{ZETH}
Supe enseguida que Mary estaba muerta, muerta y convertida en algo irreconocible. Pero cuando le disparé descubrí algo de lo que no estaba muy seguro. Esta gritó, un grito espantoso pero no cualquier grito. Su grito revelaba agonía, pena, sufrimiento, como si se debatiera entre el bien y el mal, como si quisiera ayudar pero no pudiera hacer mucho en su nuevo estado, como si casi... estuviera de nuestra parte. Y volví, volví para comprobarlo.
La grotesca y agigantada Mary intentó atacarme en un principio pero solo me bastó mencionar a Rachel para que me prestara atención, para que nos ayudara, no por nosotros, sino por Rachel. Y ha funcionado. Hemos llegado justo a tiempo, justo a tiempo para salvarlos.
- ¡Vamos, ataca!- le grito a Mary y esta me hace caso.
La monstruosa criatura ataca a los inmundos con sus grandes garras, con gritos de furia. Salto de su lomo y ayudo a los demás. No uso ninguna otra arma salvo mis brazos y mis piernas. No necesito más.
Giro a un lado en cuanto un corredor se acerca a mí, esquivándolo. Lo sorprendo por detrás, le agarro la cabeza con las dos manos y se la tuerzo en un rápido movimiento. Luego, otro más. Pero cuando me veo rodeado, salto, salto dando una pirueta y alejándome de ellos. Esta vez empiezo a dar patadas, a derribarlos y caerlos, uno encima de otro.
- ¡Te ayudo!- exclama alguien y me giro.
Me aparto y una gran llamarada de fuego pasa por mi lado, provocándome un gran calor por todo el cuerpo.
- Gracias- le digo a Luke con una sonrisa de complicidad-. Déjame a mí el resto.
Luke asiente y se dirige a otros inmundos.
Espero a que los corredores en llamas se levanten. El fuego que los envuelve los hacen más lentos, lo que me permite deshacerme de ellos uno por uno, lanzándoles pequeñas dagas que guardo en mis bolsillos.
Una vez resuelto el problema, miro alrededor. Todos luchan con gran valentía, deshaciéndose de los mutantes y cada vez quedan menos. Podemos, podemos con ellos si luchamos juntos. Unidos, venceremos. Divididos, nos convertiremos.
{LUKE}
La sala está en llamas, los mutantes corren de aquí para allá envueltos en fuego. Eso no los mata, al menos no instantáneamente, pero sí que los entorpece, haciéndolos más lentos y pesados. Pero hay un tipo de mutante al que no le afecta el fuego, mi fuego; son aquellos que van cubiertos de una especie de metal. Y, una vez que se me acaba la munición y mi lanzallamas no escupe más fuego, me enfoco a derrotar a esos mutantes que a priori parecen indestructibles.
- ¡Luke!- grita Rachel y me vuelvo justo para ver cómo una flecha atraviesa el cráneo de un mordedor justo a unos pocos centímetros de mí.
El corredor cae a mis pies. Ha sido Zero el que ha lanzado la flecha pero Rachel me indica que me mueva, y eso hago, alejándome de unos pequeños caníbales que intentan comerme. Rachel dispara hacia ellos, oyéndose un gritillo de agonía que indica sus muertes.
Corro por la gran sala, buscando algo, no sé el qué, pero algo. Observo a Zeth, que también parece pendiente de los mutantes envueltos en metal, los más peligrosos, los que no son capaces de morir ni con los golpes de Mary. El enmascarado lleva algo en las manos. ¡Eso es! ¡Es justo lo que necesitábamos!
- ¡Déjame ayudar!- le grito a Zeth y este se da cuenta de mi presencia.
Zeth va corriendo sobre los conductos de ventilación, que se encuentran próximos al techo, corre con una agilidad felina, dirigiéndose a los mutantes. Este me hace un gesto con la cabeza, dándome a entender lo que tenemos que hacer.
ESTÁS LEYENDO
Apocalipsis Zeta - Parte 7: La última amenaza
Science FictionEl mundo está revolucionado. Surgen buenas noticias pero lo malo no tarda en llegar. Nunca ha sido tan difícil sobrevivir, nunca ha sido tan difícil derrotar a un muerto viviente. Pero la esperanza no se pierde y lucharán con todo por acabar con los...