VIEJOS AMIGOS

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{RACHEL}

- Ya era hora- murmuro cuando se abre la puerta de mi despacho y entran Kat y Zeth.
- Lo sentimos, Hope acaba de llegar y le estábamos dando la bienvenida- dice Kat.
- Bien, ya estamos todos los del consejo privado- dice Luke-. ¿Qué era eso tan importante que tenías que contarnos?
Miro a todos los presentes de este consejo privado que formé poco después de empezar mi carrera como presidenta de los Nuevos Estados Unidos.
Luke, mi guardaespalda.
Liam, mi marido.
Zeth, Kat, Ian, los hermanos Kennedy y los tres únicos supervivientes de lo que antes era el Equipo Ghost, Kevin, Mario y Nelly, todos ellos excelentes soldados.
Todos ellos de máxima confianza.

- Es un asunto algo turbio. Zeth...- dirijo mi mirada hacia la suya-. Tú, tú sabías algo de esto, aunque solo eran teorías.
- Teorías acertadas, ¿me equivoco?- dice con una mueca.
- No. Tus dotes de investigación alertaron de algo nuevo, desconocido, y no ibas mal encaminado- respondo.
- ¿Qué quiere decir todo esto?- pregunta Miguel, ya que este dato solo lo sabíamos Liam, Zeth, Kat y yo.
- ¿Podemos ir directos al grano?- pide Ed.
- A eso voy, si me dejarais hablar- los miro mal-. Veréis, se trata del pelotón 166, entre los que se incluyen mi hijo, el de Liam y la hija de Kat y Zeth. Iban en una misión con el objetivo de encontrar suministros pero acabó en otra cosa.
- Dispara- pide Kevin, el peliblanco, atando cabos.
- Puede tratarse de un corredor. Mordió a Alexandra Blair pero no la infectó. Pero lo que lo diferenciaba de un corredor era su agilidad. Su rapidez. Su... inteligencia...- intento explicar.
- ¿Estás diciendo... que ha aparecido otro tipo de... muertos vivientes?- pregunta Nelly, la peliazul.
- Eso mismo- digo tras las miradas confusas y aterradas de todos-. No quiero alarmar a la población. Aún no es nada seguro y por eso os pido a vosotros que cooperéis conmigo en todo esto. Tenemos que averiguar lo que está pasando y atrapar a uno de esos zombies para investigarlo en caso de que sea cierto. No podemos perder el control como cuando aparecieron los corredores. Ahora... ahora nosotros estamos al mando.
Alguien llama a la puerta del despacho presidencial y la sala se inunda en el silencio.
- ¡Adelante!- digo a regañadientes, puede ser importante pero esta conversación también lo es.
La puerta se abre de par en par, dejando ver a los tres miembros restantes del consejo.
- Hola- murmura Zero pasando a la sala.
- Hemos vuelto con las manos vacías, lo siento- suspira Zeta.
- Hemos buscado por todas partes y nada- dice Zombi, cerrando la puerta tras su paso.
Suspiro pesadamente y Liam me pasa una mano por un hombro, tranquilizándome.

Jack.
Ese maldito mocoso.
Se fue sin avisar.
Siempre lo hace.
No hemos vuelto a saber de él.
Los que mejor lo conocen, aparte de mí, son sus tres fieles compañeros.
Y ni siquiera ellos han sabido dar con él.
- Está bien- asiento con la cabeza-. Comunicad a Zero, Zeta y Zombi lo que acabamos de hablar y mañana a la misma hora os quiero aquí a todos de nuevo, esto no ha acabado hasta que empecemos a luchar contra esta nueva amenaza.

Todos salen del despacho.
- ¡Espera! ¡Tú no!- le pido a Liam.
Este se da la vuelta tras cerrar la puerta y se dirige a mí.
- ¿Estás bien?- me pregunta mientras me siento en mi silla giratoria.
- No, la verdad es que no. Pensaba que lo tenía todo controlado. Todo iba tan bien... Primero desaparece Jack, y ahora...- suspiro estresada.
- Tranquila. Lo arreglaremos- me dice acariciándome la palma de una mano-. Siempre lo hacemos.
- Sí, pero siempre con una o varias muertes de por medio. Y no me puedo permitir eso, no mientras pueda hacer algo para evitarlo- le digo apesadumbrada.
Liam se queda callado, pensativo, y él siempre tiene palabras para mí.
Sabe que tengo razón.
- Necesito hacer algo- le digo apretándole la mano, él capta lo que intento decir.
- No, no es bueno para ti- me dice negando con la cabeza.
- Voy a hacerlo igualmente. Te necesito a mi lado- le digo mirándolo a los ojos-. Por favor...
- Está bien- suspira y me aprieta la mano izquierda con sus dos manos-. Está bien...

Cierro fuertemente los ojos.
Jack.
Jack, Jack, Jack.
Él y yo hemos estado conectado desde que todo esto empezó. No habría llegado hasta aquí sin él. Y sin el hilo que nos une.
Las placas en nuestras cabezas, esta tecnología que nunca había salido a la luz hasta que llegó el fin del mundo, nos ha permitido comunicarnos telepáticamente, experimentar lo que siente el otro, e incluso poder ver lo que está viendo el otro. Pero con el paso del tiempo este hilo ha ido disminuyendo debido a las miles de cosas que nos han ido pasando.
Pero aún tenemos algo dentro que nos une, por muy mínimo que sea, aunque el intento de comunicarnos nos cause un tremendo dolor.

"Jack. Primo. ¿Estás ahí?"
Lo siento muy lejos.
Me tiene bloqueada.
No quiere comunicarse conmigo, ya lo he intentado miles de veces y no me ha respondido, lo que ha conseguido dejarme con dolores de cabeza.
Pero esta vez no pienso dejarlo así.
Voy a destruir la barrera que me impide llegar hasta él.

Solo hay oscuridad y un hilo levemente visible y frágil que intento seguir.
Una pared invisible me bloquea.
No puedo pasar.
No puedo seguir.
"¡Jack! ¡Sé que estás ahí!"
No sé que puede pasar si derribo la barrera.
Pero lo voy a hacer.
"¡JACK!"
La cabeza me arde.
Oigo la voz de Liam a lo lejos pidiéndome que vuelva pero la bloqueo, no puedo dejar que me arrastre, no ahora que estoy tan cerca.

Hace calor.
"¡JACK!"
Arde.
"¡TE ENCONTRARÉ!"
Duele.
"¡DÉJAME PASAR!"
Se agrieta.
"¡CONFÍA EN MÍ!"
Está a punto de romperse.
"¡SOMOS LOS BLAIR, SOY TU FAMILIA!"
Empieza a despedazarse.
"¡YA ESTOY AQUÍ!"
La barrera se rompe y me pierdo en mis pensamientos.
Nuestros pensamientos.

Apocalipsis Zeta - Parte 7: La última amenazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora