si tenía que irme con ella en el futuro. Oppa decía que todavía no por la escuela y demás.

-¿Voy a irme con ella?-

-No es seguro.- solo me respondió eso antes de que yo bajara del auto.

SaNa me recibió en la puerta de su casa y se ofreció a cargar mi mochila. Subimos a su habitación, amarillo y naranja por todos lados. Me gusta mucho su habitación, me hizo extrañar la mía llena de color rosa y morado con mis amigos de felpa.

Me puse mi pijama. Me encontraba sentada en la cama con las piernas cruzadas tratando de peinar mi cabello cuando SaNa entró con una bolsa transparente de gomitas, sonriendo al mismo tiempo con victoria. Al hermano pequeño de SaNa también le gustan las gomitas tanto como a mí, es una suerte mía dice SaNa.

-Ositos, tus favoritos, Doyeonnie.- prosiguió a sentarse a mi lado y comió algunas. Noté que miró mi pijama. -¿Bajaste de peso?- o bueno, la piel que deja al descubierto.

-No lo creo.- respondí.

-Juro que te veo menos pancita. Tu ombligo se ve adorable.-

Sonreí. –Mi ombligo.- sí es adorable.

-No usas blusas cortas, ¿verdad? Te vendrían bien.-

-Blusas cortas.- repetí. –A Oppa no le gustan y yo prefiero los vestidos, SaNa.-

-Vamos.- mi amiga se levantó de la cama llevándose otro puño de gomitas a la boca.

La seguí hasta su guardarropa. Muchos colores son los que vi, tanto oscuros como claros. SaNa usa el color que le plazca y combina cosas sin sentido, me gusta eso de ella.

-Mira esta.- me dio una blusa manga larga amarilla con lunares negros, el detalle importante fue que era muy corta.

-Nunca te la he visto puesta.- comenté.

-Es nueva, Doyeonnie, pero tengo curiosidad cómo te quedaría a ti.- ella sonreía y seguía buscando en el guardarropa. –Y ve esto, quedaría perfecta con un short alto. Olvidaremos un rato tu adorable ombligo, esto resaltaría tu cintura, ¿es bonito, verdad?-

-Cielos, me encanta.- negro, pero era brillante y el zipper era tan largo.

-¿Quieres probártelo?-

No podía negarlo, asentí muchas veces y a la vez reímos juntas.

Eso hicimos esa noche, probarnos casi todo del guardarropa de SaNa y la ropa que yo tenía en mi mochila, combinar cosas. La ropa de SaNa es algo ajustada para mí, y la mayoría de sus blusas son cortas, no suelo usar blusas o playeras cortas a menos que sea para dormir. Fue interesante y divertido.

-Deberíamos ir a Sandy's así mañana.- ella dijo. –Te queda demasiado bien, Doyeonnie.-

-¿De verdad me lo prestarías?- la miré mediante el espejo.

-¡Claro que sí! ¿Sabes? Deberías contratarme como tu coordinadora de guardarropa.- reímos las dos.

-¿Pero no crees que mi trasero se ve pequeño con este?-

-Ambas no tenemos trasero pero queda bien. Se nota algo.- volvió a reír. -¿Entonces qué dices, invitamos a los chicos mañana?-

-Oye, pero ya que yo estoy usando tu ropa tú debes usar un vestido mío.-

-¿Eh?-

-¡Sí!-

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