Capítulo 31

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Culpa

Klaus

Entramos a la casa y sólo nos encontramos a la señora Cameron limpiando, estaba dispuesto a subir a mi habitación pero Elijah me detuvo.
-Klaus, Meghan va a vender su casa, pero necesitamos que alguien le haga unos arreglos, ¿podrías ayudarme con eso?-asentí, Meghan quería vender su casa, aceptaba su decisión pero se ma hacia bastante precipitada la desición pero si era lo que ella quería yo no iba a interferir.
Finalmente cuando me encontraba arriba no fui a mi habitación sino a la de Rebekah que estaba cerrada, mire que Meghan se encontraba sentada en su cama con un gran libro sobre su regazo.
Toque la puerta y espere a que Rebekah diera la aprobación.
-¿Quién?-fue lo primero que dijo.
-Soy yo, Niklaus-conteste y espera a que me abriera la puerta para poder hablar con ella frente a frente
-Veté-dijo de manera enojada-¡Meghan!-grito, Meghan levantó la vista del libro y salió de su habitación.
-¿Sí?-dijo pegando la oreja a la puerta cerrada.
-Dile a Niklaus que no estoy dispuesta a hablar con él por un largo tiempo, toda la vida si es necesario-rodé los ojos, se comportaba como una niña pequeña.
-Está bien sí así lo quieres, Meghan dile a Rebekah que cuando deje de actuar como una bebé hablaremos-me di media vuelta y regrese escaleras abajo, aunque sabía que tenía que arreglar con Meghan lo de esa noche.

Meghan

Me quede afuera de la puerta de Rebekah después de que Niklaus se fue, había regresado del aeropuerto y aunque no quería admitirlo se veía triste, por Kol, por Elijah, por Rebekah y tal vez por mí.
-¿Ya se fue?-la voz de Rebekah me hizo dar un salto de susto.
-Sí-dije y ella abrió la puerta, entre y me senté en su cama como siempre lo había hecho cada vez que iba.
-No quiero irme al campamento enojada con él, ¿sabes?-se sentó a mi lado y miro hacia su tocador
-Pues habla con él-le sonreí, sabía que había sonado muy obvia en mi solución pero era lo único que se podía hacer
-No es tan fácil, sí me hubiera dicho o a Elijah lo que planeaba hacer tal vez el enojo no sería tanto, pero lo decidió él mismo, después de que luchamos demasiado para que al fin Kol regresara a casa
Sabía que tenía razón, Klaus había decidido mandar a Kol sin el pleno consentimiento de alguno de sus demás hermanos.
-Debo ir a terminar algo de los resúmenes de Elijah-dije poniéndome de pie, ella asintió y salí de su habitación.
Ya en la noche me encontraba leyendo, Elijah entro en la habitación con su habitual sonrisa.
-Rebekah y yo iremos al teatro, ¿quieres ir?-dijo sentándose.
-No, de hecho estoy muy cansada, vayan ustedes-sonreí.
-Está bien, le diré a la señora Cameron que te suba de cenar-toco mi mano.
-Puedo bajar, ya no estoy enyesada-su mirada cambió-¿Qué?-dije empezando a asustarme.
-No creo que quieras bajar-paso su mano por el cabello, espere a que continuará-Klaus invitó a Brittany Parker a cenar-cuando dijo eso no me miró, sentí un dolor dentro de mí pero me obligue a no soltar una lágrima más por él.
Eso era la repuesta a su extraño comportamiento, no me amaba y nunca lo hizo y aun así había alejado a Kol de mí porque él siempre era así: egoísta.
Y ahí comprendí que todo aquello que había pasado tenía que dejarlo en el olvido, y que no importaba nada, ni siquiera que le dijera la verdad, no me amaba y yo debía dejar de hacerlo.

Se Llama Promesa (Klaus Mikaelson). ActualizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora