Advarselⓢ

S I E T E

IMPORTANTE (NOTA FINAL)

Su rostro reflejaba todo el temor que tenía, por el contrario restando eso a su capricho de chica fuerte, de su boca no salió palabra alguna.

Hice un esfuerzo por sostenerla, correr un poco mi cuerpo hacia la izquierda y tomar el barandal una vez más, luego de que lo logré atoré mi pierna en él.
Con toda la fuerza que alguna vez había hecho, tomé su mano con ambas mías; flexioné mis brazos poco a poco y ella puso un pie en el suelo que hace un minuto tocábamos los dos.

No supe de qué manera pero Abbs ya estaba parada en frente de mí. Suspiré aliviado y la abracé, pero por más que ella quería quedarse conmigo así, se obligó a sí misma a separarse. No me observó una última vez, volteó los ojos y se fue del lugar. Dejándome sin saber qué hacer, con mas público del que me gustaba.

Los pocos espectadores que se hallaban aún allí comenzaron a murmurar entre sí.
Parpadeé varias veces y me fui tal y como lo había hecho Abigaíl.

Entré al aula de clases donde no se encontraba nadie; saqué mi bolso. Caminé por el pasillo frustrado, abrí mi taquilla; metí todo lo que llevaba dentro de ella y cerré de un portazo.

Varias personas me miraban con burla, otras con lástima, y otras sólo me observaban esperando mi próximo movimiento.

Corrí.

Que Abigaíl me hiciera eso en público me dolió.
Salí del edificio corriendo sin parar, hoy no me tocaba la motocicleta así que fui hasta llegar a mi casa sin importarme que las clases no hubieran acabado.
Me encontré con Sarah y se preocupó al ver mi expresión, estaba a un paso de llorar.

—Thiago, deberías estar en clases —la miré con expresión obvia— ¿qué pasó? Estás sudando ¿no te das cuenta?
—No me digas...
—Toma asiento, te traigo agua hermano.

Asentí con la cabeza aún con ira. Después ella me ofreció agua para calmarme y acabé contándole todo.

—Thia, Abbey no parece ser esa chica en realidad, el poco tiempo que estuvo conmigo me dio a entender que le importas.
—Eso no es cierto. Ella me odia, le fastidia mi presencia ni siquiera...
—Haz algo —me cortó— si ella no viene a lo del trabajo hoy, la vas a olvidar ¿estamos?

Dudé un segundo en aceptar su propuesta pero me fue imposible, ¿de qué otra manera la probaría? La conocía hace unas tres semanas y me había esforzado en demostrarle lo que nadie nunca había hecho por ella.
Era la mejor forma de ver si en verdad apreciaba lo que hacía.

Me fui a mi habitación y me encerré maldiciendo todo.
Encendí el televisor. Las siguientes horas pasaron de forma lenta. Todo estaba algo confuso en mi mente: estaba seguro que sí estaba enamorado de Abigaíl, pero sin poderlo negar ella me hería. Había estado pensando en rendirme pero no me lo permití.
Prometí no caer en su juego, prometí mantenerme en pie, prometí conquistarla y como sabía que me odiaba; prometí hacerla cambiar su opinión hacia mí.

Tomé mi libreta y comencé a dibujar a lápiz, dibujé unos ojos oscuros... Una nariz perfecta... Labios rojizos, dientes alineados y pequeños y en fin dibujé un rostro. Puse mi libreta de cabeza y comencé a crear una cabellera larga, una chica de pestañas largas, ojos grandes, clavículas marcadas, cabello castaño, hermosa.
No pude controlar lo que quería plasmar en mi obra.
Resultó una chica hermosa de un lado, mientras que el otro estaba cubierto por su cabello. Se escondía.

Caí en la conclusión de que esa era Abbey; se ocultaba, no mostraba su verdadera personalidad.

Me acosté en la cama boca abajo. Sostuve entre mis manos el dibujo que hice, observé con detenimiento todos los rasgos que poseía mi modelo y una lágrima bajó desde mi ojo izquierdo hasta caer en mi almohada.

Tenía un sentimiento recóndito dentro de mí. Emociones encontradas que me inducían a abandonarlo todo, pero yo quería luchar y no rendirme por un obstáculo.

Aunque el obstáculo fuera ella...

— ¿Quién es ella? —me preguntó una voz delicada entrando a mi cuarto. Una voz que me asustó y me hizo girarme a recibirla.
—No creí que vinieras. Te confieso que... me siento muy herido —tenía la necesidad de que ella supiera lo que me pasaba, que supiera cómo me sentía.

Abbey bajó un poco la cabeza y se mostró indiferente al volverme a mirar.

—Sé que no puedo decirte que cambies, pero puedo abrirte los ojos y decirte que no ganas nada actuando así. Perderás a las personas que quieres...
—No quiero escucharte.
— ¿Estás de broma? —me levanté— ¡eso debería decirlo yo! ¿No te has percatado de lo que me haces? Iniciaste hiriendo mis sentimientos y lo acepté; pero acabaste humillándome públicamente ¡y ya no sé qué hacer! —Me acerqué a su cuerpo controlado por mi desespero y su respiración se entrecortó, su espalda dio con la pared— No niegues que te gusta que te abrace y te proteja. No niegues que me quieres porque eso lo sé.
Sólo tienes que aceptarlo...
—No quiero hablar de eso —me dijo, haciéndome bajar la intensidad de mi ira— por favor Thiago —me rogó.
—Puedes confiar en mí, te lo he dicho miles de veces y no sólo eso... Te lo he demostrado Abbey —ella no me dijo nada— bien, respeto tu vida así que no me meteré en tus asuntos por mucho que te quiera. Te daré tiempo para que me digas qué sucede, para que confíes.

Asintió frenéticamente con la cabeza: — ¿Podemos iniciar con el trabajo?

Me le separé un poco porque supe que si no lo hacía en cualquier momento iba a dejar de respirar, y me gustaba de algún modo tener ese efecto en ella.

Bajamos a la sala y comenzamos con la investigación, guardé en lo más profundo de los mares mi deseo de cuestionarle o pedirle una explicación.

Nos entendíamos muy bien cuando del taller se trataba y mi hermana hace unas horas se despidió y se fue a su universidad, dejándonos únicamente a nosotros en la casa; así que aproveché la ocasión y la comodidad que había entre los dos para preguntarle algo:

— ¿Entonces te gustan los musculosos? —pregunté divertido.

Abigail rió delicadamente y me hizo sonreír. Me propinó un golpe amistoso con su hombro a lo que sonreía.

Me hizo sonreír al verla, me sentí el hombre más dichoso en ese momento. Entonces me di cuenta que... 

Era la primera vez que no negaba u ocultaba lo que sentía conmigo...

N/A

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❤❤ ¡divina! ❤❤

~EDITADO~