Capítulo 21

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Obsequio

Klaus

En la constructora me dedique a ver los planos para el nuevo edificio que estaba en construcción, no me podía concentrar bien porque no dejaba de pensar en Meghan y en sus extraños comportamientos con Elijah, él sabía la verdad de lo que había pasado con Steven y de todo lo que le ocurría, pero sabía que jamás me lo diría, ninguno de los dos iba a hacerlo.
Mientras conducía para ir a casa vi una tienda de mascotas y frente al vidrio se encontraba un cachorro de Pomerania, detuve el auto y baje, me fije a ambos lados para poder cruzar y entré a la tienda.
-Hola, ¿en qué puedo servirle?-dijo el joven del mostrador.
-Si, ¿cuánto por el cachorro de la vitrina?-dije sonriendo.

Meghan

Después de desayunar me quedé en la cama iba a empezar a leer cuando alguien tocó la puerta.
-Adelante-dije mientras la puerta se abría.
-Hola-dijo Kol entrando-¿Dormiste bien?-se sentó.
-Lamento haberlos despertado-dije sonriendo.
-No importa, las personas tienen pesadilla siempre y creo que esa es la prueba de que a pesar de todo somos humanos-bajo la vista-Aunque algunos las viven despiertos, cuando mamá se fue yo tenía miedo papá nos decía que era nuestra culpa porque si él no hubiera querido hijos ella jamás lo habría abandonado, se ensañaba con nosotros y más con Rebekah decía que ella era su vivida imagen, cuando me fui sufrí demasiado y ellos también-sus ojos se cristalizaron-Me alegre cuando supe que había muerto porque sabía que la tortura para mis hermanos había acabado y me sentía culpable por no haber regresado.
-Ellos te aman-dije mirándolo-La familia va a estar siempre para ti aunque creas lo contrario.
-Supongo que soy afortunado de tenerlos-sonrió-Tengo que salir a arreglar algunas cosas para el trabajo y después pasare por Bekah, te veo luego-se levantó y salió de la habitación .
Me quede sola de nuevo y me sentía inútil al no poder caminar y tal vez ayudar a Elijah con algo de su trabajo. Comencé a resolver un cuestionario que me había encontrado en uno de mis libros de la escuela cuando alguien llamó a la puerta
-Adelante-dije sin quitar la vista del libro
La puerta se abrió dejando ver a Klaus que llevaba una caja, entro y la puso sobre la cama, lo mire confundida
-¿Qué es esto?-dije viendo la caja
-Te compre algo-mostro una ligera sonrisa
-¿Una caja?-lo mire y él negó.
-Ábrela-me miró sonriendo.
Lo mire y acerque la caja lo suficiente para que pudiera ver lo que había dentro, note un ligero peso dentro de ella, retire con cuidado la tapa y la abrí, no podía creer lo que está dentro de la caja un pequeño cachorro lo levante para cargarlo y mire a Klaus.
-Tómalo como una disculpa por lo del accidente además pensé que sería una buena compañía para ti, ya sabes la fiesta de Elijah será muy pronto y Rebekah va todos los años a ese campamento-me miró.
-Gracias Klaus-dije acariciando la cabeza del cachorrito, él asintió y camino hacia la puerta para después salir.
Unas horas después el cachorro se quedó dormido y pude volver al cuestionario hasta que la puerta se abrió dejando ver a mi mejor amiga.
-Hola-dijo y se detuvo al ver dormido al perrito-Que bonito-se inclinó y lo acarició-¿De quién es?
-Mío-dije sonriendo-Klaus me lo regalo.
-Es raro, ¿no?-lo cargo y lo puso en su regazo.
-Será una buena compañía-dije y ella me miró.
-El campamento-puso mala cara-No tengo que ir, me quedare aquí.
-De ninguna manera, tú amas ir a ese campamento y no te lo quitaré, Bekah estaré bien-la mire sonriendo.
-Ok, ¿qué nombre le pondrás?-acarició al cachorro
-Aún no lo sé-me encogí de hombros.

Se Llama Promesa (Klaus Mikaelson). ActualizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora