Capítulo 41

1.3K 67 8
                                    

En el estudio

Klaus

Después del accidente del pastel, Meghan y yo no habíamos vuelto a hablar y ni siquiera salía de su habitación sí yo me encontraba en la casa me hacía sentir mal su comportamiento no tenía derecho a quejarme porque yo mismo la había provocado pero no se me hacía justo, le había repetido una y otra vez a Elijah que lo de la cena había sido un error pero él me había dicho que debía arreglarlo yo solo.
Era frustrante, Brittany no dejaba de llamarme, pero eso ya no me importaba y aunque Meghan no lo quisiera aceptar ambos teníamos una historia que aún no llegaba a su fin.
Mamá había intentado volver a hablar conmigo pero me había propuesto no escucharla, después de un largo día trabajando decidí salir al jardín y sentarme en el gran columpio, la ventana de la habitación de Meghan se encontraba cerrada, tenía en la mente sus palabras pero lo que más recordaba era su expresión dolida, ella no se creía aquello que decía, Elijah salió de la casa y me miró, rápidamente camino hasta mí.
-Por lo visto aún no resuelves tu problema-se sentó a mi lado.
-¿Cómo hacer que confíe en mí de nuevo?-dije mirando la ventaba.
-No es cosa de confianza, sí así lo fuera no dejaría que te estuvieras cerca de ella-sonrió levemente.
-¿Qué haces aquí?-cambié de tema.
-Voy a salir para el despacho y mamá llevara a los niños a pasear-dijo y yo rodé los ojos.
-Rebekah llegara pronto, así que Meghan y tú se quedaran solos, trata de arreglar las cosas, pero procura no echarlo a perder de nuevo-toco mi hombro y se puso de pie.
En cuanto él y mamá se fueron entre de nuevo a la casa y fui directamente al estudio.
Estaba arreglando una presentación en la computadora cuando Meghan entró al estudio, me miró y su cara mostró sorpresa.
-Perdón, pensé que Elijah estaba aquí-iba a salir cuando hable.
-Salió al despacho, ¿es urgente?-dije mirándola.
-Sólo venía a ver lo de la clase-dijo-¿Te dejó algo?-se recargo en el marco.
-No, además pensé que no bajarías-ella me miró por unos minutos-Siempre que estoy en la casa no sales y esperas a que me aleje para poder salir al patio, ¿esa es tu forma de decir que no me amas?
-Es la misma forma que utilizas tú-dijo entre dientes, pero no negó absolutamente nada de lo que había dicho y por un momento me devolvió la esperanza, ella un me amaba.
-No tienes idea de lo que significas para mí, Meghan pensar que casi te pierdo por culpa de Steven o por el estúpido accidente que yo provoque-me levanté del asiento y camine hacia ella, debí hacerlo demasiado rápido ya que retrocedió un poco asustada-No te voy a hacer daño, Elijah dice que me tienes miedo-dije recordando lo que él me había comentado y me había costado mucho entender
-Es sólo que a veces actúas como él-dijo sin decir su nombre, pero sabia exactamente a quien se refería
-Es algo que viene de familia, supongo-ella me miró, le toque la mejilla-Yo jamás te heriría, no otra vez-acerque mis labios a los suyos y esta vez ella no se separó.
La besé y eso era lo que más quería, tomé su cintura con la otra mano y la pegue más a mí, ella levanto los brazos y envolvió mi cuello con ellos, levante lentamente su blusa y toque su suave piel, me detuve un momento sólo para cerrar la puerta del estudio después de haberla cerrado la pegue a la pared y la cargué, ella rodeó mi cintura con sus piernas mientras el beso se volvía más apasionado comencé a bajar hasta su cuello logrando así gemidos por parte de ella, sabía que tenía que parar antes de que la excitación que estaba sintiendo ganara y eso llegara más lejos, aunque en el fondo lo quería había decidido que no era lo correcto.
-No podemos seguir-dije deteniéndome, la baje rápidamente.
-¿Qué?-dijo con la respiración acelerada.
-No puedo, Meghan esto siempre ha sido imposible y no tiene sentido-dije y vi como su mirada se apagaba, quería retractarme de mis palabras pero solo empezaron a fluir como siempre-Lamento no ser el hombre que esperas, la diferencia de edad separo a mis padres-ella me miró pero después volvió la mirada abajo-Meghan te amo pero no podemos estar juntos, jamás podremos-iba a tocar su mejilla pero ella detuvo mi mano.
-Damian dijo que me romperías el corazón-sus ojos se cristalizaron-Elijah y Steven también, debí hacerles caso-la primera lágrima se deslizó-Debí odiarte desde el primer momento pero no lo hice me quede con la idea de que cambiarías, pero yo siempre me equivocó-abrió la puerta del estudio y salió.

Meghan

Elijah regreso dos horas después de lo que había pasado en el estudio, Klaus se había quedado abajo y eso lo agradecía no quería verlo en mucho tiempo, alguien tocó la puerta y me levante a abrirla, era Elijah.
-¿Me acompañas a comer?-asentí y baje las escaleras.
La señora Cameron sólo había puesto dos platos.
-¿Rebekah?-lo mire
-Llamó para decir que se quedaría a hacer un trabajo en casa de una amiga y Klaus se fue.
-¿A dónde?-dije sentándome.
-La señora Cameron dijo que lo escuchó hablando al aeropuerto para pedir un boleto-comencé a servir la ensalada-Y al parecer salió sin nada de equipaje, además menciono que se iba con Brittany-esa fue la gota que derramo el vaso.
Solté el tenedor y mis ojos se cristalizaron, él me miró y se acercó a mí.
-Oh Meghan-acaricio mi cabello-Eso es lo que más te duele.
-¡Lo odio!-cerré los ojos tratando a toda costa de convencerme de que eso era lo que en verdad sentía
-Lo sé es un idiota, todo este tiempo ambos se han lastimando intentando ocultar lo que sienten.
-Quiero irme-dije y él me miró-¿Te acuerdas de lo que hablamos?-él asintió.
-Pero que le diré-dijo y yo lo mire.
-No le dirás nada, sólo Bekah lo sabrá-dije aunque Elijah no sabía el verdadero motivo por el cual me iba-No se interesa más por mí y yo siempre he sufrido por su culpa.
-Está bien, ¿a dónde iras?-se quedó callado, no tenía idea de a donde ir-Tenemos un apartamento en New York un poco retirado, íbamos pocas veces de vacaciones puedes quedarte ahí-asentí.
Esa misma tarde me puse a hacer mis maletas para irme de la mansión y esta vez no volvería, Rebekah no estuvo demasiado de acuerdo pero Elijah logro convencerla de que era lo mejor sin mencionar que la razón era su hermano.

-Promete que llamarás-dijo abrazándome por quinta vez.
-Lo prometo-dije viendo a Elijah-Gracias por todo.
-Cuídate mucho-me abrazó-Pase lo que pase sólo tienes que llamarme y yo estaré contigo-me dio un beso en la coronilla.
El aviso de que ya se podía abordar se escuchó me despedí por última vez de ellos y subí, de esa manera tenía que dejar atrás el pasado con Niklaus y concentrarme en mi presente sin él.

Se Llama Promesa (Klaus Mikaelson). ActualizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora