Capítulo 29

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Tragos de más

Klaus

Llevaba el sexto vaso de whisky sabía que estaba mal lo que hacía, ya que había comenzado a parecerme a Mikael, bebiendo para evitar los problemas.
-El gran Niklaus Mikaelson-escuché esa voz llena de sarcasmo hacia mí.
-Marcel-dije sin mirarlo-Ha pasado demasiado desde que te fuiste.
-Lo sé, viajes de negocios-se sentó-Lo mismo que está tomando él-pidió al chico de la barra. Le dio un trago largo y después me miró-¿Hay alguna razón para tomar demasiado?.
-La misma de siempre-levante el vaso y termine con el séptimo.
-Meghan Owen-sonrió mostrando los dientes-Pensé que el viaje y Brittany ayudarían a olvidarla.
-La suerte no estuvo de mi lado esta vez-recordé la manera en la que les había hablado a Elijah y a Rebekah.
-Eres el hombre más complicado que conozco-me toco el hombro-Pero debo admitir que tus desgracias me alegran el día

Después de un largo rato tomando y hablando de nuestros problemas decidí que era tiempo de irme a casa.
-Fue un gusto Marcel, pero debo irme a casa-baje del asiento perdiendo el equilibrio en el acto, no tuve tiempo de reaccionar y caí al suelo.
-Está bien, amigo te tengo-escuche la voz de Marcel-Sera mejor que te lleve a tu casa.

Meghan

Me encontraba en mi habitación Chip se había dormido hace una hora y Elijah no había querido decir nada después de que Klaus le hablo de esa manera y Rebekah había subido a su habitación con lágrimas en los ojos, no fui tras ella porque no quería molestarla y sabía que ella prefería que fuera de esa forma. Mire el reloj eran las once y media de la noche me levante para ir a la cocina y tomar agua.

Me serví en un vaso y cuando estaba dispuesta a subir las escaleras, la puerta de la entrada se abrió dejando ver a Klaus apoyándose en el hombro de Marcel.
-Hola Meghan-Marcel entró y cerró la puerta-Klaus se pasó de copas y mi deber era que llegara seguro a casa.
Note que en su labio había un pequeño golpe, ¿acaso se había peleado con alguien?
-¿Tuvo una pelea?-dije mirando a Marcel.
-No, se cayó y se golpeó contra el piso-camino más hacia las escaleras-Lo subiré a su habitación.
Asentí y le di permiso para que pasara, después de un rato también subí y me quede en la puerta de la habitación mientras Marcel acomodaba a Klaus en la cama.
-Mañana tendrá el peor dolor de cabeza-camino hasta mí-Bien eso era todo, nos vemos después-asentí. Iba a salir de la habitación cuando la voz de Niklaus me detuvo.
-Meghan, no te vayas-movió la cabeza y abrió los ojos-Por favor-dijo suplicante.
Entre a la habitación y mire su golpe, me quede algo lejos de la cama pero él debió notarlo porque estiro la mano esperando que la tomará. Vacile unos minutos y después la tomé, le dio un pequeño tirón obligándome a sentarme, cerro los ojos un momento y yo me quede observando lo tranquilo que se veía, puso mi mano sobre su pecho y parecía que no tenía intención de soltarla.
-Me odian-dijo aún con los ojos cerrados.
-¿Qué?-le respondí sin entender.
-Elijah y Rebekah-abrió los ojos y me miró, en la oscuridad sus ojos parecían aún más hermosos-No me sorprendería que dejaran de hablarme-acaricio mi mano y una lágrima se resbalo por su mejilla.
-Ellos no te odian-dije limpiando la lágrima que acababa de salir-Están tristes, pero no te odian.
-Pero tú sí-dijo sin expresión-Al menos eso creo y es lo que das a entender-dijo y sentí como se tensaba.
-Yo no te odio-dije y él me miró para después cerrar los ojos, lo que yo tenía entendido era que él me odiaba a mí-Klaus tengo que irme a dormir-dije viendo el reloj en el mueble.
Asintió y soltó mi mano lentamente, me levante pensé que ya estaba dormido cuando me acerque a la puerta y volvió a hablar.
-Meghan, te amo-me quede sin poder moverme y lo mire se había dado la vuelta y se había dormido. Salí de su habitación cerrando la puerta, Klaus había dicho que me amaba pero podía ser sólo el efecto del alcohol en él. Apenas conseguí conciliar el sueño y cuando lo hice Damian apareció en mi mente.

Se Llama Promesa (Klaus Mikaelson). ActualizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora