Capítulo ocho
C
onocía esa silueta, sus movimientos me llamaban demasiado la atención; la música se escuchaba por todas partes de aquella casa, y yo me encontraba mirando a aquella chica, que se movía demasiado bien al ritmo de la música, mientras bebía de mi vaso acompañada de los chicos más guapos de todo el colegio.
—¿Quieres bailar, bebé? —preguntó Kayn cerca de mi oído, ya que la música dificultaba que lo pudiera escuchar con claridad.
—Sí, pero esperemos la otra canción —dije, pero mi vista no se despegaba del cuerpo de aquella morena que bailaba en la pista acompañada de un chico de Cabello rizado, él no sabía muy bien moverse a comparación de ella, y eso era un poco gracioso porque bailaban muy separados.
Seguí tomando en uno de los vasos rojos que todos teníamos en las manos, pero yo solo bebía refresco porque en este tipo de fiesta sucedían cosas muy imprevistas, y las chicas siempre terminan desnudas en las habitaciones de la casa, y eso no sería muy agradable al otro día.
La canción había terminado, pero Kayn ya no estaba a mi lado y la chica a la que miraba ya se había ido de la pista con el chico de Cabello rizado que la acompañaba.
Me paré del sofá en que me encontraba rodeada de varias personas, Seiah estaba junto a Norman, muy cerca, a decir verdad, así que fui por algo que comer, no había almorzado desde que salí de casa y aquí, por lo menos, debería haber algo de picadera.
Me hice paso a través de las personas que estaban allí dificultando mi camino hasta llegar hasta una de las barras con picaderas que habían puesto en la fiesta.
Me paré en frente y allí vi a una chica de pequeña estatura con Cabello claro sirviendo bebidas, tenía un aro en la nariz y uno que otro piercing en las orejas, al verme empezó a acercarse.
—Hey, Kore —dijo ella a modo de saludo.
—Hola... —contesté.
—Allyson... —dijo con una sonrisa—, pero tú puedes llamarme Ally —añadió con voz al parecer seductora.
Ni siquiera quería pensar en eso, no me imaginaba a la chica de la barra de esa manera.
—Hola, Ally —Le sonreí—, necesito algo para comer, por favor —le pedí y ella asintió.
—Claro, ahora vuelvo —dijo guiñándome un ojo.
¿Acaso ella estaba coqueteando conmigo?
Sonreí al pensar eso de la pequeña, ya que siempre la veía en el colegio como una niña, ella no usaba el tipo de ropa que llevaba esa noche, más bien ella siempre, cuando iba a clases, utilizaba faldas largas y camisas y eso me parecía muy extraño porque parecía otra persona al verla por los pasillos del colegio.
Ella despreció en busca de mi comida y yo simplemente me senté en la barra a esperarla, mirando cómo se alejaba con lentitud, podía jurar que movía sus caderas así solo para que yo la mirara, mejor me dispuse a observar a otras personas haciendo diferentes cosas o bailando, o tomando como locos y haciendo cosas estúpidas.
¿Se suponía que yo le gustaba?
¿O acaso ella pensaba que yo era lesbiana?
«Hades»
El ambiente de la fiesta era muy agradable, Harry había ido por unas bebidas para ambos, después de bailar habíamos quedado sedientos, o por lo menos yo lo estaba; me había quedado con sus amigos en un tipo de reunión, me encontraba en el jardín de la gran mansión que ellos llamaban 1D, no sabía qué significaba exactamente, pero era un lugar que ellos utilizaban para fiestas y reuniones, o eso me había contado Harry.
—Hey —saludó una chica morena de estatura alta y Cabello largo con una sonrisa.
—Hola —dije moviendo una mano y dándole espacio para que se sentara.
—Soy Norman —se presentó—, supongo que eres nueva por aquí, porque nunca te había visto —dijo sonriendo.
—Sí, la verdad sí —contesté un poco tímida por encima de la música a todo volumen.
—Qué bien, si quieres te puedo presentar a varias personas, veo que vienes con Harry, ¿es tu novio? —preguntó tomando de su bebida.
—No, apenas nos conocemos —dije sonriendo.
—Qué raro, nunca lo había visto traer a una chica, seguro le gustas —dijo mirando a otro lado—, mira, aquí viene —agregó mirando a su dirección.
Ellos se miraron e intercambiaron una sonrisa mientras él se acercaba más y más.
—¡Mani! —casi gritó y pude jurar que ese grito no había salido de su boca.
—¡Harry! —gritó ella parándose para poder abrazarlo, pero por los vasos que traía él en las manos, solo se besaron en la mejilla.
Él se acercó a mí y me pasó uno de los vasos con una sonrisa.
—Veo que ya conociste a Norman —dijo mirándola.
—Sí, así es —respondí con una sonrisa.
—Bueno, chicos —habló un chico rubio interrumpiéndonos, él estaba al frente—, que empiece el juego, ya saben qué hacer para entrar al juego, saben las reglas.
—¿De qué va esto? —pregunté a Norman que estaba cerca de mí.
—Bueno, el juego se llama "la ruleta" —dijo ella mirándome—, tomamos un papel y escribimos una tarea, todo aquel que vaya a jugar debe hacerlo, entonces luego las juntamos y cada uno debe hacer la tarea que esté en el papel que haya elegido de aquella bolsa —siguió explicando y señaló un pequeño bulto que tenía un chico de Cabello negro, que estaba en el centro del pequeño círculo que se había formado—. Si vas a jugar, debes hacer lo que sea que te salga en el papel porque si no lo haces, te van a poner algo muy incómodo, una vez que entras, hasta que no se acaba el juego, no sales —dijo y miró al frente—. Por cierto, no me has dicho tu nombre.
