{ALEX}
- Vamos, monada, tú puedes.
Mi padre me lanza una pelota de béisbol e intento cogerla al vuelo pero mis pies se tropiezan con algo y caigo hacia atrás.
Enseguida, rompo a llorar.
- Tranquila, tranquila- me dice mi padre ayudándome a levantar-. ¿Te has hecho daño?
- Me duele aquí- señalo el tobillo derecho con el cual tropecé con una piedra que sobresalía de la nieve.
- Es un rasguño de nada, tu tía Clare lo curará rápido- me consuela y me da un acogedor abrazo-. Recuerda, monada, cada vez que te caigas, levántate. Esta vez te he ayudado yo pero no siempre estaré aquí. Tienes que aprender a hacerlo sola. No debes depender de nadie, nunca, ¿me oyes? Quiero que crezcas siendo una mujer independiente, inteligente y fuerte. Y sé que lo lograrás, yo confío en ti. En este mundo solo tienes que hacerle caso a tu cabeza, nunca a tu corazón. Así llegarás muy lejos, hija mía- me sonríe y me besa en la frente.
Hace ya dos años que lo conozco, a mi verdadero padre, y nunca me ha defraudado. Es el mejor padre que una persona podría tener. Lo es todo para mí.
- Si llego lejos, será gracias a ti, papi- le digo con los ojos brillantes, con una profunda mirada de admiración.- Alex, querida, despierta- susurra alguien a mi lado y abro los ojos en un parpadeo.
Es Yuma.
- Tienes los ojos hinchados. ¿Estás segura de que quieres hacer esto?- me pregunta el chico de veinte años.
Asiento con la cabeza.
- Es mi padre. Me duele mucho pero sí. Tengo que hacerle caso a mi cabeza- digo recordando lo que me dijo mi padre cuando aún era una cría.
- Está bien. Pongámonos en marcha.Yuma no solo me enseñó a navegar, también me mostró sus investigaciones, a sabiendas de que podía traicionarlo por ser la hija del mismísimo Jack Blair.
Yuma siempre ha sido un chico curioso, siempre ha querido saber los secretos de la naturaleza, los misterios del universo. Y por ese motivo sabe toda la historia de mi padre. En gran parte es gracias a mí, yo lo ayudé a complementar sus notas, pasándole información que conseguía de mi padre.
La Cura. El Inmune. La Muerte. Sombra Negra. El Encapuchado. La Parca. El Salvador.
Muchos son los nombres por el que conocen a mi padre. Muchos son los que lo adoran y muchos los que lo quieren muerto.
Yuma y yo lo adoramos y, a la vez, lo queremos muerto. Yuma me propuso su muerte hace algo más de un año pero tuve que desaprobarlo, es mi padre, lo quiero con locura, a pesar de todo el daño que ha causado.Pero esta vez se ha pasado, me ha abandonado y ha vuelto a dejar a mi madre sola. Sé toda su historia, y por su culpa mi madre nunca será realmente feliz. No lo será hasta que desaparezca. Sé que a mi madre le importa mucho Jack y se preocupa mucho por él pero ese amor no es correspondido ni lo será jamás. Mi padre solo se preocupa por sí mismo y en parte lo admiro, pero hace daño a otras personas a las que quiero y no voy a permitirlo.
Yuma y yo creemos que todo empezó con él.
Y todo acabará con él.
Y tenemos pruebas, pruebas del hospital donde trabajaban los padres de Jack. Sabemos que le inyectaron un suero, un suero que le permitiría ser lo que es ahora, el dios de los zombies.
Y si muere el Dios, mueren los súbditos.
Tal vez no tenga ninguna lógica y nos estemos equivocando pero estamos dispuestos a probarlo.
Aunque no esté muy segura...{ABADÓN}
Al llegar a mi casa me encuentro con Liam, mi padre, en la habitación de mi madre, sosteniendo algo en las manos.
- ¿Qué pasa? ¿Qué es eso?- le pregunto.
- Una nota. De tu madre- me responde este, con una expresión notablemente seria.
- Déjame verla- le pido y me entrega la nota."Abadón, hijo, siento marcharme sin avisar pero no podía permitir que siguieras mi camino. Cuando me contaste que tu hermana había partido en busca de su padre con la sola compañía de Jade, no supe qué hacer. Allá donde esté Jack está el peligro, y no puedo perder a mi hija. Sé que es una chica fuerte pero no puedo estar en casa preocupada, pensando si volverá.
Clare, una soldado y el padre de Jade me acompañan así que estoy a buen recaudo, no te preocupes por mí. Volveré sana y salva, con tu hermana. Solo te pido dos cosas, cúidate y no intentes buscarnos. Te quiere, mamá."- Ya lo has visto, ni se te ocurra salir en su búsqueda- me dice mi padre.
- ¡Pero...!- empiezo pero Liam me para.
- Ya hemos mandado una patrulla a buscarlos. Ahora mismo os necesitamos a ustedes, el pelotón 166, para investigar más acerca de los mutantes. Sois de los pocos que sabéis acerca de esta nueva amenaza y aún no es seguro revelarlo a toda la población, no queremos que entren en pánico, así que pórtate como un hombre y cumple con tu cometido- me pide y asiento con la cabeza, firme.
Sé que volverán, mi madre y mi hermana son dos personas tercas, volverán con vida. Mientras tanto, tenemos algo más importante de lo que ocuparnos, los mutantes, y su origen.{MAYA}
- ¿Seguro que esa era su barca?- le pregunto a William, el padre de Jade.
- Sí, tienen que estar por aquí- asegura Will.
- Creo recordar que unos habitantes de Yanna dijeron que partían para vivir una vida tranquila y alejada de la sociedad en algún sitio de Canadá. Puede ser por aquí- dice Susan, una soldado que conocí hace años, nos hemos vuelto muy amigas.
- Esto es el parque Nahanni. Vine aquí de pequeña con mis padres- recuerda Clare asombrada-. Antes de que ocurriera todo. Hace tanto tiempo...- se seca una lágrima-. Sé donde pueden estar.Cubiertos tras unas montañas, inteligente.
Unos guardias preguntan por nuestras intenciones.
- Vengo en busca de Alex Blair. Es mi hija. ¿Está aquí?- pregunto a los guardias.
- No, pero lo ha estado. Hace un par de días que se marcharon- nos contesta un guardia.
- ¿Sabe alguien a dónde ha ido?- pregunta Will-. Mi hija estaba con ella.
- No tenemos ni idea, lo sentimos- se disculpa un guardia-. Y ahora, si no queréis nada más, podéis volver por donde habéis venido.
- Mierda- maldigo-. Hemos llegado tarde. ¿Hacia dónde vamos ahora?
- Volvamos al helicóptero- dice Will-. Ordenaré por radio la captura de nuestras hijas a todas las comunidades de Estados Unidos. Y anunciaré a Yanna la existencia de esta comunidad.Nuestra búsqueda no parará hasta que encontremos a nuestras hijas.
Esta vez le hemos podido seguir el rastro de cerca pero ahora no tenemos ni idea.
Sea como sea, seguiremos buscando.
Sin parar.
Y si me encuentro con Jack, me aseguraré de que no vuelva a suponer un peligro para mi hija.
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Apocalipsis Zeta - Parte 7: La última amenaza
Science FictionEl mundo está revolucionado. Surgen buenas noticias pero lo malo no tarda en llegar. Nunca ha sido tan difícil sobrevivir, nunca ha sido tan difícil derrotar a un muerto viviente. Pero la esperanza no se pierde y lucharán con todo por acabar con los...