Capitulo Treinta y cinco
—¡Joder! —solo eso salía de mis labios cada cinco minutos por el puto frío que tenía y por supuesto que solo había una frazada que alcanzaba para una de nosotras, a menos que...
Ni siquiera quería imaginar esa posibilidad porque sabía que, si me acercaba demasiado, el frío se convertiría en fuego, el cual no podría apagar por mí misma y estaba muy consciente de eso.
Pero... ¿qué demonios estaba haciendo ella?
—¿Me pregunto por qué hace tanto calor aquí dentro? —Esto debía ser una broma, yo me estaba muriendo de frío y ella empezaba a quitarse la ropa, dejando ver el pequeño y ajustado sostén rojo que llevaba puesto—. Creo que debería dormir, pero me da miedo que oscurezca y no ver donde he puesto mi ropa después —Claramente ella estaba llamando mi atención cuando empezó a bajar el pantalón, dejando ver una parte de la prenda interior roja que estaba a la vista.
—Deberías vestirte, hace mucho frío —Traté de sonar desinteresada al decir eso.
—¿Tienes frío, Kore? —Asentí dirigiendo la mirada hacia otro lugar, ya que su tono no me inspiraba mucha confianza, sabía que había alguna intención escondida por ahí, y luego de lo que había pasado entre nosotras, no quería siquiera decir mucho—. ¿Por qué no vienes y te cubres entonces? —Esto me empezaba a asustar.
—No, gracias, estoy bien así —dije sentándome en un rincón.
Hades.
Esto iba a ser más difícil de lo que pensaba.
Flash back.
—Karl... —Aún mis lágrimas no cesaban y ni siquiera sabía cómo hacer para que se detuvieran, últimamente solo sabía llorar—, te hemos traído maní, palomitas y dulces de la coci... —Norman, Seiah y otra chica que no recordaba su nombre estaban sentadas a mi alrededor mientras se suponía que veíamos una película, la cual yo había arruinado con mis lágrimas.
—¿Estás bien? —Seiah preguntó poniendo lo que habían traído al lado de la pantalla.
—Sí, es solo... —empecé a hablar sorbiendo mi nariz como una niña—, la película —mentí.
—¿Cómo es eso si es una película de comedia? —¡Excelente! Tenía que ser de comedia.
—Por lo tanto, estoy llorando de la risa —Intenté sonreír, pero con lo torpe que era, debió parecer una mueca de dolor—. No me hagan caso.
—No, algo te pasa Hades, y lo quiero saber ahora —La voz de Seiah no era de felicidad—, y si no me dices en este instante, iré a tu casa arrastrándote por el cabello mientras le pregunto a todos qué es lo que te tiene tan triste desde hace semanas, ¡ahora habla! —Solo eso dijo mientras Norman se acercó a abrazarme.
Lo cual no ayudaba en nada, sino que empecé a llorar otra vez, pero esta vez no era en silencio, esta vez era de verdad, como si me doliera cada parte del alma y más allá, Seiah también se acercó a abrazarme mientras que la chica de pequeña estatura y tatuajes nos miró por un momento hasta abrazarme también, la verdad nunca me había sentido tan protegida y todo gracias a que Kore había roto mi corazón varias semanas antes.
—Yo sé lo que te pasa... —Norman habló, o más bien susurró, en mi oído—. Hace días que estás así Hades y la verdad es que te comprendo, todos hemos y pasaremos por esa etapa de la vida donde nos rompan el corazón y...
—Espera... —Seiah interrumpió el casi ensayo que iba a decir Norman—, ¿estás así por Kore? —Su cara se iluminó por un momento—. ¡Todo tiene puto sentido ahora! —Claramente Seiah era la mejor amiga de Kore y algo debía saber—. Maldita hija de puta, ¡me engañó diciendo que lloraba por su período!
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Los secretos de Hades
RomanceEl odio en su estado puro y sin razones claras define la relación entre Hades y Kore; aquí nada será igual luego de colapsar en lo impensable: el amor. Kore cree saber lo que quiere. Hades sabe lo que quiere. Kore tiene una idea fija sobre Hades, pe...