—Soy Hades —dije y ella me miró de repente con ojos curiosos, la música seguía sonando y ya mi bebida iba decreciendo, haciendo que me sintiera mareada.
No estaba acostumbrada a beber muy a menudo y la bebida que tenía en mis manos, al parecer, era un poco fuerte, bueno, muy fuerte.
—¿Eres nueva me dijiste? —preguntó nuevamente.
—Así es —dije tomado un sorbo de mi bebida.
—Entonces creo que a Kore no le agradará que estés aquí —dijo y yo fruncí el ceño.
—¿Conoces a Kore?
Genial, ahora todos eran sus amigos.
—Sí, es mi mejor amiga —dijo ella con una sonrisa—, y aquí viene.
Joder, ni siquiera tenía el valor para girar a verla acercarse.
—Hey, Mani, ya veo que tienes compa... —Dejó de hablar cuando nuestras miradas se cruzaron.
—Sí, es mi nueva amiga, Hades —dijo la chica de piel morena con una sonrisa.
¿Ya éramos amigas o acaso ella no sabía que, a pesar de que estuve de muchas maneras con Kore, ella me detestaba?
—¿Qué haces aquí? —No era un secreto que su tono no era el más amigable y su cara estaba toda roja.
Sentí cómo se me helaba la piel al encontrarme con Kore en aquella fiesta, sentí cómo me empezaba a marear y mis pies al perecer ya no estaban porque no los sentía, pero debía llenarme de valor porque ella no tenía ningún poder sobre mí.
—¿Acaso debo pedir permiso para ir a donde se me da la gana? — pregunté en dirección a ella.
—¿Tenías que venir exactamente a donde yo estaba? —preguntó y pude ver que tenía las manos en puños.
—De haber sabido que estabas aquí, estaría muy lejos; mejor ir al polo norte antes que estar a diez kilómetros de donde tú estés —exclamé y mi rabia aumentaba al ver cómo ella se comportaba.
—Todo bien aquí —intervino Harry y pude ver a Norman a lo lejos mirándonos con curiosidad.
—Sí, creo que ya debería irme —dije mirando a Harry que me observaba desconcertado—, creo que estoy mareada y me duele un poco la cabeza.
—No, de aquí nadie se va hasta que el juego termine —intervino Norman con una sonrisa y pasándome un pequeño papel con un lapicero mientras Kore la miraba como si no la conociera para después mirar a Harry y luego a mí.
—Entonces ya tienes amigos —dijo ella con una sonrisa falsa en sus labios, joder, ella estaba tan caliente. Concéntrate, Hades—, veo que no pierdes el tiempo hermanita —No sé qué quería decir con eso, pero por su tono podría pensar que ella estaba, ¿celosa? No, más bien estaba molesta.
El alcohol claramente me estaba afectando.
—Bebé —Vi cómo la tomaba de la cintura y no pude evitar observar cómo la acercaba hasta donde él estaba—, el juego ya va a comenzar, ¿quieres jugar? —Acaso era normal sentir cómo me hervía la sangre al verlo simplemente tomándola de la cintura.
¿Quién coños era ese?
—Sí —dijo ella desviando la mirada de mí y mirando al chico de Cabello negro y mirada profunda, el cual ya sentía que detestaba y apenas lo conocía—, supongo que estoy muy estresada por cosas sin importancia —agregó mirándome otra vez.
Giré sobre mis talones hasta el grupo de personas que estaba en una pequeña ronda de, por lo menos, quince personas. Harry estaba a mi lado, quien no sabía qué decir, y Norman me acompañó hasta que una chica alta polinesia la llamó para que se sentaran en el mismo lugar.
—¿Quieres venir? —preguntó Norman en mi dirección.
—No creo que a Kore le guste esa idea —dije con una sonrisa irónica mirando a Kore, quien estaba muy abrazada al chico de Cabello negro.
—Vamos, no me digas que le temes a Kore.
¿Acaso había algo de reto en sus palabras? No, estoy segura de que ella me estaba retando a molestar a Kore.
Solo de pensar en una Kore molesta ya quería sentarme hasta en las piernas de Norman, bueno, no tanto así, pero si ella se molestaba, o por lo menos la sacaba de sus casillas, podría intentarlo.
—No sé por qué, pero... —dije sonriendo— me da que te gusta ver a Kore molesta.
—Tienes que admitirlo —dijo ella guiñándome un ojo—, se ve adorable cuando está molesta, ¿la viste hace un rato? —Soltó una carcajada y yo me le uní—. Vamos, Hades, eres nueva y estoy segura de que nadie puede molestar a Kore más que tú porque a ti no puede hacerte nada —¿A qué se refería con eso?
—¿Ya tienen sus papeles? —escuchamos a un chico rubio hablar por encima de la música.
—Toma este —dijo Norman pasándome un papel con algo escrito.
ESTÁS LEYENDO
Los secretos de Hades
RomanceEl odio en su estado puro y sin razones claras define la relación entre Hades y Kore; aquí nada será igual luego de colapsar en lo impensable: el amor. Kore cree saber lo que quiere. Hades sabe lo que quiere. Kore tiene una idea fija sobre Hades, pe...