H. part 23

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Capítulo veintitrés

* Punto de vista desconocido *

Estando justo allí, en aquella inmensa casa, más bien mansión, me sentía una persona diminuta, todo ese poder, casi un imperio construido y yo andaba detrás de una simple cosa: una chica.

Una chica a la cual no conocía, ni siquiera tenía la remota idea de quién era, pero que sabía que podía destruir todo lo que con esfuerzo él había construido, una chica que tal vez sin siquiera pensarlo podía poner todo en riesgo, todo lo que yo conocía y esa chica yo la encontraría y la traería hasta aquí para salvar todo lo que para mí tenía importancia. Mi familia.

—Has tardado demasiado —Su voz ahora era más áspera, como si hubiese fumado cien veces después de la última vez que nos vimos—. Sabes que no me gusta la espera y te empeñas en hacerme esperar, espero que la hayas encontrado o por lo menos tengas un rastro de ella. Ha pasado tanto tiempo que ni siquiera sé cómo luce ahora —dijo con frustración.

—Tengo algunas pistas —dije sin mirar al hombre de algunos treinta y siete años, el cual estaba dándome la espalda parado en frente de mí—. pero aún no llego hasta ella, ha pasado mucho tiempo y ni siquiera tenemos una foto de esa niña —dije también con frustración.

—Ella ya no es una niña —dijo pensativo aún sin dar la vuelta—, debe ser una adulta ya, tal vez anda por las calles mendigando o buscando la manera de encontrarme y tomar venganza o encontrarlo a él —¿A él, a quién se refería con eso? Su voz no era tranquila, se dio la vuelta dejando ver la marca en su rostro, era como si le hubiesen clavado un objeto filoso con todo el deseo de matarlo, pero no... sobrevivió, y aquí estaba, delante de mí, buscando algo muy importante.

—¿Por qué debería tomar venganza? —pregunté mirándolo, había algo que no quería contarme y yo lo sabía—. ¿Qué había hecho esta chica? ¿Había alguien más?

—No son tus asuntos —respondió cortante—. Tú solo me la traerás y luego yo juzgaré su futuro —Su voz me provocaba escalofrío muchas veces, pero no podía hacer nada, yo estaba bajo sus órdenes. Como siempre.

—Cómo digas —dije aún mirando a su dirección—. Esto es lo que he encontrado —Saqué unos documentos de la mochila que llevaba—. Al parecer hace unos diez años alguien la adoptó, pero el orfanato cerró después de cinco años y otro establecimiento fue puesto en ese lugar, haciendo imposible conseguir la información de quiénes serían sus nuevos padres —proseguí exponiendo todo lo que había recopilado en varios meses de investigación—, la única opción que nos queda es seguir investigando y esperar.

—¡Nada de esto me sirve si no la traes a ella! —gritó sin siquiera mirar los papeles que yo había expuesto, así que los recogí y los puse dentro de la mochila con decepción y un poco de enojo—. Mejor deja de jugar y tráeme lo que necesito.

¿Por qué le preocupaba esta chica tanto?

¿Había algo más grande que ni siquiera yo podía descifrar?

* Kore pov *

Caminé lentamente por la puerta de mi habitación tratando de no hacer ruido. Tal vez ella estaba dormida como lo estaban mi padre y la señora Sinu. Pero allí no había nadie, no había nadie en mi cama —sí, después de lo que pasó aún tenía la esperanza de encontrarla acurrucada en mi cama—; era muy tarde, cerca de las 3:00 a. m., el paseo con Kayn se había demorado demasiado, él, como siempre que salíamos se quedaba dormido luego de beber como si no hubiera un mañana, mientras yo solo observaba aburrida viendo como todos en esa "fiesta" se divertían.

La verdad era que mi mente estaba pensando en todo lo que Hades había dicho en aquel poema, todo era tal cual, tan hermoso, pero yo no debía enamorarme, de nadie... El amor no estaba en mis planes. Tan simple como eso, yo solo estaba con Kayn para apartar a los demás chicos y que me dejaran en paz, digamos que él era mi camuflaje.

Los secretos de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora