Capítulo 35

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Viaje

Meghan

A pesar de que me había negado a comer Elijah hizo que la señora Cameron subiera algo para mí y que no saliera de la habitación hasta que lo hubiera terminado.
-Bueno ahora la dejaré-anuncio y tomó los platos para después salir de la habitación.
-¿Te sientes mejor?-Elijah entro a la habitación-No vuelvas a hacerme eso-se sentó en la cama, sólo asentí no tenía las fuerzas para hablar aún-¿A dónde pensabas ir?
-Compre un boleto para Míchigan-dije recordando lo que había pasado en el aeropuerto-Él me detuvo antes de subir-dije y él me miró.
-Agradezco que lo haya hecho, yo no sé lo que haría y explicárselo a Rebekah sería la peor parte-acaricio mi mano-Seremos sólo nosotros por al menos tres semanas-dijo y yo lo mire, lo que Niklaus me había dicho era verdad pensaba irse.
-¿A dónde irá?-dije sin mirarlo.
-A Kansas, pero sus excusas se van acabando y cada vez te hace más daño, preferiría que todo fuera diferente.
Elijah me había confirmado que Klaus se iba por mí y no por su trabajo, cuando Elijah se fue de la habitación sentí un poco de paz, pero no estaba tranquila jamás me había acostumbrado a ver partir a Niklaus.

Klaus

Estaba haciendo mis maletas cuando Elijah entro a la habitación.
-Si vienes a detenerme no servirá de mucho-dije cerrando la última.
-Jamás ha servido, siempre haces lo que quieres-se sentó en la cama-Niklaus, sé que tienes miedo de que pase lo mismo contigo y Meghan, pero ella no es mamá-lo mire-Ella no te va a dejar, ha estado enamorada de ti desde que tenía 17, ¿crees que se cansaría de ti?-me miró.
-No lo sé-dije bajando la maleta.
-Te ha soportado aún con tu mal genio e incluso Damian lo aprobaba-recordó lo que ya sabía.
-Ambos sabemos que no me quedaré, sí ella necesita descansar de mí me iré-dije y él se levantó.
-Está bien-camino hacia la puerta-Buenas noches.
Me quede un rato más despierto, recordé la cara de Meghan en el aeropuerto no quería ni mirarme y esas horribles palabras que le dije en la mañana, pero nada se comparaba con el dolor de descubrir la verdad, esa verdad que ella se empeñaba en esconder me había dolido saber que ella sufría más que yo.

Cuando la alarma sonó me levante rápido, el vuelo salía en tres horas pero aún necesitaba arreglar algunos pendientes para la constructora del pueblo, entre ellos enviarles los bocetos de la casa de Meghan.
Baje las escaleras y Elijah se encontraba en la sala con un libro y una taza de café.
-Buenos días-lo salude antes de entrar a la cocina, él respondió de la misma manera. Me senté a desayunar y a llamar a alguien para que pasara después por los bocetos a la casa.

Meghan

Me desperté gracias Chip que estaba jugando en la cama, mire el reloj marcaba las nueve con quince minutos recordé que Klaus se iría y eso me dolería. Escuche voces afuera y decidí acercarme a la ventana, Elijah se encontraba ayudando a Niklaus a subir sus maletas en el coche, los mire Klaus lucía como siempre sin expresión que mostrará tristeza o arrepentimiento, yo sabía que era porque había aprendido a neutralizar sus emociones aquella que lo delataran y lo hicieran ver débil.
Cuando Klaus subió al auto dio una última mirada a la casa y se detuvo en mi ventana, agradecí que las cortinas taparan porque la verdad no quería que él me mirara.
Me quede en la habitación y Elijah entró, se acercó a mí y me abrazo aunque no lo quería admitir de verdad dolía.
-Tenemos tiempo para que te recuperes-dijo cuando dejo de abrazarme.
Elijah tenía razón, tenía que recuperarme de todo lo malo que había pasado en los últimos días y sabía que él me ayudaría, también tenía olvidarme de Klaus para siempre sólo así podría seguir tranquila.

Se Llama Promesa (Klaus Mikaelson). ActualizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora