Capítulo treceHacía mucho frío, sentía como si se me congelaran las manos, abrí los ojos poco a poco, pero todo estaba oscuro, hasta que mis ojos se acostumbraron a la luz tenue que había en aquella habitación, algo rodeaba mi cintura y pude ver un brazo que estaba en esa zona de mi cuerpo, todos los recuerdos de hacía apenas unas horas invadieron mi cabeza, haciendo que una sonrisa apareciera en mis labios al sentir el cabello de Kore sobre mi cara.
Se sentía tan bien saber que ella en realidad sí me deseaba de aquella manera y, aunque tal vez solo era sexo, por lo menos en algo estábamos de acuerdo, bueno, eso, en realidad, es un poco enfermo de mi parte, pero en ese momento no tenía cabeza sino para pensar en los acontecimientos de la noche anterior, sus manos en mi piel, su boca en la mía, ¡joder! Sentí cómo nos volvimos una sola en ese momento y en realidad no sabía cómo explicarlo.
Miré a mi lado cómo Kore dormía plácidamente mientras su respiración chocaba con mi hombro y sus brazos me envolvían, al parecer cubriéndose del frío que nos azotaba. Me moví con cuidado de no despertarla para buscar las sábanas y cubrir nuestros cuerpos desnudos sin poder despegar la mirada de su rostro, el cual parecía tan en paz, sus facciones eran tan perfectas que me daban deseos de pasar la mano por su rostro, pero no quería romper ninguna regla del juego, ya que se suponía que lo nuestro solo era un acuerdo de sexo o algo así, no sabía cómo explicarlo.
Me encontré mirándola dormir por más tiempo del necesario, hasta que sentí que los párpados empezaban a cerrarse lentamente, sintiéndome en una especie de laberinto que al final resultaba ser Kore Seyhan.
....
Sentí cómo alguien rosaba la piel de mis mejillas con suavidad, al parecer sin querer despertarme, sentí que paró de hacerlo, pero no abrí los ojos para que continuara porque sabía que esa persona era Kore, sabía que estaba mirándome, ya que su respiración chocaba con mis labios, se estaba acercando para besarme, sentí sus labios rozar con los míos e inmediatamente sentí cómo mi corazón empezó a latir más rápido, no era un beso apasionado o con lujuria, solo era el roce de sus labios con los míos en una especie de muestra de cariño.
No estaba dormida, de eso no había duda, pero sentirla de esa manera sí era una especie de sueño del cual no quería despertar. Mi sueño no duró tanto tiempo, ya que sentí que se levantó de la cama, alejándose de donde estaba y saliendo de la cama que compartíamos.
Abrí los ojos al no sentirla cerca después de unos minutos, escuché cómo el agua de la ducha caía en el piso, dejándome saber que ella estaba en la ducha tomando un baño.
¿Por qué tenía tantos deseos de acompañarla?
Salí de la cama, sintiendo el piso frío bajo mis pies descalzos, mientras abría la puerta del baño, el cual contenía a mi presa, entré con cuidado de no llamar la atención de Kore, pero al abrir la puerta ella corrió la cortina de cristal de la ducha, dándome una explícita vista de su cuerpo mojado y desnudo, yo empecé a acercarme.
—No... no tenemos suficiente tiempo para esto, Hades —¿Acaso ella sabía lo que pasaba por mi mente?—. Hades... —Empezó a decir, pero ya era tarde porque mis manos se encontraban en su trasero mientras mi boca tomaba su cuello, besándolo con devoción y pasión.
—Anoche no tuvimos tiempo para ti, Kore —dije subiendo hasta su oído y mordiendo esa zona lentamente, haciendo que su respiración se volviera un poco más pesada—. ¿Segura que por lo menos no tenemos unos minutos para ti? —susurré en sus labios; sin esperar respuesta, la besé profundamente, sintiendo cómo ella también me correspondía de la misma manera, tomándome por el cuello y acercando los labios más a su boca.
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Los secretos de Hades
RomanceEl odio en su estado puro y sin razones claras define la relación entre Hades y Kore; aquí nada será igual luego de colapsar en lo impensable: el amor. Kore cree saber lo que quiere. Hades sabe lo que quiere. Kore tiene una idea fija sobre Hades, pe...