Capítulo 27

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Advertencia

Meghan

Me desperté y no mire el reloj, fui directo hacia el baño y me mire al espejo todo el maquillaje que Rebekah me había puesto la noche anterior se encontraba por casi toda mi cara, me dedique a limpiarlo y alguien llamó a la puerta.
Abrí la puerta y me encontré con Elijah del otro lado, lo deje pasar y se sentó en la cama.
-¿Qué te paso anoche?-dije cuando me senté.
-Me sentía mal y subí a dormir-dije parpadeando rápidamente.
-¿Segura que no fue por Niklaus?-moví la cabeza negando, él noto que estaba a punto de llorar y me abrazó-¿Qué fue lo que hizo?
-Me dijo que ya no estaba interesado en mí y después me dijo que iba a ser afortunado por qué no iba a acabar igual que Steven-note como Elijah se tensaba en el abrazó.
-No puedo creer que te haya hablado así-sonó molesto-Pero te aseguró que no se quedara así, deberías ir a desayunar-cambio de tema.
-Necesito ducharme primero-dije, él asintió y se levantó de la cama.
Salió de la habitación cerrando la puerta, me puse de pie y me dirigí al baño, ya dentro cerré la puerta con seguro y me quité el vestido para después abrir la llave espera a que se pusiera tibia y entre en el agua esperando que lo que había ocurrido ayer se desvaneciera junto con el agua.

Klaus

Me encontraba en el estudio desde temprano, no había podido dormir más de tres horas y llevaba media hora corrigiendo el plano de una casa que la constructora iba a poner en Atlanta, comenzaba a sentirme desesperado.
La puerta se abrió dejando ver a Elijah que por lo que noté parecía molesto.
-¿Qué fue lo que le dijiste a Meghan?-hablo sin antes cerrar la puerta, había pasado todo la noche pensado cómo disculparme con ella.
-Fue un error-dije sin mirarlo.
-No te justifiques, siempre que lastimas a alguien tratas de justificarte-me miró con dureza cuando levante la vista hacia él-Pero esta vez fuiste muy lejos y no has hecho más que lastimar a Meghan.
-¡¿Acaso no he dicho que lo siento?!-levante la voz. Él me miró sin cambiar sus facciones contraídas.
-Tú jamás te has arrepentido de nada, así que no vengas a hacerte el mártir-sus palabras me dolieron pero me dedique a hacer que no lo notará-Sólo te pediré una cosa-dijo cambiando su tono de voz, espere a que continuará-Aléjate de ella, si ya no la amas déjala ir de una vez-lo mire.
-Eso es lo que he intentado hacer en estos dos años-sentía mis ojos arder-Te prometo que no volveré a lastimarla-dije y él asintió.
Salió del estudio y cuando lo hizo aquellas fuerzas que había mostrado frente a él se fueron, sabía que la había perdido y esta vez era para siempre y como siempre, era mi culpa.

Meghan

Salí de bañarme y Chip ya estaba ahí listo para ir a desayunar así que me cambié rápido y ambos bajamos, me encontré con Kol en la sala viendo televisión pero no vi a Rebekah. Entre a la cocina y me encontré con la señora Cameron y con Elijah, este último me sonrió.
-¿Dónde está Rebekah?-dije tomando un podo de fruta.
-Fue a comprar algunas cosas para el campamento-Elijah me miró-Necesitamos hablar de lo que piensas hacer con la casa-asentí.
Elijah me había comentado que podía vender la casa si así lo deseaba pero me dijo que no había problema si no quería hacerlo, estaba pensándolo mucho y tenía mi decisión vendería la casa y con eso estaría más tranquila.
-Ya tengo la decisión-dije cuando él tomaba café de su taza-Estuve pensando y creo que es mejor vender la casa por qué no tengo que regresar y Bekah no me dejará, así que prefiero venderla.
-Está bien, hablaré con Niklaus tal vez él pueda ayudarnos a cambiar la decoración-asentí en respuesta y continúe desayunando.
Después del desayuno subí de nuevo a la habitación, por suerte no me había encontrado con Niklaus, estaba leyendo el libro que Elijah me había dado la clase de hoy se suspendería, ya que él tenía que ir al banco a arreglar las escrituras de mi casa.
-Hola-dijo Kol entrando.
-Hola-dije haciendo el libro a un lado.
-¿Qué haces?-miro el libro.
-Elijah me dijo que lo leyera para la clase de mañana-dije y él asintió.
-¿Quieres ir a algún lugar?-me miró.
-Me encantaría-dije y él sonrió ampliamente.
-Vamos-se levantó rápido de la cama y yo lo seguí.
Bajamos las escaleras pero en la sala y en el comedor no había nadie, suspire aliviada de no encontrarnos con Niklaus. Salimos de la casa y Kol se acercó a su auto, me abrió la puerta y después él entro encendiendo el coche rápido.
Noté que íbamos saliendo del pueblo pero no me alarme cuando Kol estaciono el auto en el parque de diversiones que había cerrado hace cinco años. Fue el primero en bajar y yo lo seguí, nos acercamos a la reja de seguridad y él puso ambas manos en esta.
-Recuerdo que papá nos traía aquí cuando éramos niños-su voz sonó triste-Siempre nos ayudaba a ganar los premios en los puestos, se le veía lleno de vida cuando estaba con mamá-una lágrima se deslizo por su mejilla.
Toque su hombro, sintiéndome mal por el chico que había sido y por los horrores que había tenido que pasar.
-Lo más irónico-continuó-Es que mamá lo dejó porque no quería una familia y ahora está sola-sorbió por su nariz.
-¿Cómo lo sabes?-dije aun tocándole el hombro.
-La vi, en New York y ahora Niklaus quiere enviarme de nuevo-no quitó la vista de los juegos abandonados, había cierta melancolía en sus ojos. Minutos después me miró.
-Sé que has sido un ángel para mi familia-dijo con serenidad-De verdad te agradezco que estés aquí-sonrió levemente.
Después se acercó lentamente a mí, sabía lo que iba a hacer y no tenía las ganas suficientes para decirle que no lo hiciera, tomó mi mejilla y acercó sus labios a los míos uniéndolos en un beso.

Se Llama Promesa (Klaus Mikaelson). ActualizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora