Desperté en un hospital improvisado por las personas en la plaza central. Me di cuenta de que mi cabeza dolía y a lo que traté de levantarme un hombre corrió a mi lado. Entonces me explicó que un pedazo de escombro me había golpeado mientras corría para salir de mi casa y que me había hecho caer al suelo inconsciente. Pero que él me había traído junto con su familia.
Sus palabras las percibí moribundas, sin embargo su forma de vestir no me dejaba el pensamiento concluso.
Pasé del hombre y me recosté. Pensé e intenté recordar los sucesos pero no me entraba la idea de que Thiago estuviera debajo de un desastre de ese grado. Era increíble. Ni siquiera tenía idea de cómo yo, logré salir a tiempo. Aún estaba mareada. Acostada, giré mi cabeza a la derecha y dos hombres llevaban un cuerpo cubierto con una bolsa negra de plástico sobre una camilla. Me ha parecido conocida la cabellera ondulada que salía debajo de dicha camilla pero jamás pude asegurar si la persona fallecida era la hermana de Thiago porque mis ojos se cerraron y al abrirlos otra vez sólo supe que el señor que estaba conmigo se retiró y yo me dispuse a llorar lo más que pude.
Thiago no aparecía después de un día, y yo no dormía, quería con todas mis fuerzas poder ayudar en su búsqueda pero era imposible. Me llevaron en contra de mi voluntad a una cabaña estable y lejana en la que se hallaban varias personas afectadas por el terremoto. Me obligaron a pasar allí una semana entera, una semana sin saber nada de nadie, y bueno, tampoco era que tuviera familia por la cual preocuparme.
Me encontraba en una habitación al parecer "segura", pero yo ya estaba bien. No tuve heridas, solo un pequeño rasponsito en la rodilla, no sufrí nada malo con el golpe en la cabeza. Decidí por fin salir de ahí.
Entonces me encaminé a la sala y con cuidado traté de que nadie se percatara de mi presencia.
Las emociones en mi cuerpo contenidas eran temerosas porque nunca antes las percibí. Llevaba puesta una bata pensaba que nunca en mi sano juicio usaría algo como eso pero era lo que había y debía agradecer el apoyo de esa gente.Respiré el aire frío de la tarde en la ciudad al salir por fin de la cabañita. Me fui en una motocicleta y le indiqué al conductor el domicilio de mi casa.
Subí a la moto impaciente, yo sabía dónde debía estar Thiago ya que ví su última imagen.Bajé de el vehículo y puse mis dos pies en la acera, no podía creer lo que veía... todo estaba destrozado, era una masacre. Traté de dar un paso pero el intento de zapato que llevaba en mi pie izquierdo se dañó y sin importarme, lo tiré lejos con una fuerza nunca utilizada, al parecer el haber vivido ese suceso logró sacar a flote una nueva personalidad en mí.
Caminé hasta lo que era la cocina, donde lo había visto por última vez. Había un espacio, un agujero bastante grande entre los ladrillos y diferentes cosas que hacían parte de la arquitectura del apartamento, ese espacio del que supongo lo habían sacado.No sabía qué hacer o a quién hablar. No tenía a nadie. Caminé unos pasos más por delante y una punzada se acogió en mi pie descalzo. Recogí del suelo el vidrio con el que me había cortado y saqué del portarretratos de madera pintada, una fotografía. Ahí debía haber acabado la repisa. Yo la destrocé y ahora haría lo que fuera por tener algo más de Thia. sólo una fotografía, la miré por varios minutos; nuestro primer beso, nuestro lugar favorito, nuestra pasión.
Me tiré al suelo y abracé con fuerza esa imagen, las lágrimas comenzaron a salir de nuevo y los sollozos a tener vida propia.Apostaría lo poco que tenía en mi poder a que en ese momento me hallaba más destrozada que aquélla ciudad; incompleta y triste.
Yo tenía que volverlo a ver, él era mi todo. Y el único que amaba. Pero me resultaba imposible: sin comunicación, sin conocidos, sin nada. No sabía cómo llegar a algún lado, no reconocía los caminos por más que lo intentara, porque todo estaba hecho pedazos. Estaba perdida en el mundo. Y luego recordé ese número.
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Advarselⓢ
Romance«Todo era muy evidente para mí, pero para los demás inexistente» Mezclar la vida normal con las tragedias que te dejan a un paso de la muerte puede no ser tan buena idea, pero a ellos nadie les ofreció otro camino. √Todos los derechos reservados. √H...